Artículos de
Opinión | BWN Argentina | 31-07-2013 |
Si algo le
faltaba a la nefasta corporación Monsanto era un ejercito oficial de asesinos a
sueldo. Monsanto YA ES la corporación "Umbrella" de Resident
Evil, pero en el mundo real. Controla el suministro de alimentos, comparte
financistas con la industria farmacéutica y fabrica armas nucleares y
biológicas. Así lo revela un reporte de Jeremy Scahill para The Nation donde
expone que el ejército mercenario más grande del planeta, (conocido antes como
Xe Services y, más recientemente, "Academi").
El
"servicio" criminal de inteligencia Blackwater fue vendido a la
corporación transnacional Monsanto. Tras incontables denuncias internacionales por
violaciones a la Ley, y habiendo adquirido fama por sus masacres de civiles en
Irak y otros países, Blackwater cambió su nombre en el año 2009. No obstante,
continua siendo el mayor contratista privado del Departamento de Estado de
Norteamérica, como una agencia secreta de "servicios de seguridad"
que practica terrorismo de Estado dándole al gobierno la posibilidad de
negarlo.
¿Por qué las
cacerolas no sirven?
Political Blind Spot denunció que: "Muchos
agentes de la CIA y ex militares trabajan para Blackwater o compañías
relacionadas, las cuales buscan desviar la atención de su mala reputación y
obtener cuantiosos beneficios comerciales. Estos mercenarios venden sus
servicios que van desde información ilegal hasta inteligencia de infiltración,
lobbismo político y entrenamiento paramilitar – para gobiernos, bancos y
corporaciones multinacionales. Acorde a Scahill, los negocios con Monsanto,
Chevron, y gigantes financieros como el Barclays o el Deutsche Bank, se
canalizan a través de dos empresas cuyo propietario es Erik Prince, dueño de
Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Estos
organismos comparten funcionarios y directores con Blackwater.
Uno de los
directores llamado Cofer Black, quien se hizo famoso por su brutalidad como
dirigente de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en el año 2008 siendo
cabeza de Total Intelligence. Monsanto contrató sus servicios para espiar e
infiltrar organizaciones de derechos humanos, de animales, y actividades
anti-transgénicas (además de ejercer control sobre otras corporaciones
biotecnológicas y farmacéuticas).
La
corporación Monsanto no sólo asesina personas con sus productos químicos, sino
también a balazos y mediante "accidentes". Sus victimas son
periodistas, activistas, políticos y cualquiera que suponga un obstáculo para
sus planes de expansión. Al ser contactado por Scahill, el ejecutivo Kevin
Wilson de Monsanto rehusó hacer comentarios, pero más tarde se confirmó a The
Nation que Monsanto contrató a Total Intelligence durante 2008 y 2009, según la
corporación "sólo para efectuar un seguimiento de información pública, de
sus opositores". El ejecutivo de Monsanto también proclamó que Total
Intelligence era una "entidad totalmente separada de Blackwater".
Pero Scahill tiene copias de correos electrónicos de Cofer Black, emitidos
luego de la reunión con Wilson de Monsanto, donde se explica a otros ex agentes
de la CIA, utilizando casillas de Blackwater, que la discusión con Wilson
decantó en la suposición de que Total Intelligence se convirtió en "el
brazo de inteligencia de Monsanto", "para espiar activistas y otras
acciones, como integrar legalmente a estos grupos". Monsanto pagó a
Blackwater 127.000 dólares en 2008 y $ 105.000 en 2009.
No resulta
sorprendente que una corporación extensamente dedicada a la ciencia de la
muerte como Monsanto, que se dedicó desde sus inicios a producir venenos
tóxicos como el Agente Naranja, los PCB (bifenilos policlorados), pesticidas,
hormonas, semillas modificadas genéticamente, e incluso la bomba atómica, se
asocie con otra empresa de asesinos y mercenarios.
Los inicios
de la relación Bill Gates y Monsanto
Casi
simultáneamente con la publicación de este artículo en The Nation, la
organización de agricultores orgánicos Vía Campesina reportó que la Fundación
Bill y Melinda Gates compró 500.000 acciones de Monsanto, pagando más de $ 23
millones de dólares, lo cual es una acción que destruye la mascara de
"filantropía" . Otra asociación entre criminales que no fue
inesperada.
Bill Gates
controla más de 90 por ciento del mercado de patentes en el mundo de la
computación, además de promocionar y financiar campañas de vacunación para
laboratorios genocidas, y siendo responsable de experimentación ilegal con
fármacos en países subdesarrollados, mientras Monsanto controla el 90 por
ciento del mercado mundial de semillas transgénicas y semillas comerciales a
nivel global, habiendo fundado Pharmacia, hoy de Pfizer.
En otras
palabras no existen peores monopolios en el sector industrial, ni tampoco tan
vastos. La propia existencia de estas entidades implica que la Tierra es
subyugada por un régimen financiero totalitario el cual es en si mismo niega el
principio de "competencia de libre mercado". Tanto Gates como
Monsanto son extremadamente agresivos defendiendo sus monopolios mal habidos.
Siguiendo
ordenes de la familia Rothschild, tanto Gates como Monsanto se dedican a
destruir la agricultura orgánica en todo el mundo, lo cual tuvo inicio,
principalmente, mediante la "Alianza para una Revolución Verde en
África" (AGRA), que operó como un caballo de Troya para privar a los
campesinos africanos pobres de sus semillas tradicionales sustituyéndolas por
semillas transgénicas. Para ello, la Fundación contrató a Robert Horsch en
2006, quien fuera director de Monsanto. Ahora Gates obtiene grandes ganancias
obedeciendo las políticas de despoblación impulsadas por la banca sionista
global.
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