Artículos de Opinión | José Gregorio Piña | 23-09-2013 |
¿Qué es una guerra
económica?
Guerra económica es
un término que designa un conjunto de acciones encubiertas o disimuladas
ejecutadas por diversos actores económicos, por lo general bajo un plan
concebido por actores políticos y estrategas militares, combinadas o no con
otros métodos de ataque; destinadas a afectar de manera desfavorable el
desempeño de una economía nacional, bajo la apariencia de ser consecuencia
necesaria de la exclusiva gestión deficiente del respectivo Gobierno Nacional;
ubicadas dentro de un marco de actuación de mayor alcance, como uno de los
frentes de batalla, en este caso en el desarrollo de las actividades de
producción, transporte, intercambio y consumo de bienes y servicios; en el
contexto de una guerra abierta o encubierta llevada a cabo por potencias externas,
aliadas o no con grupos políticos externos o locales, opositores todos, que
financian los costos de esas acciones económicas y que buscan derrocar a dicho
Gobierno por cualquier vía, legal o ilegal, de violencia explícita o implícita;
con apoyo de medios de propaganda, incluidas las empresas de comunicación
social que controlen, para resaltar, magnificar y reforzar las situaciones
desfavorables propiciadas por dichas acciones económicas, creando un efecto
retroalimentador sobre las expectativas de los actores económicos afectados y
socavando el apoyo político del Gobierno de que se trate.(concepto desarrollado
por José Gregorio Piña T.).
¿Qué factores
evidencian que estamos ante una guerra económica?
Basados en muchos
antecedentes, entre los cuales resaltan toda la información desclasificada que
prueba la intervención directa del gobierno de los EUA, a través de la CIA y de
empresas estadounidenses, en la acción subversiva en contra de Salvador Allende
como candidato, como Presidente electo y luego como mandatario en ejercicio y
que desembocaron en el Golpe en Chile de 1973 y la consiguiente dictadura
militar; y en las revelaciones de ex agente John Perkins en su libro
"Confessions of an economic hit man", traducido al español como
"Confesiones de un sicario económico"; se puede corroborar una serie
de elementos que evidencian el desarrollo de una guerra económica en la
actualidad en Venezuela, que encaja en la definición que doy, y que coincide a
la letra con los antecedentes citados:
a-Desabastecimiento injustificado
de productos específicos que afectan los hábitos y costumbres de la población.
Nótese que no son muchos los artículos, porque se afectarían los ingresos de
los propios actores económicos que ejecutan esas acciones y porque se haría
evidente la acción obstruccionista, con lo cual el efecto político buscado
podría revertirse hacia sus ejecutantes.
b-Elevación
injustificada, anárquica y arbitraria de los precios, sin que haya un correlato
objetivo que justifique dicha alza.
c-Desvío de productos
desde los canales regulares de distribución, incluso los del Estado, hacia los
canales irregulares, o hacia depósitos para su ocultamiento o incluso para ser
llevados a otros países mediante el contrabando de extracción.
d-Actuaciones
comprobadas de sabotajes de fuerte impacto diseminadas en servicios básicos,
centros de producción, medios de producción y medios de transporte; o acciones
de sabotaje continuado de bajo impacto en todos estos factores, con afectación
global de la producción y adicional efecto sicológico.
e-Campaña mediática
permanente de titulares focalizados casi de manera exclusiva en
"hechos" y cifras adversas de orden económico, reales o ficticias,
manipuladas o exageradas, y una matriz predominante de un pretendido caos y
estallido de la economía del país; con apoyo de operadores políticos investidos
de estudios formales en la materia, atribuyendo todo lo negativo a la gestión
de Gobierno.
f-Campaña de ataque y
descrédito contra la moneda venezolana, invocando el ilegal mercado de divisas
y un precio irreal de las mismas que no deriva de transacciones en un mercado
formal y que no son representativas ni del conjunto de transacciones en divisas
efectivamente realizadas ni mucho menos de las que requiere la economía
venezolana.
g-Actuaciones insidiosas
de operadores sicológicos camuflados como favorables al Gobierno, que buscan
posicionar una doble matriz: por un lado, que el Presidente y su equipo no
tienen la "competencia técnica" y que por eso han creado la crisis y
que no pueden manejarla; y por otro lado, que el Presidente y su equipo
económico están traicionando al Presidente Chávez e implementando medidas y
acciones contra el Pueblo y a favor de la oligarquía económica; incluso negando
la evidencia fáctica de las decisiones y actuaciones similares del Presidente
Chávez sobre esos mismos asuntos.
¿Qué actores
intervienen en la guerra económica? ¿Quiénes se benefician y a quienes
perjudica?
a-Gobiernos
extranjeros
b-Diversas agencias
de inteligencia y de intervención de diversos gobiernos extranjeros, desde
fuera y también dentro del país.
c-Empresas
multinacionales
d-Grupos financieros
internacionales
e-Empresarios
nacionales
f-Organizaciones
políticas, tanto extranjeras como del país.
g-Empresas de
comunicación social controladas por todos los anteriores
Todos ellos se
benefician; y se perjudica todo el resto de la sociedad, incluidos los pequeños
y medianos empresarios privados; además, por supuesto, del Gobierno legítimo de
Venezuela.
El beneficio para los
primeros tiene una doble vertiente: la primera, pero secundaria, es la ganancia
económica que se genera; pero el verdadero objetivo es la ganancia política,
sea por la merma de votos a favor del proceso hacia el Socialismo por
abstención o por cambio de voluntad del votante, o sea por fomentar el clima
político que sirva de pretexto para acciones abiertas de índole subversiva.
¿Cómo influye el
precio del dólar paralelo en la deformación de la economía venezolana?
