Por Manel García Biel | Un
Compromiso para la Regeneración Democrática sería hoy en día un elemento que
podría permitir elevar la moral de la sociedad e ilusionarla.
nuevatribuna.es | Manel García Biel | 26 Septiembre 2013 - 18:09 h.
Foto: Prudencio Morales.
No se puede negar la profunda involución que estamos sufriendo
en España en todos los órdenes, derivada de las políticas llevadas a cabo por
el Gobierno del PP, que ha significado una profunda regresión democrática como
consecuencia de una lectura limitativa de los propios principios de la
Constitución.
La política del PP ha utilizado la crisis para hacer una
política conservadora en su globalidad que ha afectado casi todos los ámbitos
de la vida ciudadana, comportando una verdadera contrarreforma en cuanto a la
limitación de los derechos sociales económicos y laborales de la ciudadanía que
nos ha hecho retroceder casi hasta los momentos predemocráticos.
Nada se ha escapado de la política de contrarreformas del PP,
desde los derechos globales hasta los derechos individuales de las personas,
todo hecho además mediante una actuación legislativa carente de debate
democrático y fundamentada en el uso abusivo del Decreto Ley y el desprecio al
resto de las fuerzas políticas.
Para afrontar esta situación y para dar esperanza a la
ciudadanía se debería dar un fuerte compromiso de Regeneración Democrática,
avalado por parte de todas las fuerzas políticas y sociales de progreso,
firmado y ratificado, a fin de revocar toda la legislación antisocial y
reaccionaría del PP, como base para impulsar un paso adelante y unas políticas
antitéticas a las de la derecha reaccionaria que nos ha gobernado.
Se trataría pues, ni más ni menos, del compromiso de todas las
organizaciones de izquierda y progresistas para derogar lo antes posible, es
decir cuando el PP y la derecha pierda su mayoría absoluta, de forma urgente y
sin excusas toda la involución legislativa efectuada en esta última
legislatura.
A este fin se debería elaborar una propuesta de ley
"ómnibus", similar a la que utilizó en Cataluña el Gobierno de Artur
Mas, con la colaboración del PP, y que eliminó todos los aspectos de progreso
introducidos por los gobiernos tripartitos. En este caso sería al revés, se
trataría de eliminar de una vez toda la legislación involutiva del PP y la
derecha.
En cuanto a la reforma legislativa, el acuerdo de las fuerzas
políticas y sociales de progreso debería incluir a modo de ejemplo:
• Revocación de la última Reforma Laboral
• Revocación de la Reforma de las Pensiones
• Revocación de la LOMCE • Revocación de la Ley de Costas
• Revocación de la ley de composición de los órganos del Poder
Judicial.
• Revocación de la Ley de la Justicia
• Revocación de la Ley de Estabilidad presupuestaria
• Etc.
Asimismo deberían establecerse compromisos destinados a combatir
los efectos de las políticas antisociales de los populares en campos como los
de la educación, la sanidad, los servicios sociales, etc., potenciando sus
partidas presupuestarias.
También se deberían de establecer compromisos en temas como
inversión en Investigación y Desarrollo, en potenciar las energías alternativas
y el desarrollo de infraestructuras e industrias innovadoras.
El compromiso también debería abarcar a las posibles agresiones
que pueda efectuar el PP en el ámbito de las libertades individuales, sea en
temas como el aborto o con respecto a los derechos de las nuevas formas de vida
familiar.
Otro aspecto fundamental del compromiso deberían establecerse en
torno a una profunda reforma fiscal, que permita de una vez por todas a que
paguen los que se han beneficiado de la crisis, las grandes fortunas, los especuladores,
los defraudadores y evasores, la economía sumergida, la iglesia etc. Asimismo
sería necesario que la gran banca hiciera la oportuna devolución a la sociedad
de la inmensa inversión efectuada por la sociedad en su saneamiento y no
correspondida por el incumplimiento de su función de intermediario financiero
que deberían haber hecho llegar la financiación a la sociedad.
También habría que establecer un acuerdo para eliminar los
efectos centralizadores de las políticas del PP y establecer el respeto y la
potenciación del carácter plurilingüe y plurinacional del Estado.
Este Compromiso, no pretendería ser ni un Programa de Gobierno,
ni una plataforma de unidad electoral, sino simplemente un compromiso político
de las fuerzas firmantes para garantizar políticamente y parlamentaria la
regeneración democrática que el país necesita, al margen de la fórmula de
gobierno.
Es evidente que si la correlación parlamentaria lo permite
podría conllevar a abrir la puerta a una Reforma Constitucional que garantizara
de forma más profunda y duradera los compromisos establecidos. Pero no debería
ser el objetivo básico para un gran acuerdo unitario.
Es evidente que la presentación de un compromiso de este tipo
que podría ser presentado por las fuerzas sociales, los propios sindicatos
confederales o la Cumbre Social a las diversas fuerzas políticas también
serviría para que estas tuvieran que retratarse ante la ciudadanía con unos
inequívocos compromisos electorales. La propuesta debería estar abierta a la
firma de todas las fuerzas políticas que se reclaman de izquierdas o
progresistas que lo deseen. La no firma también sería demostrativa de sus
voluntades.
Un Compromiso para la Regeneración Democrática sería hoy en día
un elemento que podría permitir elevar la moral de la sociedad, ilusionarla y
avanzar en una propuesta que tenga como objetivo conseguir una hegemonía del
pensamiento de progreso frente a la actual hegemonía de la derecha.
Fuente:
http://www.nuevatribuna.es/
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