Artículos de
Opinión | Manuel E. Yepe* | 28-06-2014 |
A trece años
del de los actos terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington,
los supuestos responsables de esos hechos han adquirido más poder en la región
de donde provenían que el que alguna vez tuvieron antes de declarar Estados
Unidos la "guerra global contra el terrorismo".
Han sido
motivo de consternación para un gran número de norteamericanos las recientes
noticias sobre la rápida y aplastante ofensiva a través de una amplia franja de
Irak de la hasta ahora desconocida organización fundamentalista cuyo nombre se
ha difundido como ISIS (Islamic State in Iraq and Syria) o EEIL (Ejército
Islámico de Irak y el Levante), o simplemente como la rama iraquí de la muy
difundida y vilipendiada organización al-Qaeda.
Para el
público estadounidenses, acostumbrado a prestar muy poca atención a las
noticias de otros países, el hecho de que en breve tiempo ISIS / EEIL /
AL-QAEDA pasara a controlar buena parte de Irak y una porción de Siria,
confirma el fracaso de la política exterior de su país y, peor aún, la
posibilidad de que Estados Unidos lleve a cabo otra invasión a Irak.
El escritor,
periodista y activista político estadounidense Brandon Turbeville publicó a
mediados de junio tres artículos en el sitio Activist Post en los que aporta
abundante información y sus enjundiosos criterios acerca de esta sorprendente
nueva situación en el Medio Oriente.
Lo más
irónico – dice Turbeville- es que al-Qaeda nunca habría estado en Iraq, ni en
Siria, si no hubiera sido por Estados Unidos y si no fuera porque Washington,
la OTAN y Occidente en general han sido quienes han organizado, financiado,
entrenado, armado y dirigido a ese ente terrorista para servirse de él para sus
propios fines.
El escritor
cita dos posibles razones para que la OTAN haya enviado a combatientes de
ISIS/EEIL a realizar las masacres en Irak y la posterior incautación de grandes
franjas del territorio en ese país.
Una es que
ello brinda la posibilidad de apertrechar a esos agresores en Irak con equipos
militares pesados que luego podrán ser introducidos en Siria a través de la
frontera. Ello permitiría hacer pasar tales medios bélicos como llegados por
errores técnicos y no en virtud de una transferencia subrepticia de armas.
En segundo
lugar, y lo más probable, es que Estados Unidos haya permitido a ISIS
conquistar territorio iraquí para justificar la eventual invasión de Siria que
seguiría a la nueva invasión de Irak.
Por su
parte, otro asiduo colaborador de “Activist Post”, Tony Cartalucci, recuerda
que ISIS/EEIL es producto de una conspiración de la OTAN y el Consejo de Cooperación
del Golfo (GCC) que data de 2007, cuando autoridades de Estados Unidos y Arabia
Saudita intentaron encender una guerra sectaria en toda la región para purgar
el arco de Medio Oriente -que se extiende desde las fronteras sauditas, a
través de Siria e Irak hasta el lejano oeste de Líbano y la costa del
Mediterráneo- de la influencia de Irán.
ISIS/EEIL ha
sido acogido, entrenado, armado y financiado dentro de las fronteras de Turquía
(territorio de la OTAN) y ha sido el que ha puesto en marcha las invasiones en
el norte de Siria, a veces con artillería y cobertura aérea turcas.
Por ello,
siendo ISIS/EEIL es una creación de la OTAN y el GCC, la solución más realista
-si hubiera verdadero interés en Estados Unidos por detener la progresión de la
organización terrorista y deshacer sus avances recientes- sería detener su
financiamiento y apoyo, escribe Cartalucci.
“Cae
enteramente sobre los hombros de Estados Unidos la culpa de que ISIS ahora
controle la cantidad de territorio que tiene de Siria e Irak, no sólo porque la
invasión norteamericana fue la causa de que combatientes fundamentalistas
islámicos ingresaran al país como consecuencia de un vacío de poder, sino
también porque fueron las fuerzas y el financiamiento de EEUU los que
permitieron a los combatientes fundamentalistas atacar a los miembros sunitas y
chiitas de la resistencia iraquí con el fin de romper la resistencia a la
ocupación estadounidense”.
La teoría de
que las sorprendentes acciones del terrorismo en el Medio Oriente constituyen
muestra del fracaso de la política exterior de Estados Unidos en la región
confunde y encubre la verdadera naturaleza del terrorismo, sus raíces
históricas y auge reciente. El crecimiento y la preponderancia en Irak y Siria
del terrorismo, constituyen un éxito y no un fracaso de la política exterior de
la superpotencia porque coinciden con sus propósitos originales, aunque
contradigan las aspiraciones de paz y el interés verdadero de la ciudadanía
estadounidense.
*Manuel
E. Yepe, periodista cubano especializado en política internacional, profesor
asociado del Instituto de Relaciones Internacionales Raúl Roa de La Habana,
miembro del Secretariado del Movimiento Cubano por la Paz.
Fuente:
Cubainformacion TV
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