Alrededor de dos mil
personas han recorrido las calles de Madrid bajo un intenso chaparrón por la
abolición de la monarquía y por un proceso constituyente
JAIRO
VARGAS Madrid 28/09/2013 21:48 Actualizado: 28/09/2013 23:24
Los antidisturbios
aguantan el chaparrón en la Plaza de Isabel II durante el Jaque al rey.- VICTOR
LERENA (EFE)
La
lluvia ha sido la protagonista en la manifestación del Jaque al rey convocada
por la Coordinadora 25-S. Finalmente no ha habido ni acampada ni concentración
frente al Palacio Real. El agua y un fuerte despliegue policial en los accesos
a la Plaza de Oriente han disipado los ánimos de los cientos de manifestantes
que en esos momentos, alrededor de las 20.00 horas, no habían decido
resguardarse de un chaparrón que no ha dado tregua casi desde el comienzo de
marcha.
Como
es habitual, gran disparidad en la cifra de asistentes. Los convocantes
aseguran que 8.000 personas han recorrido Madrid desde el intercambiador
del metro de Moncloa hasta la Plaza de Oriente. La Policía, por su parte, ha
contado sólo entre 1.000 y 1.500, un número muy parecido al de los agentes
que han compuesto el dispositivo policial, que según han confirmado fuentes de
la Jefatura, ha constado de 28 grupos de la Unidad de Intervención Policial
(UIP), es decir, unos 1.400 agentes antidisturbios.
Parecía
que la lluvia no iba ser inconveniente en esta manifestación por la abolición
de la monarquía y por la apertura de un proceso constituyente cuando en Moncloa
irrumpían elefantes de plástico y peones de ajedrez de cartón. Entonces eran
las fuerzas de seguridad del Estado las que, según anunciaron los
organizadores, impedían la llegada de muchos asistentes a través del metro.
Finalmente, con unos minutos de retraso, una columna de alrededor de 2.000
personas cortaba el tráfico en ambos sentidos de la calle Princesa con una gran
pancarta en la que se leía "Jaque al rey. Proceso constituyente"
y se empezaba a escuchar el lema más coreado de la protesta: "Juan Carlos
I, de Franco es heredero".
Hasta
Madrid han llegado autobuses desde distintos puntos del país: desde Burgos,
Valladolid, Valencia. Algunos han sido interceptados en el viaje por la
Policía, que ha entrado en los vehículos para identificar a sus ocupantes,
aunque según ha confirmado a Público, René, uno de los organizadores de
la protesta y miembro de la coordinadora, no se ha impedido el acceso a ninguno
a la capital.
La movilización
ciudadana se resiente
La manifestación a su paso por Gran Vía. -JAIRO VARGAS
Apenas
había presencia policial en el recorrido. Cuatro furgones policiales escoltaban
la marcha por delante y otros tantos hacían lo propio por la parte de atrás.
Sin embargo, el resto, hasta llegar a los 1.400 agentes de la UIP preparados
para esta manifestación, había que buscarlo en la Plaza de Oriente, donde la
Coordinadora 25-S había anunciado una concentración indefinida para cerrar esta
convocatoria contra la monarquía que lleva organizándose desde el verano. Allí,
decenas de furgones policiales permanecían estacionados para impedir el paso a
los manifestantes.
Con
lluvia o sin ella, esta manifestación evidencia cierto desgaste en la
protesta social, después de dos años en los que las calles de toda España
han clamado contra los recortes en políticas sociales, la reforma laboral, los
desahucios y un sinfín de políticas neoliberales implementadas por el gobierno
del PP.
Hace
poco más de un año, la misma coordinadora, junto a la plataforma ¡En pie!,
lograba movilizar a decenas de miles de personas en la plaza de Neptuno con el
objetivo de rodear el Congreso de los Diputados y por la dimisión del Gobierno.
Hoy, cuando se señalaba con el dedo a la institución menos democrática de
todas, la Casa Real, las fuerzas han caído en picado.
Pero
el chaparrón no ha llevado a casa a los que han asistido a la protesta.
Resguardados bajo las pancartas y los peones de cartón, con paraguas y chubasqueros,
la columna de miles de banderas republicanas ha recorrido la Gran Vía
para llegar hasta la Puerta del Sol atravesando la calle Preciados bajo la
atenta mirada de los agentes antidisturbios y al grito de "los borbones a
los tiburones". El objetivo, el Palacio Real, estaba ya a la vuelta de la
esquina, pero al doblarla, la multitud se ha encontrado con el despliegue
policial de Cristina Cifuentes, la delegada del Gobierno en Madrid,
quien pesa a continuar su recuperación tras el accidente de moto que la dejó
herida de gravedad, ha seguido al detalle la protesta
desde el Centro de Coordinación Operativa (CECOP).
Denuncia por vulneración
del derecho a manifestación
Ante las vallas, el enorme despliegue
policial y el diluvio que la tarde ha derramado sobre Madrid, el reducido grupo
de manifestantes que permanecía frente a la Plaza de Oriente decidió congregarse
en la Plaza de Isabel II, junto a la estación de metro de Ópera, cerrada por
orden policial para evitar la concentración prevista.
La
cita se ha saldado sin detenidos, aunque las agencias informan de que la
Policía ha identificado y denunciado a 65 manifestantes a la salida del
Centro Social Ocupado La Traba, al interpretar que "los
identificados salían con palos y banderas y con intención de provocar
disturbios". Según fuentes de Interior, serán denunciados
judicialmente en base a la Ley de Seguridad Ciudadana. Entre los identificados
se encontraba Doris Benegas, miembro de la Coordinadora 25-S y dirigente de
Izquierda Castellana.
Pese
a todo, los convocantes han valorado positivamente la manifestación y
han informado de que la Coordinadora 25S ha presentado una denuncia en los
juzgados de Plaza Castilla a entender que ha sido vulnerado el derecho de los
ciudadanos a manifestarse, ya que la Policía ha llevado a cabo una
"operación jaula" para impedir que la protesta finalizase en el Palacio
Real, como estaba previsto, pese a que este edificio, a diferencia del
Congreso, no goza de un estatus especial que impida la protesta frente a él.
Fuente: www.publico.es
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