En términos técnicos
reales la influencia de esas transacciones ilegales debería ser mínima, porque
su incidencia en términos de divisas es menor al 6% del total de divisas
transadas, según informan actores relacionados con dicho mercado ilegal.
El real impacto viene
dado por el contexto de guerra económica ya analizado, primero porque el
adversario ha logrado construir una matriz de opinión que pretende justificar
toda alza indiscriminada y exagerada en los precios de bienes transables y no
transables, sobre la base de un alegado "precio" de la divisa que no
proviene de un mercado arbitrado y transparente, donde no se conoce la supuesta
formación de ese precio, y que es casi exclusivamente para especulación
financiera y no para la adquisición de bienes, finalidad ésta última que es
atendida en la cuantía necesaria por los mecanismos legales implementados por
el Estado venezolano.
¿Cómo podemos los
venezolanos de a pie combatir la guerra económica?
a-Primero y
principalmente, tomando conciencia de la existencia de la guerra económica y
estando claros de en cuál de los dos bandos estamos, y teniendo claro que en
toda guerra hay bajas y existen contratiempos, pero el grueso de la población
resiste; porque está claro que si triunfa el bando contrario, la situación será
mucho peor; como amargamente han aprendido tardíamente los votantes de Grecia,
España y Portugal, sólo para citar algunos ejemplos recientes europeos.
Si por los muertos,
prisioneros, exilios y daños de la Guerra de Independencia de Venezuela, la más
larga, cruel y cruenta de toda América, los venezolanos de ese entonces hubieran
optado por rendirse a favor del Imperio Español, no habríamos alcanzado la
independencia.
b-Estar conscientes
de que en estos 14 años hemos sobrellevado y superado situaciones económicas
mucho peores, sobre todo las ocasionadas por el paro y sabotaje petrolero, y
que las pudimos superar con acciones y medidas del Presidente Chávez de la
misma índole y de mayor impacto en el alza de precios que las ahora adoptadas
por el presidente Maduro, como fueron las cuatro devaluaciones entre 1999 y
2012, una de ellas del 100%, y con un efecto acumulado del 646%.
c-Estar conscientes
que, a pesar del alza del INPC (precios), poniendo el asunto en perspectiva,
comparando con el año base de 1997, a la fecha el ingreso mínimo legal está
110% por encima de la inflación, es decir que ha más que duplicado el nivel de
inflación y el salario mínimo a la fecha está 47% por encima de la inflación en
estos pasados 14 años. Y los ingresos salariales de todo el sector público
están 10% por encima de la inflación. ¿Qué quiere decir eso? Que por primera
vez desde hace 40 años los ingresos reales están por encima de la inflación,
que no fue así en las pasadas décadas.
A título de ejemplo
contrario, durante el quinquenio nefasto, el peor de todos los pasados 40 años,
que fueron del 92 al 96, en el cual los salarios reales cayeron en 93%, o sea
era menos del 10%, porque la inflación fue muchísimo más alta y sin embargo los
salarios no crecieron.
En los Estados Unidos
relativamente hay poca inflación, pero nadie dice que el ingreso medio real de
los hogares estadounidenses ha disminuido en más del 40% en los últimos 30
años. En la Alemania bajo Angela Merkel han disminuido en 15% en términos
reales, igualito en Chile, en Perú, no suben los precios de bienes y servicios
pero disminuye el ingreso real de la población trabajadora.
Adicionalmente,
existe un mayor nivel del empleo de calidad. En esto hay que recalcar que ese
es un crecimiento que viene sostenido desde el año 1999 hasta la fecha, donde
se ha generado en la economía mas de 4 millones y medio de empleos y empleos de
calidad puesto que el sector formal de la economía ha aumentado en mas de 14
puntos porcentuales, hoy supera el 60%, casi los dos tercios, en el entendido
de que nunca va a ser el 100%, porque los emprendedores, los que tienen sus
propios negocios, sus actividades de nivel personales: el índice de
emprendimientos en Venezuela es de los mas altos del mundo.
Más del 80% de todos
los trabajadores devenga por encima del Ingreso Mínimo Legal, y además en los
pasados 14 años el gobierno Nacional ha acordado y mantenido más de 2,2
millones de nuevos pensionados, los cuales igualmente reciben el equivalente
del Salario Mínimo.
d-Usar al máximo las
opciones de adquisición de alimentos y bienes del Estado venezolano, y adquirir
el resto de bienes, en lo posible, a organizaciones comunitarias y otras formas
asociativas que vendan a menores precios.
e-Ejercer al máximo la
contraloría social contra todas las prácticas enumeradas que caracterizan la
guerra económica, y denunciarlas por los mecanismos establecidos, incluidos el
novedoso 0800-SABOTAJE y las redes sociales.
f-Tomar conciencia de
que el consumismo, es decir, la adquisición de bienes superfluos o que no sean
esenciales, u optar por las versiones más costosas o de moda, y la preferencia
injustificada por opciones elaboradas, en detrimento de la propia elaboración
de alimentos, son conductas que aumentan nuestras erogaciones.
g- Hacer ver a todos
nuestros parientes y relacionados todo lo arriba expuesto, y dejar claro cuál
debe ser la conducta social favorable a los intereses del Pueblo, y desalentar
toda actitud derrotista o claudicante, ejemplificando con la experiencia de los
años 80 y 90 del siglo pasado en Venezuela, y con la experiencia actual en
otros países, que la opción de gobierno de la Derecha, sobre todo en su faceta
más neoliberal en lo económico y más opresiva en lo político, bajo ninguna
circunstancia es un alternativa favorable y, por lo contrario, sería de
consecuencias económicas y sociales mucho más nefastas para la mayoría de la
población.
| aporrea.org
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