Son sustancias
químicas presentes en numerosos productos y capaces de interferir con el
sistema hormonal y causar importantes daños a la salud.
España | Tercera Información | 22-06-2014 |
De
acuerdo a un estudio presentado el 18 de junio por la Health and
Environmental Alliance (HEAL), el tratamiento de las enfermedades
vinculadas a estas sustancias químicas presentes en numerosos productos de
consumo asciende a 31.000 millones de euros al año en la Unión Europea. El
gasto sanitario en España por este motivo sería de 2.900 millones de euros.
Los
alteradores hormonales o disruptores endocrinos (EDC en sus siglas en inglés)
están presentes en alimentos y artículos de consumo cotidianos, como juguetes,
productos de higiene, cremas solares, ropa o aparatos eléctricos y
electrónicos. Son sustancias capaces de alterar el equilibrio hormonal y la
regulación del desarrollo embrionario, como ha advertido la Organización
Mundial de la Salud.
Entre
la lista de enfermedades y problemas sanitarios que los científicos relacionan
con la alteración del sistema endocrino están: los problemas reproductivos y de
fertilidad; cánceres de mama, próstata y testículos; desórdenes conductuales en
los niños; obesidad y diabetes. La incidencia de muchas de estas dolencias está
aumentando con rapidez.
El
informe de HEAL, alianza de la que forma parte
Ecologistas en Acción, estima que las enfermedades vinculadas a las
alteraciones hormonales representan un coste de más de 58.000 millones de euros
anuales en España. Se estima que al menos el 5% del total estaría directamente
relacionado con la exposición a EDC, por lo que el coste sanitario asociado a
estas sustancias sería de 2.900 millones.
Este
gasto podría reducirse si se aplican medidas para restringir los alteradores
hormonales en numerosos productos y artículos de consumo. Existen alternativas
a estas sustancias químicas tóxicas, pero tanto la Unión Europea como el
Gobierno español están retrasando la adopción de medidas vinculantes. La
presión de la industria, en particular los fabricantes de plaguicidas, parece
estar detrás de esa demora.
Las
organizaciones sociales reclaman un calendario específico para que las
sustancias alteradoras hormonales sean identificadas y sustituidas por
alternativas más seguras. Ya se han emprendido algunas acciones regulatorias,
como la prohibición del Bisfenol A (uno de los EDC más conocidos) en los
biberones de plástico. También los Reglamentos de Plaguicidas y Biocidas
prohíben estas sustancias, pero no se ha aplicado la prohibición por la demora
de la Comisión Europea a aprobar los criterios para identificar estas
sustancias.
Algunos
países han adoptado además restricciones nacionales a los EDC. No es el caso de
España, a pesar de los llamamientos de emergencia lanzados por la Sociedad
Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), que reúne a 3800
investigadores y profesionales de la salud pública en España, además de decenas
de organizaciones sociales y sindicatos.
Enlace
al informe en : http://www.env-health.org/news/late... HEAL reúne
a más de 65 organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción y Vivo Sano http://www.env-health.org/members/
No hay comentarios:
Publicar un comentario