6/24/2014 Alfonso José Vicente Vázquez
Vaamonde
Dice el art. 56-CE78 que “el rey es el Jefe del Estado
símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular
de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en
las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad
histórica y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución
y las leyes”. ¡Vaya sarta de patrañas!
El rey fue el “símbolo de la unidad y permanencia del
Estado Español” hace dos siglos (la mayor parte de américa, y una menor de
áfrica y Oceanía) ¿Qué pasó con el símbolo?: se fue por el sumidero. Así es la
historia.
Leyendo el art. 62-CE78 parece que sirve para algo más
que para ferias y festejos. No es así. De todo lo que “corresponde al
rey”, nada depende de su voluntad; en todo está OBLIGADO: a
sancionar y promulgar las leyes (es decir a firmarlas); a convocar y disolver
las Cortes Generales y convocar elecciones en los términos previstos en
la Constitución, a convocar a referendum en los casos previstos en
la Constitución; a proponer el candidato a Presidente del Gobierno y,
en su caso, nombrarlo, así como poner fin a sus funciones en los
términos previstos en la Constitución; a nombrar y separar a los miembros
del Gobierno, a propuesta de su Presidente; a expedir los
decretos acordados en el Consejo de Ministros, conferir los
empleos civiles y militares y conceder honores y distinciones con
arreglo a las leyes; a ser informado de los asunto de Estado y presidir, a
estos efectos, las sesiones del Consejo de Ministros, cuando lo estime
oportuno, a petición del Presidente del Gobierno; al mando supremo
de las fuerzas armadas (si lo refrenda el Ministro de Defensa); a ejercer el
derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar
indultos generales; el alto patronazgo de las Reales Academias.
También es falso que “arbitre y modere el
funcionamiento regular de las instituciones”. Cada una de ellas se rige sólo
por la CE78 y las leyes. Carece del papel arbitral y moderador como deja bien
claro el art. 64-CE78: “De los actos del rey serán responsables las personas
que los refrenden”. Si nadie los refrenda lo que “arbitre y modere” vale……
una guita; por decirlo fino.
Esas personas que le OBLIGAN o le PERMITEN hacer algo
son “el Presidente del Gobierno y en su caso los Ministros competentes” (art.
64.1-CE78). El Jefe del Estado está a sus órdenes. Si no refrendan sus actos el
Rey puede. … decir misa; y pese a lo bien preparado que está hasta lo dudo. Yo
no “tan bien preparado” fui monaguillo y hubiera podido decirla, aunque tampoco
valiera para nada.
Antes los dictadores, tanto los militares como los
monárquicos, tenían una representación del Estado español en las relaciones
internacionales. Por un lado en las postales: su cara estaba en todos los
sellos (era la única forma de abofetear a Franco que teníamos los españoles), y
en las monedas desde donde nos recordaba que era CAUDILLO DE ESPAÑA POR LA
GRACIA DE DIOS.
El padre del actual dictador monárquico, el dictador
monárquico heredero directo jurado y confeso de la dictadura militar y fascista
estaba en las monedas pero no se atrevió a poner que era REY DE ESPAÑA POR LA
GRACIA DE FRANCO ni – aunque yo creo que sí se lo creía – REY DE ESPAÑA POR LA
GRACIA DE DIOS – como también creía su abuelo, el que se escapó con el rabo
entre las piernas cuando el pueblo dijo ¡hasta aquí hemos llegado! Su hijo creo
que también se lo cree, lo que deja en entredicho que esté tan bien preparado
como dicen: ¡eso es increíble!
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