Los empresarios creen que 2014 traerá el
fin de la crisis económica y más ganancias corporativas, pero retrasan como
pronto a 2015 la recuperación del mercado laboral
EDUARDO ESTRADA |
El optimismo de los empresarios sobre el
potencial de la economía española está en su nivel más alto de los últimos
siete años. Tras una segunda mitad de 2013 mejor de lo que muchos habían
pronosticado, los directivos están convencidos de que 2014 será el año de la
recuperación tras una larga travesía por el desierto. La opinión más extendida
es que el curso actual traerá un crecimiento del producto interior bruto (PIB)
y que este se trasladará a las cuentas de resultados con mejoras de la
facturación y la rentabilidad de las compañías. El indicador que presentará una
recuperación más tardía (no antes de 2015) será el empleo. A pesar de que las
empresas confían en incrementar este curso sus beneficios, sus políticas de
recursos humanos seguirán siendo conservadoras. La mayoría apuesta por mantener
la plantilla y en aquellos casos donde se aumente el número de trabajadores se
hará fundamentalmente a través de contratos temporales.
Son las
principales conclusiones del Barómetro de Empresas de EL PAÍS, correspondiente
al segundo semestre de 2013. Una encuesta que elabora Deloitte sobre una
muestra de 329 empresas —récord desde que en 1999 se empezara a realizar este
estudio— con sede en España y de todos los sectores de actividad, cuya
facturación conjunta supera el billón de euros y emplea a más de un millón de
personas, aunque en su mayoría no cotizan en Bolsa.
El 69% de los
directivos espera que el PIB aumente este año
Cuando se
pregunta a los encuestados cuándo consideran que se recuperará la economía
española, el 42% sitúa esa recuperación en 2014, el 21% apunta al primer
semestre de 2015, el 12% cree que esa mejoría no llegará antes de la segunda
mitad de 2015 y un 25% la retrasa a 2016.
Al valorar
aspectos económicos concretos, los empresarios esperan que el PIB sea el que
muestre los primeros signos positivos; un 69% espera un incremento durante
2014. La inversión muestra división de opiniones, si bien un 43% dice que se
recuperará este año, un 40% lo retrasa al próximo ejercicio y un 17% no espera
aumentos hasta 2016. En el caso del empleo, solo el 31% prevé aumentos en 2014,
el 38% los sitúa en 2015 y un 31% retrasa la recuperación del mercado laboral a
dos años vista.
Fuente: Deloitte (Barómetro de
empresas, consulta noviembre 2013-enero 2014). / EL PAÍS
Desde el
punto de vista empresarial, el indicador que registró el mejor comportamiento durante
el segundo semestre de 2013 fue la producción/facturación alcanzando los
mejores niveles desde la primera mitad de 2008. El número de empresas que
aumentaron sus ventas supuso el 48% de la muestra, frente al 31% de la oleada
anterior, y muy por encima de la previsión inicial que auguraba que solo el 39%
de las compañías iba a mejorar su cifra de negocio. Las principales causas de
esta mejoría, según los directivos, fueron el crecimiento del mercado
doméstico, razones de estacionalidad y el tirón de las exportaciones.
El 65% de las
empresas del barómetro prevé ganar más dinero
Las
previsiones para el primer semestre de 2014 mantienen la tendencia positiva: un
47% estima que su facturación se incrementará; un 36% espera que se mantenga
sin cambios y un 17% anticipa un descenso. Los sectores donde hay mayor
consenso acerca de un crecimiento de las ventas en 2014 son, por este orden,
tecnología —ningún encuestado de este sector espera caídas de facturación en la
primera mitad del año—, transporte y logística, y bancas y finanzas. Si se
tiene en cuenta el tamaño de las empresas, son aquellas con unos ingresos entre
300 y 600 millones las más optimistas (un 55% espera un aumento de sus ventas),
mientras que las compañías con una facturación entre 60 y 150 millones son las
menos optimistas.
El aspecto
que los directivos consideran que tendrá una mejor evolución en 2014 son los
ingresos por turismo con un 98% de las respuestas favorables. El otro negocio
sobre el que hay más optimismo es la matriculación de vehículos (un 74% de las
respuestas favorables), ascendiendo desde la séptima posición en 2013.
Si bien las
ventas empiezan a despertar ahora, la mejora de la rentabilidad de las empresas
—gracias fundamentalmente al ahorro de costes— había empezado en la oleada
anterior y el barómetro actual viene a confirmar esa tendencia. El 59% de las
compañías consultadas mejoraron sus beneficios en 2013, un 31% sufrió una
contracción y en un 10% de los casos las ganancias se mantuvieron igual.
