Nochebuena solo para los que saquean un estado devastado
Artículos de
Opinión | Francisco González Tejera | 24-12-2012 |
En este
preciso instante muchas familias del estado español sobreviven a una Navidad
marcada por la miseria. Buscan algo de comida y turrón barato en los
supermercados de sus barrios, haciendo colas interminables en Cáritas o en los
Bancos de Alimentos, con la idea de olvidar por unos instantes la inmensa
desolación, el desfalco premeditado del que estamos siendo víctimas, donde
únicamente la casta político-financiera saca jugosas tajadas.
Millones de
personas viven acorraladas por una banca terrorista que roba y no es condenada,
amiga de una banda organizada que vive de la política, que se hace
multimillonaria con una gestión al mejor estilo de los sinvergüenzas más
famosos de la historia. Su peculiar “Cosa Nostra” les basta para forrarse en
pocos años y montarse sus negocietes, privatizaciones y pelotazos, siempre a
costa del empobrecimiento progresivo de nuestro pueblo. Ya no hay vergüenza y
no se cortan a la hora de seguir recortando derechos. Todo lo hacen, según
dicen, para levantar un país que los anteriores habían hundido, así se van
pasando la pelota cada equis tiempo y mantienen un bipartidismo que roza el
fascismo, que nos impone un “partido único”, basado en la manipulación social y
el saqueo. Puras mentiras para seguir robando el patrimonio público,
privatizando la sanidad y asesinando a quien no tiene medios para curarse.
Dilapidando la educación pública con el objetivo de que los hijos de la clase
obrera jamás puedan formarse y prosperar, convertirlos en los futuros esclavos
de un sistema asesino, cuyo fin principal es consolidar ese nuevo régimen
dictatorial planetario anunciado, sustentado en la brutal represión, en la
explotación, en el genocidio, en las muertes masivas por hambre y en el
enriquecimiento ilícito de los sucios “delincodemócratas” que ostentan el
poder.
La
Nochebuena ya no es buena, se torna oscura y sin magia, solo brilla en los
lujosos salones de una minoría de salvapatrias de guante blanco, que ocupan
cargos públicos en una pseudodemocracia vendida al poder del dinero. La
tristeza inunda unas calles donde observamos a muchas personas sin rumbo, con
los ojos desesperados, recorriendo zonas comerciales sin bolsas en las manos,
alegrando la vista con ilusiones ficticias, imaginando lo que podrían comprar a
sus hijos, soñando con ganar una lotería y salir de una gravísima situación
económica, inducida premeditadamente por la casta gobernante y la delincuencia
financiera.
Esta Navidad
de 2012 se celebra en un estado saqueado, entre los miles de suicidios
mensuales, 6 millones de personas desempleadas, 3 millones de niños bajo el
umbral de la pobreza y casi 4 millones de familias sin ningún tipo de ingresos.
La desesperación invade muchos hogares y una gran mayoría de personas no saben
ya que hacer para poder alimentar a su prole, a unos chiquillos sin futuro,
donde lo único que nos ofrece esta gentuza es limpiar la mierda de los
enriquecidos, trabajar en condiciones de semiesclavitud en los casinos de los
mafiosos, a los que perdonan impuestos a cambio de maletines repletos de dinero
negro.
La
emigración, la prostitución y la humillación de no tener nada, ni siquiera
esperanza, es la alternativa futura que se ofrece a una juventud sin
posibilidades ni perspectivas para el mañana. Esta es la opción que nos venden
los culpables del desmantelamiento de la educación pública y que sentados junto
a la curia planifican su nuevo cortijo del derecho de pernada, el abuso y el
crimen, donde los “Santos Inocentes” somos la clase obrera, los que no llegamos
a fin de mes, los que nos suicidamos cuando la escoria bancaria nos desahucia,
los que sufrimos la bancarrota social, creada premeditadamente por aquellos que
nos roban el futuro, mientras presumen con su trajes caros, desde los escaños
de un parlamento sustentado en la mentira y la estafa.
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