26 dic 2012
Por: Vicente Clavero
Después
de haber mantenido viva su esperanza hasta el último minuto, Mariano Rajoy dejó
a los jubilados con un palmo de narices hace dos semanas, al escamotearles la
actualización de sus pensiones, que este año han vuelto a sufrir una notable
merma de poder adquisitivo. Al presidente del Gobierno no le importó entonces
infligir un nuevo golpe a la economía de nuestros mayores, en cuyos bolsillos
ya había metido la mano con decisiones tan injustas como la subida del IVA o el
copago de algunos servicios sanitarios.
Pues
bien, dentro de su persistente política de castigar a los colectivos más
vulnerables, Rajoy pretende ahora que los trabajadores peor pagados de España
pierdan capacidad de compra en 2013, por efecto de una subida del salario
mínimo interprofesional (SMI) de sólo el 0,6%. Si el Gobierno mantiene la
intención que transmitió la semana pasada a los interlocutores sociales,
quienes cobran el SMI mondo y lirondo percibirán el año que viene 645,30 euros
al mes, en vez de los 641,40 que actualmente se embolsan.
En
los doce meses justos que lleva en el poder, esta es la segunda vez que el PP
se ceba con el salario mínimo interprofesional, para satisfacción de los
empresarios, únicos a los que la medida en realidad beneficia. Por decisión de
Rajoy, el SMI ha permanecido congelado en 2012, después de subir de forma
significativa durante las dos legislaturas de José Luis Rodríguez Zapatero, que
aun así no llegó a cumplir su objetivo de situarlo en 800 euros mensuales.
Además
de ser la retribución más baja para una jornada completa que la legalidad
española permite, el salario mínimo interprofesional sirve de referencia para
la fijación de diversas cantidades, entre ellas las que abona el Fogasa cuando
las empresas tienen deudas con los trabajadores y no pueden pagarlas. El SMI,
por otra parte, es considerado un elemento básico de subsistencia; de ahí que
no se pueda tocar ni siquiera en procedimientos de embargo, y eso, en los
tiempos que corren, tiene su importancia.
Precisamente por la trascendencia del SMI, que excede
incluso el ámbito estrictamente laboral, su revalorización anual está
preservada en el Estatuto de los Trabajadores, siendo el primer criterio
aplicable para ello la evolución de los precios al consumo. Ese texto legal
prevé incluso que el importe del SMI sea objeto de revisión semestral en el
caso de que el IPC desborde las previsiones del Gobierno. Cosa que Rajoy,
siguiendo su inveterada costumbre, se ha vuelto a pasar por el arco del
triunfo.
Fuente: www.publico.es
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