Reconocida
la desigualdad de género, es necesario avanzar en las políticas de igualdad, en
la integración de la perspectiva de género en todas las políticas, planes y
programas, dirigido a erradicar la feminización de la pobreza.
nuevatribuna.es
| 26 Junio 2014 - 18:46 h.
La Estrategia Europea 2020 ha fracasado en su
objetivo de reducir en al menos veinte millones el número de personas pobres en
Europa, la Plataforma Europea Contra la Pobreza y la Exclusión social no
plantea la redistribución de recursos, ni la reducción de las desigualdades
para las personas ni los colectivos vulnerables, y el aspecto de género de la
pobreza y la exclusión social se ha ignorado pese a que esos dos elementos
tienen un impacto diferente en las mujeres que en los hombres, no sólo porque
ellas encuentran más dificultades para tener ingresos suficientes, sino por la
escasez de servicios para compatibilizar la vida laboral y familiar,
en definitiva, no se presta suficiente atención a la feminización de la
pobreza.
No todos los
derechos fundamentales y sociales que pronuncia la Constitución de 1978 se han
hecho realidad, entre otros, la igualdad de todas las personas ante la Ley, sin
que pueda prevalecer discriminación alguna (artículo 14), el derecho al
trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer las necesidades sin que
pueda hacerse discriminación por razón de sexo (artículo 35), el derecho
a la vivienda, educación y sanidad pública universal, el cuidado de las
personas mayores o dependientes o el derecho a unas pensiones dignas, están
cada vez más alejados las necesidades y derechos de la ciudadanía,
repercutiendo negativamente en las mujeres.
No todos los derechos fundamentales y
sociales que pronuncia la Constitución de 1978 se han hecho realidad, entre
otros, la igualdad de todas las personas ante la Ley
Es evidente
el retroceso en derechos sociales desde que comenzó la llamada crisis
económica, en los últimos años los poderes públicos no han asegurado la
protección social, económica y jurídica de las familias (Artículo 39), todo
ello porque la desigualdad se ha convertido en un pilar de la economía
neoliberal donde el crecimiento se desarrolla a costa del bienestar de
las personas, y en el caso de las mujeres de la doble jornada, productiva y del
cuidado.
Reconocida
la desigualdad de género, es necesario avanzar en las políticas de igualdad, en
la integración de la perspectiva de género en todas las políticas, planes y
programas, dirigido a erradicar la feminización de la pobreza y luchar contra
la exclusión social, favorecer el empleo y las políticas sociales, ya que las
mujeres están mas en riesgo de pobreza que los hombres, y hay mas mujeres
pobres que hombres.
Exigimos el
cumplimiento integro del Plan nacional de acción para la inclusión social del
Reino de España 2013-2016, la implantación de un plan para la Inclusión
en la Comunidad de Madrid desde al perspectiva de género, así como un plan de
igualdad y contra la violencia de género de la CM, que incorpore el eje de
lucha contra la feminización de la pobreza y exclusión social, y como medidas
políticas y sociales, orientar el gasto social a la redistribución de la
riqueza, a la reducción de las desigualdades, a asegurar y proteger a todas las
personas frente a la incertidumbre, a la promoción de la igualdad de
oportunidades entre las personas, entre mujeres y hombres, y entre los grupos
sociales, a garantizar la cobertura de las necesidades básicas, al respeto a
los derechos fundamentales consolidando los derechos sociales para el
bienestar, entre otras actuaciones, con rentas y prestaciones sociales
efectivas que apoyen a las personas, y específicamente a las mujeres y a los
colectivos sociales de mujeres vulnerables.
Reclamamos
el desarrollo de políticas de apoyo familiar suficientes, estableciendo el salario social
individual como derecho subjetivo, y favoreciendo los procesos de conciliación
con la vida laboral, mediante la implantación de servicios y medidas que lo
faciliten.
Solicitamos
la puesta en marcha de unos presupuestos participativos y con perspectiva de
género que contemplen prioritariamente una distribución más justa de los
recursos, que garanticen el acceso de las mujeres a un trabajo y pensiones
dignas, así como el acceso en igualdad a los servicios públicos y protección
social universal, que pongan freno al aumento de la pobreza y de la exclusión
social de las mujeres.
Hay
alternativas para salir de la pobreza y del riesgo de exclusión que también
genera incapacidad para participar en la vida social, proponemos la
participación social de las ciudadanas y sus asociaciones como promotoras de la
acción contra la feminización de la pobreza y la exclusión social, y reclamamos
el compromiso de Gobiernos y Administración pública en el fomento del
asociacionismo e impulso de la participación de las asociaciones de mujeres en
la política económica y social.
Fuente: www.nuevatribuna.es
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