A usted y a
mí nos reingresan unos cientos de euros, a Amancio Ortega o
Emilio Botín les retornan miles y millones de euros
22/06/2014 - 20:36h
El Increíble Montoro lo ha vuelto a hacer. Ha
liado los números de tal manera que llevamos tres días haciendo
gráficos, powerpoints e infografías para aclarar si es
verdad o no que han bajado los impuestos. Una vez más se demuestra
que Churchill tenía razón cuando decía que los números
convenientemente torturados confiesan lo que sea.
El politólogo Aaron Wildavsky también, al
formular su Ley de los grandes números: cuanto más grande la
mentira, más grande el número que la ampara
Los números que podamos echar
ahora resultan del todo irrelevantes. Los números que
cuentan los echaremos y pagaremos en julio de 2016, cuando ya hayamos
votado en municipales y generales. No soy adivino, pero me atrevo a
pronosticar que ni mi declaración ni la suya saldrán a devolver. Al próximo que
venga a marearle con cifras, dígale que lo importante no es cuánto
dejen de retenerle hasta entonces, sino cuánto deberá ingresar al
liquidar el IRPF en 2016.
A la espera de esa hora
feliz, emergen algunas evidencias que ya no van a cambiar. La primera
confirma que ese soniquete que nos cuelan siempre sobre
Europa obligándoles a hacernos sufrir es otra mentira. Meses
de demonizar a Ángela Mérkel, reformar la Constitución en
la clandestinidad, llorar por la soberanía perdida, decir que todo lo que
figuraba en el memorando del rescate bancario era como los diez
mandamientos y ahora resulta que cuando el Gobierno de Madrid quiere
hacer algo, lo hace, le guste a Bruselas o no.
La segunda evidencia es pura matemática. Según el
Ejecutivo, su presunta reforma fiscal nos va a devolver cerca de 8.000
millones. Si tenemos en cuenta que las subidas anteriores han supuesto pagar
30.000 millones adicionales, decir que el Gobierno baja los impuestos es tanto
como decir que Elvis sigue vivo. La supuesta rebaja fiscal
de Rajoy es como la chica de la curva, una leyenda urbana, no existe.
La tercera deriva de la anterior. No se trata
de una bajada de impuestos pero sí es cierto que a las rentas del
trabajo les devuelven una pequeña parte de las subidas anteriores. Como
también resulta cierto que aún les devolverán bastante más a las
grandes empresas y a las rentas de capital. Los impuestos que nos afectan a
todos por igual, ricos y pobres, quedan como estaban. Los impuestos que gravan
más a las rentas medias se ajustan levemente a la baja y los impuestos que
gravan a los ricos se envuelven para regalo. A usted y a mí nos
reingresan unos cientos de euros, a Amancio Ortega o Emilio Botín les
retornan miles y millones de euros.
Si es usted un ciudadano harto de la crisis que de
verdad quiere cree Rajoy cuando le explica que llega la recuperación y le
ha bajado los impuestos, realice un sencillo ejercicio. Olvídese de
los números y los gráficos. Pregúntese cuánto suma ese dinero que
dicen que le van a devolver y cuánto ha repagado y va a seguir repagando
en medicinas, en justicia, en becas, o ayudas para libros, o
para comedor, o para transporte, o para vivienda, o cuantos maestros,
médicos o trabajadores sociales echa en falta. Si ha dejado usted de
recibir el desempleo, o tiene algún dependiente a su cargo, no le digo
nada porque ya lo sabe usted todo. Según mis cuentas, cuanto más nos bajan
los impuestos, más salimos perdiendo.
Fuente: www.diario,es
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