Artículos de
Opinión | Carlos Martínez | 30-12-2012 |
Las
agresiones neoliberales contra el bienestar y las privatizaciones de los
servicios públicos se nos venden como una mejora en la gestión -más barata- y
una asistencia más personalizada. También se nos aconseja igualmente por el
sistema a través de múltiples medios, el reforzar nuestra garantía de
jubilación, complementando con un plan de pensiones privado.
Se dice que
es por necesidades económicas para hacer frente a la crisis que las clases
populares hemos generado por vivir por encima de nuestras posibilidades, por
ahorrar y de esta forma garantizar la asistencia universal, eso si mediante
sistemas mixtos o bien de gestión empresarial. Es decir, por nuestro bien.
Las órdenes
de la Troika (FMI-BCE-Unión Europea) más las órdenes de Alemania y la propia
ideología liberal dominante que el PP impulsa ahora que gobierna, obligan a
privatizar la gestión sanitaria y ahorrar en salud, pero también en endurecer
las condiciones para conseguir una jubilación, la edad mínima para lograrla y
las percepciones. Todo esto se hace por hacer viable el sistema e incluso se
tiene la desfachatez por parte de los mandatarios y mandatarias derechistas de
afirmar que es por defender el estado del bienestar, haciéndolo viable.
Hay
personas, asociaciones y movimientos que llevamos ya unos años denunciando que
las privatizaciones de los servicios de salud y protección pública (llevamos al
menos 10 años anunciando y clamando en el desierto lo que ya ha llegado) no son
sino una formula más al objeto de ampliar el negocio de grandes empresas,
bancos y aseguradoras privadas a costa de las clases populares europeas y de
otras potencias centrales. Así como tratar de impedir que las y los ciudadanos
de los países empobrecidos accedan al bienestar público.
Desde la OMC
-Organización Mundial del Comercio- con un invento llamado ACGS o Acuerdo
General para el Comercio de los Servicios, se trató de hacer OBLIGATORIO
mediante un Tratado Internacional la privatización de los Servicios de Sanidad,
Educación, Pensiones, Agua etc etc., por lo que desde Attac, pero no solo, se
denunció infructuosamente todo lo que venía. Vivíamos bien en el reino de la
mentira mediática y política y todavía no le habíamos visto las orejas al lobo.
Si el AGCS
no alcanzó el rango de Tratado Internacional, a pesar del fuerte apoyo e
incluso el chantaje por parte los EE.UU y la Unión Europea, fue por la
resistencia de muchos estados latinoamericanos -ya se sabe…-, pero también
asiáticos y africanos. El AGCS no obstante vive todavía en cajones y mentes de
políticos liberales, socioliberales y conservadores que lo apoyaron, siguiendo
las instrucciones de poderosas transnacionales. No está cerrado advierto, solo
contenido gracias entre otros a unos setenta estados del mundo entre ellos a
una Venezuela muy activa en su contra por cierto.
Pero ya que
el AGCS no se pudo imponer a los pobres o a los “locos” en Europa si que se
tuvo una victoria parcial por parte de los neoliberales y las grandes empresas
y se aprobó una directiva de servicios de interés general y otras medidas
desreguladoras -por cierto todavía recuerdo palabras de María Teresa Fernández
de la Vega, defendiendo estas medidas antisociales y privatizadoras por buenas
pues esa era la política de la Unión Europa- que ignorancia como mínimo. Pues
bien todos estos esfuerzos de los poderosos no fueron en vano.
En la vieja
e “inteligente” Europa de la Unión, los gobiernos mediante un plan diseñado,
elaborado y pensado hace ya más de diez años, están aprovechando estupendamente
su “crisis” al objeto desmontar los “caducos servicios públicos y estatales”
privatizándolos. Lo hacen única y exclusivamente por que hay negocio. No hay
otra razón. Aprovechan la coyuntura para enriquecerse grandes empresas, fondos
de inversión y bancos.
