El juez concluye que
financió con cargo al erario público gastos personales como viajes al
extranjero, regalos, sesiones de liderazgo, decoración, servicio doméstico
irregular pagado ‘en negro', fiestas... Afronta hasta 16 años de prisión. El
matrimonio Urdangarín/Borbón utilizó su pertenencia a la familia real.
JULIA PÉREZ Madrid 25/06/2014 19:05 Actualizado: 25/06/2014
22:26
La
infanta Cristina, a la salida del juzgado de Palma, tras declarar ante el juez
José Castro el pasado febrero.REUTERS
Una sociedad conjunta integrada por Iñaki Urdangarín y la
infanta Cristina, de tan sólo 3.600 euros de capital social, fue el epicentro
de una estructura societaria organizada por los duques de Palma para defraudar
y encauzar el reparto de beneficios del matrimonio. Su nombre, Aizoon, y su
destino: vaciar un aparente Instituto sin ánimo de lucro, Nóos, con el que el
duque y su socio, Diego Torres, pasaban la gorra entre administraciones
públicas y empresas y facturaban "inverazmente". El objetivo: crear
un patrimonio familiar y rentabilizar su pertenencia a la familia real.
El auto del juez de instrucción 3 de Palma, José Castro, es
contundente: no cree a la infanta Cristina y pide que sea juzgada por
participar activamente en el vaciado de fondos del Instituto Nóos, que fueron
obtenidos previamente con "favoritismos y compadreos". Los
delitos a los que se enfrenta la infanta de España: dos delitos contra la
Hacienda Pública y uno de blanqueo de capitales.
La sociedad Aizoon se trataba "de una sociedad pantalla
sin apenas actividad y carente de personal efectivo", y creada como cauce
para vaciar los fondos obtenidos del erario público. "Cauce en el que
directamente intervino activamente Doña Cristina de Borbón y Grecia",
sostiene el auto de Castro. Así lo refleja "hasta la saciedad"
la propia Agencia Tributaria, los testigos y lo confirma el propio contrato de
arrendamiento con la sociedad suscrito personalmente por ella como arrendadora.
Su marido, Iñaki Urdangarín, se asoció con Diego Torres
"al objeto de rentabilizar económicamente hasta donde les fuera posible
ante entidades privadas e Instituciones públicas el área de influencia que se
derivaba del parentesco del primero con la Casa Real".
Como los millonarios beneficios obtenidos por el Instituto
Noos eran "irreconciliables" con su naturaleza de entidad sin ánimo
de lucro, "obligado era vaciar sus cuentas y en esa labor cobró toda su
virtualidad" una red societaria que ambos crearon y "se afanaron
de una manera compulsiva en facturar inverazmente contra aquella cuantos
conceptos tenían a su alcance", sostiene el auto en el que se detallan
los delitos y se imputan a 16 personas.
Dado que esas facturaciones provocaban una "derivación
indeseable", como era el aumento de la base imponible del Impuesto de Sociedades,
"se urdió un sistema de cruce de facturaciones" para que las
sociedades de la trama quedaran con tipos mínimos. Otro sistema "para
conseguir el mismo objetivo" fue Aizoon, creada en 2002, con el
"deliberado propósito" de servir de cauce para el reparto de
beneficios y gracias a la cual la familia Urdangarín/Borbón experimentó
"un nada despreciable alivio". Y cuando ya no les resultó
suficiente, se crearon sociedades opacas en Belice y Londres.
El dinero público desviado de Nóos a la empresa que la
infanta Cristina tenía al 50% con Iñaki Urdangarín fue destinado a la
reforma del Palacete de Pedralbes, en Barcelona, que adquirieron, además de
gastos personales como viajes al extranjero, regalos, sesiones de liderazgo,
decoración, servicio doméstico irregular pagado ‘en negro', fiestas, clases de
baile de salsa y merengue, viajes de lujo y celebraciones familiares, con
la contratación de carpas, mimo y globos.
Fuente: www.publico.es
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