Suculentos
fondos de inversiones con una rentabilidad del 50% exclusivos para
europarlamentarios
Por A.R.
Suárez - Redacción Canarias Semanal.org
Miércoles,
25 de junio de 2014
La oscura relación entre las ya denominadas "pensiones
Sicav" y el eurodiputado Willy Meyer ha servido para
poner en la primera línea informativa el hecho de que, desde el año
2009, era sabido que el 70% de los eurodiputados españoles participaba
en el suculento negocio de las mentadas "pensiones". Es
ahora cuando nos venimos a enterar de que el el ‘think tank’ Open
Europe lo había puesto al descubierto desde ese año.
Estupor ha causado el dato de que las inversiones realizadas por los
54 europarlamentarios españoles en las "pensiones
Sicav" sólo es superada por los eurodiputados polacos,
que en un 89% han realizado ese tipo de inversiones, por los del
Reino Unido que alcanzaba la cifra del 80%, por los portugueses
y los eslovenos, a los que correspondía el 79% y 71% respectivamente.
El think tank "Open Europe" realizó esta investigación
después de que comenzara a rumorearse que en caso de quebrar tales fondos
serían los contribuyentes europeos los que se verían obligados a asumir
el rescate del fondo de pensiones, para cubrir el agujero que en
el 2009 alcanzaba la friolera de 113 millones de euros.
LA LISTA
“EJEMPLAR” DE LOS “INVER-EUROPARLAMENTARIOS” ESPAÑOLES
La Sociedad de Inversión de Capital Variable, a la que corresponde las
siglas Sicav, es el medio de inversión colectiva que ha permitido
a los eurodiputados adherirse de forma voluntaria para asegurarse una
notabilísima pensión extra a partir de los 60 años. Las aportaciones
las hacían los diputados mensualmente, en la cantidad de €1.194,
mientras que el Parlamento Europeo aportaba el doble de esa cantidad,
€2.388. Según los datos recogidos por la redacción de Canarias Semanal,
la rentabilidad de esa inversión llegaba a alcanzar el 50%, aunque otros
datos indican que la rentabilidad obtenida en el año 2002 fue tan solo
del 9.4%.
Los nombres que aparecen en las listas de las inversiones de "pensiones
Sicav", en las que una inversión de €10.000 pronto generaba
5.000 euros más -es decir, un astronómico 50% de beneficios -, son tan
significativos como los de Elena Valenciano, la aguerrida cabeza
de lista del PSOE en las pasadas elecciones europeas; Miguel Arias Cañete,
el prometedor candidato del PP y nada menos que Rosa Díez,
la candidata "regeneracionista" de UPyD. En la misma
lista figuran también otros destacados personajes de la política española como
el actual ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, o el ultraderechista
Jaime Mayor Oreja que, como los anteriores, ha disfrutado de las
alucinantes vacaciones que suponen pasar por las instituciones parlamentarias
de Bruselas.
SI
ESTOS FONDOS BUITRES QUIEBRAN LOS CONTRIBUYENTES TENDREMOS QUE CUBRIR EL
AGUJERO
El Parlamento Europeo se apresuró a dar explicaciones este
martes acerca de la historia de los fondos bicoca
de las pensiones Sicav. Esta, por lo visto, se
remonta nada menos que al año 1990, cuando un número de eurodiputados
propusieron crear un sistema de pensiones complementario y voluntario.
El Parlamento Europeo, no obstante, no ha acabado de aclarar cuál es el
monto total de sus aportaciones, tratando de justificar
el supuesto desconocimiento argumentando que en aquella época los
salarios y prestaciones sociales de los eurodiputados dependían de cada Estado
miembro.
Asimismo, los inquietos portavoces del Parlamento manifestaron que
"la fórmula escogida para este sistema complementario de
pensiones", la Sicav, fue decidida el 3 de marzo de 1994
y que, faltaría más, el procedimiento era "absolutamente legal"
Curiosamente, la pensiones buitre estaban radicadas en
Luxemburgo porque, según ellos, era allí donde se encontraba la sede
de la Secretaría General del Parlamento Europeo, en la que se manejan
los fondos financieros de la institución.
Por otra parte, la Dirección General de Finanzas de la
Eurocámara admitió, después de que estallara el escándalo, que existía
preocupación por "el agotamiento del fondo". Y que los
responsables últimos que tendrían que garantizar el pago de los derechos
de pensión para todos los antiguos y actuales eurodiputados son los
contribuyentes europeos. Es decir, todos nosotros.
Fuente: http://canarias-semanal.org/
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