Cuando hace
ya al menos diez años escribíamos esto y se puede comprobar perfectamente,
prácticamente nadie captó el calado tan profundo de lo que afirmábamos y que
personas creíbles ya y con mucho prestigio como Susan George anunciaron Sí tuvo
todo mucho eco en los Foros Sociales Mundiales así como entre algunos
sindicalistas -pocos- y algún dirigente político, pero poco más, Latinoamérica
aparte y para realizar sus gobiernos progresistas lo contrario. Pero se nos
llamó demagogos o se nos miró con suficiencia condescendiente de que éramos
buenos chicos pero muy utópicos.
Pero ahora
ya está. Nadie lo niega, es evidente, y cuando el Gobierno de España, los
asesores de la banca o los “economistas” ortodoxos y del sistema tratan de
desmentirnos o simplemente de burlarse de nosotros, pues: no hay más que
enchufar la televisión, cualquier canal, al objeto de comprobar la
multiplicación de anuncios de mutuas y aseguradoras privadas, de diversos
seguros médicos y de bucólicas clínicas inexistentes en la realidad, dada la
precariedad casi general de los medios sanitarios que poseen. Aunque no solo de
aseguradoras médicas, sino también de fondos de pensiones e incluso ya de
colegios y universidades privadas. Ante esta oleada de publicidad yo me
pregunto ¿si no fuera un negocio la sanidad privada, los fondos de pensiones
privados o la enseñanza privada, se anunciarían en televisión?¿Es acaso
casualidad que sea precisamente en estos momentos cuando esa publicidad se
dispara?
La
publicidad capitalista de un concepto capitalista y por tanto liberal, de la
salud y las pensiones, demuestra que se quiere privatizar para adquirir una
grandísima cuota de negocio al objeto de enriquecerse más las empresas y
accionistas que hay tras ellas.
Hay que
multiplicar la riqueza para los más ricos, convirtiendo derechos sociales
conquistados en negocios y eso nos perjudica a la mayoría. No solo porque se
resiente la calidad, cantidad y dotación de los medios técnicos, sino que se
juega con nosotros y nosotras demagógicamente, pues en la salud no son
gratuitos, ya los pagamos y es un reparto solidario de ventajas a las que
contribuimos todos y todas pues hasta las personas paradas con prestaciones
pagamos impuestos y cuotas de seguridad social.
Como veis
esta crisis solo es una estafa y una reorganización capitalista para ganar más
y hacerlo a nuestra costa.
Todas estas
políticas además son fruto de una ideología determinada, el neoliberalismo. Son
fruto de años de lucha política liberal extrema en contra de lo público y de la
creencia de que todo lo resuelve el mercado. Hace ya años que están detrás del
gran negocio de robar derechos sociales y alcanzar beneficios privados. Hay
muchos documentos, libros, estudios pagados por grandes bancos y empresas
farmacéuticas, sanitarias, de seguros, pagados generosamente a profesores y
profesoras mercenarias, pero también documentos y acuerdos de partidos
políticos liberales y del sistema, con todas estas propuestas. Por tanto esto
no es por su crisis. Los ataques a todo lo publico es simplemente una
oportunidad. La próxima vez a la hora de votar, si deseáis hacerlo, mejor
pensáis un poco en vuestros hijos o en cuando os hagáis mayores. Por lo pronto
a la calle que nos roban miserablemente y encima piensan que no somos
inteligentes. La lucha social, las huelgas, las resistencias es el único
lenguaje que ellos entienden. Hay alternativas y hay otro mundo posible.
Quién iba a
decir que su propia publicidad les podía descubrir. Ah, ni te hagas un seguro
médico privado -tienen menos medios y menos atención para casos graves, ni un
fondo de pensiones -por cierto muchos de ellos, están en quiebra, así que ojo-.
sal a la calle y defiende tu dignidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario