El agente doble Duran i Lleida y los Tristany
Artículos de
Opinión | Jaume Grau | 24-12-2012 |
Los Tristany
fueron una familia carlista catalana que estuvo presente en todos los
conflictos militares del siglo XIX: la guerra dels malcontents durante el reinado
de Fernando VII y las tres guerras carlistas durante la regencia de Maria
Cristina, el reinado de Isabel II y la Primera República y la Restauración. Los
Tristany tenían su casa señorial en el pueblo de Ardèvol, en el municipio del
Pinós, en la comarca del Solsonés. Se trata de una construcción muy recia, más
preparada para la defensa y el combate que para las labores de labranza, hoy
convertida en una casa de turismo rural. Los Tristany, a pesar de luchar
siempre en el bando perdedor, mantuvieron su patrimonio gracias a una sabia
estrategia consistente en desheredar al primogénito que iba al combate y
nombrar heredero al que se quedaba en casa. El general Rafael Tristany,
defensor de los Estados Pontificios frente a los garibaldinos, fue un fino estratega
en la última guerra carlista, y consiguió el respeto de sus enemigos alfonsinos
por darles un trato humanitario cuando caían prisioneros, pero eso no fue
suficiente para continuar en su hacienda al acabar la guerra. Al final del
conflicto se exilió a Lourdes, mientras en Catalunya se hacían cargo de las
tierras sus parientes menos comprometidos con la causa del pretendiente.
La
estrategia de CiU ante los diferentes escenarios que se abren tras su apuesta
soberanista es muy parecida a la de los Tristany en las guerras carlistas,
tener un hijo luchando por la causa y el otro a la expectativa, con buenas
relaciones con la facción contraria. Artur Mas ha asumido el papel más
comprometido, un papel que podría conducirle a la incapacitación política o la cárcel,
a tenor de las amenazas siniestras que llegan de Madrid. Pero el papel de Duran
no está pensado para escenarios tan sombríos, es un recambio natural dentro de
la coalición si el electorado soberanista pierde fuelle en el futuro, algo que,
en caso de que ocurra, se podrá detectar a la luz de las encuestas. Pero no
sólo eso, si se produjera desazón en los círculos empresariales y económicos
catalanes por las medidas fiscales que impone ERC, Durán encarnaría el futuro
de un partido que puede ser puesto en cuestión por el círculo de intereses que
se mueven entorno de la Caixa, Abertis, el grup Godó, Foment del Treball, la
Cambra de Comerç y el círculo Ecuestre. Pero el papel de Duran no se limita a
servir de tabla de salvación de CiU en caso de naufragio, cumple el mismo papel
con el PP y con los socialistas, por eso Duran actúa como un agente doble, en
este caso como un agente triple. Durán ha conseguido situarse en una posición
central en el tablero de ajedrez de la política española, en una partida que podría
terminar en unas tablas de consecuencias imprevisibles para los dos jugadores.
Si, por el contrario, las posiciones soberanistas triunfan en Catalunya, y
Europa las avala para evitar un mal mayor, Duran podría representar el último
recurso del PP y del PSOE para negociar una solución pactada que evite la
ruptura total. En otro escenario de rotura, si el PP rompe la baraja y suspende
la autonomía de Catalunya, encontrará en Durán el personaje clave para
maquillar una operación de represión y atenuar la posible revuelta catalana.
Finalmente, Durán puede ser el personaje idóneo para pactar con el PSOE, si la
solución pasa por un gobierno de coalición CiU i PSC en Catalunya. Los
socialistas necesitan imperiosamente a Duran para salir del atolladero en el que
se encuentran.
Los agentes
dobles son imprescindibles para las relaciones internacionales, incluso en
tiempos de guerra. Mantienen puentes de contacto abiertos y suministran
información interesada pero valiosa. Ante un agente doble, la pregunta que corroe
a uno y otro bando es siempre la misma, saber a qué lealtad real sirve el
espía. Es una pregunta que no tiene respuesta, y la respuesta carece de
interés, porque el agente doble sirve a los dos bandos por un igual. En estas
circunstancias, de enfrentamiento enconado, Duran y Lleida sirve a todos, y
sobre todos, a si mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario