La
Caixa, entidad en la que la infanta Cristina trabaja como directora del Área
Social de la Fundación desde Suiza, aumentó en un 200% su sueldo desde 2004.
Según publicaEl Confidencial, la hija del Rey ha pasado de cobrar 83.000
euros anuales a 238.000.
Así lo han
reconocido fuentes de la caja catalana después de que la Agencia Tributaria
haya remitido al Juzgado de Instrucción número 3 de Palma un informe requerido
por el juez Castro para conocer todas las operaciones realizadas por la hija
del Rey con terceros y enumerar las cantidades que se habían desviado desde
Aizoon por Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres.
La
Audiencia de Baleares suspendió el pasado mes de mayo la imputación de la
Infanta, pero dejó la puerta abierta a una nueva imputación por fraude fiscal y
blanqueo de capitales. Por ello, el juez está reuniendo pruebas antes de tomar
la decisión.
En dicho
informe figura que la duquesa de Palma ha triplicado su sueldo en la entidad
que preside Isidre Fainé desde 2004: si ese año cobró 83.000 euros, al año
siguiente su retribución ascendió a 112.000 euros, en 2006 fue de 124.000
euros, en 2007 de 131.000 euros, en 2008 de 139.000 euros, hasta llegar este
año a los 238.000 euros coincidiendo con su marcha a Ginebra (Suiza).
Sin
embargo, según afirma un portavoz oficial de La Caixa, todos lo sueldos de los
cargos directivos de la entidad están congelados desde 2010. Además, ha
desmentido que la caja esté sufragando los gastos de alquiler -60.000 euros- y
de escolarización de sus hijos -120.000 euros- que la Infanta tiene en Suiza.
La Agencia Tributaria ha desvelado también que la hija del Rey se
aualquilaba el palacete de Pedralbes para desviarse dinero desde
Aizoon y así engañar a Hacienda, según publica el diario El Mundo.
En dicho
informe, la Delegación de Hacienda de Cataluña desvela que la infanta ha
percibido una cantidad de forma anual (y que asciende a un total de 30.747
euros) desde la sociedad que comparte al 50% con su marido, Aizoon, bajo el
concepto de alquileres ficticios: alquilando su residencia barcelonesa a esta
sociedad instrumental.
Así, la hija del Rey simulaba que la tapadera tenía oficinas cuando en realidad
no desempeñaba servicio alguno, generaba gastos ficticios con los que pagaba
menos impuestos y, además, se apoderaba del dinero público llegado a Aizoon
desde Nóos.
ecodiario.es
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