sábado, 4 de enero de 2014

LA ESTUPIDEZ DE LA IZQUIERDA

Los medios de periodísticos en prensa, radio y televisión están en manos de los poderes financieros, de la derecha tradicional o de la eclesial, salvo algunos columnistas y programas con profesionales realmente independientes, pero siempre con la espada de Damocles de la desinversión publicitaria. Otros practican la autocensura por el temor a la nueva Ley de Seguridad, con rasgos de la antigua Ley de prensa e imprenta de 1966, la Ley Fraga, donde en su artículo 2 establecía: “Son limitaciones: el respeto a la verdad y a la moral; el acatamiento a la Ley de Principios del Movimiento Nacional y demás Leyes Fundamentales; las exigencias de la defensa Nacional, de la seguridad del Estado y del mantenimiento del orden público interior y la paz exterior; el debido respeto a la Instituciones y a las personas en la crítica de la acción política y administrativa; la independencia de los Tribunales, y la salvaguardia de la intimidad y del honor personal y familia”.

Pero no entiendo la de los medios digitales llamados independientes, plurales, progresistas, veraces, partidarios de la libertad de información, libres…, para con sus afines en la defensa de lo social, que también dicen defender, censuran artículos por no coincidir en algún punto de su dogma ideológico, práctica propia de estados totalitarios, como actúa el nuestro, y algunos medios, haciéndoles parecerse al fascio o al estalinismo, según su tendencia ideológica. Algunos de los que se dicen de izquierda, olvidan o quieren ignorar que los conceptos de izquierda y derecha vienen de la Revolución de 1789, definidos claramente; izquierda es la que considera el progreso y la igualdad social se alcanza por medio de los derechos colectivos y sociales, nada más. Mientras la derecha se asocia a posiciones de liberales, capitalistas, conservadoras, religiosas, partidaria del encuadramiento colectivo en unas estructuras rígidamente jerarquizadas y disciplinadas, en beneficio propio.
Los que valoramos el verdadero espíritu del 15M, los actuales “sans-culottes”, término también acuñado en 1789, e igual que ellos, un movimiento espontáneo y asambleario, no comprendemos la actitud de esa izquierda que actúa igual que los otros “sans-culottes”, los  intransigentes y demagogos, que creyéndose puristas de la doctrina, llevaron al terror del Termidor y a consecuencia de él, el golpe de Estado del 18 Brumario.
Los conceptos dogmáticos frenan la defensa de los derechos colectivos y sociales, demandados por la ciudadanía. Claro ejemplo de discrepancia es el posicionamiento a favor de algunas autonomías pidiendo la independencia, no quieren ver que esas autonomías son las que están más vinculadas al mundo de los negocios, y finanzas. En definitiva al capitalismo mercantil, desde finales del siglo XIX, por su vinculación al comercio con Inglaterra y el Mediterráneo.
Si tan puristas se consideran, deberían seguir los conceptos de Lenin cuando dijo: la burguesía, desde que dejó de ser una fuerza progresista, ha hecho todo lo posible por dividir al proletariado internacional, siempre utilizó “el patriotismo”, “el amor a la patria y a su defensa”, cuando en realidad se refiere a la “patria” que representa los intereses de la burguesía.  Esa intransigencia aparta al electorado de clase media a: los agricultores medianos, profesionales, pescadores independientes, autónomos… Cuando lo enemigos realmente son, los especuladores, acaparadores, intermediarios, corruptos…, a esos no hay que darles tregua. Su triunfo en el 2011 hizo doblar las campanas para la ciudadanía, debemos evitar su prolongación en el poder más allá del 2015. Podemos remediarlo con la unión de todos los interesados en recuperar los derechos colectivos y sociales del Bienestar arrebatado, y entre todos vigilar que se cumpla.
John Donne (1) en 1624 escribió: Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.   
   ¡Por nosotros!  ¡Por la estupidez de ciertas izquierdas!
(1) - John Donne, Devotions Upon Emergent Occasions 
Autor: José Enrique Centén Martín Nació en 1952 en Tánger, Marruecos. En la actualidad reside en la localidad de Sieteiglesias, Madrid. Electricista de profesión, estudia 2º curso de Historia gracias al acceso a la Universidad para mayores de 25 años.





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