La bolsa española, única en Europa en números rojos, a falta de una sesión
Pantalla de la Bolsa de Madrid.
EFE/Archivo / EFE
A diferencia
del resto de las bolsas europeas, que se encuentran en positivo, el IBEX 35
afronta mañana la última sesión del año con una perdida acumulada del IBEX 35
del 5,08 %, debido a la recesión y a las dudas sobre la salida de la crisis.
El año ha
sido complicado para la bolsa española, que durante el verano, en el momento de
mayores temores a un rescate europeo, llegó a perder más de un 30 %, cifra que
ha ido recuperando paulatinamente en el segundo semestre hasta acabar casi en
positivo.
No obstante,
la evolución del resto de Europa ha sido mucho más positiva. El indicador
selectivo de referencia en Alemania, el DAX de Fráncfort, cerró el viernes el
año con una notable revalorización del 29 % después de caer el casi el 15 % en
2011.
Por su
parte, el CAC de París cerrará mañana con un repunte cercano al 15 %, evolución
muy diferente al año anterior, cuando perdió el 16,95 %, mientras que el FTSE
londinense subirá en torno al 7 %.
Fuera de
Europa, el Nikkei de Tokio logró ganar casi el 23 % en este ejercicio, en
contraste con las pérdidas del 17,34 % que registró en 2011.
Ya al cierre
del primer trimestre de 2012, el parqué español se desmarcaba del resto de
grandes mercados europeos y se convertía en el único con pérdidas al ceder el
6,52 %.
El órdago
lanzado por el Gobierno para situar el déficit español en 2012 en el 5,8 % le
costaba muy caro a España, después de que la Comisión Europea le impusiera
reducirlo un poco más, hasta el 5,3 %.
Además, el
cierre en falso del enésimo paquete de ayuda a Grecia no disipaba la impresión
de que España sería el siguiente socio europeo en solicitar ayuda.
También tuvo
un impacto negativo la noticia de que España entraba formalmente de nuevo en
recesión, y los durísimos ataques sufridos por la deuda soberana española.
La
nacionalización de Bankia, en mayo, hizo que el ÍBEX sufriera ese mes la
segunda peor caída del año, del 13,14 %. Al final, la bolsa cerró el primer
semestre con una caída acumulada del 17 %, afectada sobre todo por la crisis de
deuda soberana, la desconfianza hacia España y su sector bancario.
Las
turbulencias se intensificaron en verano con la petición del rescate para la
banca, que hizo que el ÍBEX se situara de nuevo en mínimos del año, y que la
prima tocará el 24 de julio máximos históricos en 638 puntos básicos.
El bono
español a diez años, cuyo diferencial con el alemán mide el riesgo país, pasaba
además por primera vez desde la creación del euro del 7 %, zona considerada
"de rescate" por los analistas.
De hecho, la
mayor parte del verano estuvo marcada por la presión sobre la deuda española,
el deterioro de la situación macroeconómica, la desaceleración en los países
emergentes y la debilidad de los resultados empresariales, lo que hizo que el
ÍBEX 35 llegara a perder los 6.000 puntos.
En agosto,
la bolsa se dio la vuelta, con una subida del ÍBEX del 10,13 %, debido al
anuncio de la creación del "banco malo" y a la cercanía de la ayuda
europea para el sector bancario.
En
septiembre vino el espaldarazo definitivo con el anuncio de que el BCE
intervendría en los mercados para ayudar a los países periféricos con problemas
para financiarse, como España, lo que muchos bautizaron como un "rescate
blando".
Este anuncio relajó la presión sobre
la prima de riesgo y permitió que la bolsa se recuperara, aunque no lo
suficiente como para acabar el año en positivo.
Fuente: www.elpais.com
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