Día 26.9.13
Coincidiendo con las elecciones
federales en Alemania del domingo pasado, los ciudadanos de Hamburgo votaron en
un referéndum a favor de que el gobierno regional recomprara la red de
electricidad y de gas que había sido privatizada hace tiempo. La propuesta
promovida por la plataforma ciudadana Unser Hamburg-unser Netz (Nuestro Hamburgo-nuestra red) fue aprobada por el
50,9% de los votantes.
Este miércoles, el Senado de la ciudad
hanseática, la más rica del país, se ha reunido para explorar cómo se pondrá en
práctica el proceso de renacionalización. No será fácil ya que las empresas
propietarias, las multinacionales energéticas Eon y Vattenfall, se defenderán
con todos los instrumentos legales y su considerable poder de lobby.
Los promotores de la iniciativa
esbozaron varios argumentos para la necesidad de que las redes de esta
ciudad-estado de 1,7 millones de habitantes vuelvan a manos públicas. Dicen que
los beneficios y las decisiones estratégicas sobre tarifas y puestos de trabajo
deberían responder a las necesidades de los habitantes de la ciudad en vez de
depender de grandes empresas que, evidentemente, se deben a los intereses de
sus accionistas. Además, acusan a Eon y Vattenfall de apostar demasiado por la
energía nuclear –aunque su fin esté programado para 2022 en Alemania- y las
centrales de carbón, más que por energías renovables.
El éxito de la iniciativa en el
referéndum del domingo tiene más mérito aún dado que sólo contaba con el apoyo
de los verdes y de Die Linke, la formación de izquierdas. Los democristianos de
la CDU de la canciller Angela Merkel, los liberales del FDP y los
socialdemócratas (SPD) estaban en contra de la renacionalización de las redes.
Hamburgo es el único de los 16 estado federados de Alemania donde el SPD
gobierna con mayoría absoluta (desde 2011).
El alcalde-presidente, Olaf Scholz, ya
había negociado la compra de una participación del 25,1% de la red, algo que
consideraba suficiente para garantizar el interés público en la empresa. Pero
la iniciativa, que contaba con el apoyo de sindicatos, organizaciones de
consumidores y partes de la iglesia protestante, no comparte este argumento de
Scholz.
La ley alemana permite este tipo de
referendos, ques on promovidos por los ciudadanos, solo a nivel regional pero
no a nivel federal, aunque hay presiones para cambiarlo. En este sentido, el
éxito de la iniciativa en Hamburgo también es un empujón para más participación
directa en la política. „Se trata de un hito para la democracia“,, celebró el
portavoz de la iniciativa de Hamburgo, Manfred Braasch.
Thilo Schäfer
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