Por Kaos. Corrupción en el reino del Borbón
Martes, 10 de Diciembre de 2013 07:41
La Agencia
Tributaria (AEAT) ha elevado a un total de 698.824 euros el importe total que
los Duques de Palma destinaron desde su sociedad Aizoon a la reforma del
palacete de Pedralbes y a otros gastos particulares...
Agencias
La mercantil propiedad de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se
encuentra bajo lupa judicial por haber servido presuntamente de 'tapadera' para
blanquear los fondos que de forma supuestamente ilícita recibió el Instituto
Nóos y que el matrimonio habría desembolsado en atenciones de índole privada.
En su último informe, al que ha tenido acceso a Europa Press y que ha dado
pie al juez José Castro a otorgar un plazo de cinco días a las partes para que
se pronuncien sobre si debe ser imputada la hija del Rey Don Juan Carlos,
Hacienda estima en 436.703 euros el dinero que los Duques cargaron a Aizoon
entre 2004 y 2006 por la rehabilitación de su vivienda barcelonesa y en 262.120
los fondos que destinaron a otras adquisiciones personales de 2004 a 2010.
Después de que el juez haya dado traslado de la nueva documentación a las
partes personadas en el caso Nóos, éstas deberán emitir las alegaciones que
estimen pertinentes sobre si consideran que la Infanta debe ser nuevamente
citada a declarar como imputada por un presunto delito contra la Hacienda
Pública y otro de blanqueo de capitales. En base a ello, el magistrado decidirá
a finales de año o principios de enero si encausa a la Duquesa o archiva
definitivamente estas investigaciones.
De acuerdo al nuevo informe, el undécimo de los que ha solicitado el
titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, los gastos abarcan hasta
un total de seis años, a lo largo de los cuales desde Aizoon se destinaron
ingentes cantidades a compras particulares: 6.462 euros en 2004; 433.372 en
2005 -de los que 414.419 euros se destinaron a la reforma del palacete-; 33.747
en 2006; 48.326 en 2007; 62.977 en 2008; 79.840 en 2009 y 34.097 euros en 2010.
Dentro de su pormenorizado análisis, la AEAT reserva un apartado a las
operaciones llevadas a cabo con las tarjetas bancarias vinculadas a Aizoon,
cargos cuyo importe asciende a un total de 109.299 euros. En esta línea,
detalla los conceptos que motivaron cargos en la tarjeta titularidad de Aizoon
y la Infanta, entre los que se encuentran 627 euros abonados en ropa infantil
en Bonpoint, 845,3 en ocio infantil en el Centro Europeo de Barcelona, y 352 en
L'Escarabat Negre por servicios de hostelería.
En cuanto a las operaciones relativas a la tarjeta titularidad de
Urdangarin, éstas se engloban bajo conceptos como 'gastos de peajes y
carburante' -1.265 euros-, 'billetes de líneas aéreas y ferrocarril' -58.365
euros-, 'restaurantes y alimentación' -13.816 euros-, 'hoteles' -10.271 euros-
y 'otros gastos' como artículos de ropa, complementos de moda, entradas para
espectáculos, libros, música, electrónica o floristería -8.312 euros-.
Estas cifras se suman a las que ya obran en poder del juez instructor y que
le han sido aportadas por el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía
Nacional en Baleares, entre las que destaca el pago de 139.000 euros por la
adquisición y montaje de hasta 72 muebles y elementos del hogar como
estanterías, butacas, sofás, mesas y cortinas de lujo para su uso personal.
Los Duques llegaron a adquirir a la empresa Rosa Cerveto Marta Mas S.L., a
través de Aizoon, una estantería de 5.895 euros, un sillón giratorio por 1.552,
una mesa de alumnio por 2.665, una alfombra 'little flowers' por 3.450, un
'pouf' de cuero por 968, diez sillas 'masai' de piel por un total de 9.550, dos
sofás por 10.143, un mueble-bar por 6.298 y dos cortinas de estilo japonés por
5.580, entre otros numerosos artículos.
EL ARQUITECTO DE PEDRALBES FACTURÓ 20.000 EUROS POR REFORMAS PRIVADAS
Por su parte, Marc Viader, arquitecto que reformó parte del palacete de
Pedralbes, admitió ante agentes de la Policía Nacional haber facturado por estas
obras 20.000 euros a través de Aizoon por orden de Urdangarin, concretamente en
el año 2005, a pesar de que la factura se correspondía a nivel privado con el
encargo de rehabilitación, reforma y ampliación del domicilio particular que el
matrimonio posee en la calle Elisenda de Pinós de Barcelona.
Clases de 'coatching' por 6.672 euros, de salsa y merengue por 707,
celebraciones de cumpleaños y eventos infantiles por más de 800 euros, así como
comidas y cenas en lujosos restaurantes se añaden a la lista de gastos en que
incurrieron los Duques con cargo a las cuentas de Aizoon, mientras ésta se
nutría de los fondos que las Administraciones balear y valenciana pagaron al
Instituto Nóos y cuya mayor parte, según los investigadores, fueron a parar a
los bolsillos de Urdangarin y su exsocio Diego Torres.
Las pesquisas van encaminadas a averiguar si la hija del Rey era consciente
de la procedencia ilícita del dinero que recibía Aizoon, lo que permitiría
dilucidar si la Duquesa incurrió en un delito de blanqueo de capitales, además
de esclarecer si defraudó a la Agencia Tributaria, al facturar a Aizoon
servicios personales que nada tenían que ver con la actividad de la empresa con
el objetivo de reducir su tributación en la declaración del IRPF.
De hecho, la Audiencia Provincial de Baleares ya se pronunció al respecto
en el auto por el que dejó abierta la vía a que la Infanta fuese imputada por
los anteriores ilícitos penales, al sostener que si Aizoon estaba participada
al 50 por ciento por la Infanta, no era más que una pantalla y se constituyó
con una finalidad defraudatoria, no se entiende que sólo se atribuya la
defraudación a uno de los socios (a Urdangarin).
LA INFANTA "DEBÍA CONOCER QUE AIZOON SE USABA PARA DEFRAUDAR"
Es más, el tribunal de la Sección Segunda apuntaba que la mujer de
Urdangarin "debería saber o conocer que Aizoon era una sociedad pantalla y
que su marido la utilizaba para defraudar a Hacienda", tanto en lo que al
impuesto de sociedades se refiere como respecto al IRPF, y que "se ha
enriquecido con contratos ilegales y dinero público por facturas giradas por
Aizoon a Nóos".
Los magistrados van más allá al recalcar que, aunque Urdangarin era el
administrador de Aizoon, su mujer tenía el control funcional de la sociedad al
ser titular del 50 por ciento del capital social, motivo por el cual debía
saber que Aizoon "no era una sociedad de profesionales y que ella y su
marido la utilizaban para defraudar".
Del mismo modo, Aizoon facturó servicios "íntima e indisolublemente
vinculados a la personalidad del señor Iñaki Urdangarin" por hasta un
total de 1,6 millones de euros, a fin de que estos ingresos pudieran ser
ocultados en la declaración del IRPF del yerno del Rey, tal y como puso de
manifiesto Hacienda en un anterior informe.
Hacienda incidía así en el hecho de que Aizoon, y no el propio Urdangarin,
fuese contratada por las sociedades receptoras de los servicios que prestaba el
Duque. Tanto es así que, abundaba, ni en el sumario de la causa ni expediente
administrativo alguno figuran testimonios de las actividades de consultoría
"pretendidamente desarrolladas por Aizoon".
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