Las
previsiones de ganancias corporativas para el primer semestre de 2014 son
incluso más positivas ya que el 65% de los participantes en el barómetro confía
en aumentar sus beneficios y solo un 21% cree que disminuirán. ¿Cuánto crecerá
el beneficio antes de impuestos de las empresas? La respuesta más generalizada
(32% de las contestaciones) sitúa ese alza entre el 0% y el 5%; el 17% dice que
el ritmo de mejora oscilará entre el 5% y el 10%; mientras que solo para el 16%
los beneficios crecerán a doble dígito. Los sectores más optimistas en cuento a
la evolución de su rentabilidad en 2014 son, por este orden, banca y finanzas
(la comparativa interanual será en principio favorable por las menores
provisiones), fabricantes, servicios y consultoría y bienes de consumo.
La mejoría
del contexto económico también empieza a trasladarse a la inversión
empresarial. El 51% de las compañías dice que elevó su inversión en la segunda
mitad de 2013, un 28% la mantuvo y solo el 21% la redujo. Las expectativas para
la inversión hasta junio de 2014 son incluso mejores, ya que el 60% de los
encuestados asegura que elevará esta partida, el 26% la mantendrá en sus
niveles actuales y el 17% la reducirá.
Cuando se
analiza la valoración del nivel de impacto que el incremento de las inversiones
tendrá en las diferentes áreas de las empresas durante 2014 se observan algunos
cambios con respecto a los resultados de la anterior oleada. La valoración más
positiva de los directivos es aquella inversión que se destina a la expansión
del negocio, señalada por el 58% de los encuestados. En segundo lugar, se
sitúan la producción y nuevas tecnologías, ambas con un 48% de respuestas. Los
sectores que más prevén aumentar sus inversiones en 2014 son servicios y
consultoría (100% de respuestas afirmativas), banca y finanzas, y transporte y
logística.
El barómetro
ofrece una doble lectura sobre el mercado laboral. Por un lado, parece que el
ritmo de despidos podría haber alcanzado techo; por otro, las perspectivas de
contratación de las empresas dibujan un largo periodo con tasas de desempleo
muy elevadas y con la temporalidad como principal alternativa para aquellos que
buscan un trabajo.
En el segundo
semestre de 2013 el porcentaje de empresas que mantuvo el empleo, 41%, fue
superior a las que lo redujeron, 37%; y las compañías que elevaron su
plantilla, 22%, fue superior a lo que habían previsto los directivos en julio
pasado. Por lo que se refiere al futuro, las previsiones son de mantenimiento
del empleo; ascienden en 15 puntos porcentuales (hasta el 56% del total) las
compañías que esperan mantener el mismo número de trabajadores en el primer
semestre de 2014 y se reduce en 10 puntos, hasta el 27%, las que esperas
disminuir su fuerza laboral. Las estaciones de incremento del empleo son
conservadoras y descienden en cinco puntos porcentuales con respecto a la
oleada anterior los encuestados que esperan incrementar su plantilla hasta
junio próximo.
En cuanto al
tipo de contrato es significativo que el 19% de las compañías espera aumentar
su plantilla con trabajadores no fijos, cuando en 2013 esta política solo era
defendida por el 10% de los encuestados, según el barómetro.
Los sectores
más optimistas en cuanto a la evolución del empleo son tecnología (un 60% de
los directivos de esta industria apuesta por mejoras del empleo), energía y
recursos (31%) y servicios/consultoría (30%). Los sectores más pesimistas son
construcción y contratas (un 50% cree que el empleo disminuirá), educación y
organismos oficiales (50%) y sanidad y farmacia (38%).
La política
de austeridad laboral y salarial implantada en muchas compañías tiene una doble
cara. Por un lado, incrementa la productividad y eleva la competitividad de los
productos y servicios ofrecidos en el exterior por las empresas españolas. Por
otro lado, acerca la temida espiral deflacionista al deprimir el consumo
interno.
En este
contexto, las empresas integrantes en el barómetro se aferran a las
exportaciones como tabla de salvación. La importancia de las ventas al exterior
sobre la facturación global de las compañías en 2013 fue muy relevante y para
un 38% de las mismas esta vertiente ya aporta más del 30% de la facturación
total. Solo un 30% de los grupos encuestados asegura no haber exportado nada el
pasado curso.
El sector de
fabricantes es el que mayor porcentaje de su facturación destina a la
exportación (68% del total de ventas en 2013), seguido por construcción (49%) y
transporte y logística (46%). Por el contrario, los más centrados en el mercado
doméstico son tecnología, energía y recursos naturales, y distribución.
La
dependencia exterior continuará en 2014, según se desprende de las respuestas
de los encuestados. Un 55% de los directivos espera un aumento de las
exportaciones este año, el 36% calcula que esta partida se mantendrá igual que
el pasado curso y solo el 9% dice que disminuirá.
El mercado
exterior donde más venden las empresas españolas es Europa occidental (un 85%
de ellas afirma tener exposición a esta región), seguido por América Latina,
América del Norte, África, Europa del Este, Asia y Oceanía.
Por tamaño, las empresas con más
peso de las ventas exteriores son aquellas que facturan entre 300 y 600 millones
de euros y las que menos las que ingresan menos de 30 millones anuales.
Fuente: www.elpais.com
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