En este
artículo vamos a hacer un ejercicio histórico singular: estudiar los dos
intentos de crear una República en Cataluña: en primer lugar, en la revuelta de
los catalanes, nacida en 1640 contra las pretensiones centralistas planteadas
por Olivares , y en segundo lugar, el proyecto de abril de 1931, en pleno
proceso de proclamación de la República Española. Ambos proyectos fracasaron
por motivos distintos, ya que nos encontramos en dos momentos históricos muy
diferentes. En el primer caso tenemos que situarnos dentro de las coordenadas
del Antiguo Régimen, en un momento en el que Francia tendría una intervención
decisiva en este asunto dentro de su enfrentamiento con España por la hegemonía
europea. En el segundo caso, ya en tiempos contemporáneos, habría que acercarse
a las complejas relaciones en el seno del republicanismo español, y al miedo a
que el Ejército no apoyase el proyecto general republicano en España por su
clara oposición al nacionalismo catalán.
En el contexto
de la revuelta de los catalanes de 1640 en el seno de la Monarquía Hispánica,
Pau Claris presentó a la Junta General de Brazos el 16 de febrero de 1641 un
proyecto que pretendía que el Principado pasara a ser un estado independiente,
pero bajo la protección del rey de Francia. El proyecto fue aceptado por los
Brazos y por el Consell de Cent pero encontró un obstáculo insalvable. El
representante del rey de Francia, Du Plessis-Besançon, no era partidario de
este paso porque no convenía a los intereses de su señor, el cardenal de
Richelieu. De hecho, se ordenó la retirada las tropas francesas que ayudaban en
la defensa de Barcelona frente a las tropas del rey Felipe IV. El cardenal
buscaba la integración total de Cataluña en Francia. Claris y las instituciones
catalanas tuvieron que renunciar a su proyecto y aceptar las condiciones
francesas de integración. Se proclamó a Luis XIII como conde de Barcelona.
La República
Catalana fue un episodio histórico breve pero muy intenso de la historia de
Cataluña en abril de 1931. La República Catalana fue proclamada por Francesc
Macià el 14 de abril de 1931 en Barcelona, como un estado integrado en una
confederación de pueblos ibéricos. Pero el gobierno provisional, recién formado
en Madrid, se opuso en ese mismo día a esta proclamación de Macià. Al final,
cedió y el día 17 de abril retiró la República Catalana, aunque como
contrapartida consiguió que se creara un poder autónomo en la Generalitat a la
espera de que se elaborase y se aprobase el Estatuto de Autonomía de Cataluña.
Eduardo
Montagut
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