Más de 6000 presos republicanos de todo el
territorio español pasaron por este campo de concentración entre 1936 y 1943.
Algunos de ellos fueron fusilados en la tapia del cementerio.
Todos los intentos por preservar la memoria
de las víctimas por parte de las asociaciones memorialistas gallegas han sido
desmantelados por el gobierno popular de Núñez Feijoo. El próximo 27 y 28 de
julio, tendrá lugar en la Isla un festival de música electrónica con el
patrocinio de la Xunta y el Concello de Redondela.
24/07/2013 - 20:41h
Isla de San Simón.
Piensen en los barracones
de los campos de concentración de Auschwitz o Mauthausen, en la imagen repetida
de judíos escuálidos hacinados en lo que fue su corredor de la muerte. Piensen
ahora en la posibilidad de despojar ese lugar de su carga histórica y
construyan en su mente un complejo hotelero o celebren en sus inmediaciones un
festival de música electrónica. ¿Podrían?
Los responsables de la
gestión de la Isla de San Simón, en Pontevedra, sí han podido. Esta isla,
antiguo lazareto de las tripulaciones procedentes del Atlántico Norte, fue,
desde octubre de 1936 a marzo de 1943, uno de los mayores campos de
concentración y de exterminio de presos republicanos procedentes de todo el
territorio español. Los primeros llegaron en barcazas desde el puerto de
Cesantes o de San Adrián, venían de las cárceles de Pontevedra y Vigo. Después,
tras la caída del frente norte de resistencia republicana, comenzaron a llegar
numerosos reclusos de León, Asturias, Cantabria y el País Vasco. Tras el fin de
la guerra civil, pasaron por la isla presos de todas las cárceles de España. La
isla llegó a concentrar a más de 6.000 reos.
Hoy, poco o nada queda
que recuerde aquello. No hay placas conmemorativas que informen al visitante
que allí, en la tapia del cementerio sin ir mas lejos, se fusilaba a gente. El
proyecto de rehabilitación de César Portela en 2003 hace que el lugar se
asemeje más a un complejo hotelero con glamour que a un centro en el que
recordar a las víctimas. De lo que sí hay placas conmemorativas es del Nautilus
de Julio Verne, en cuya obra “Veinte mil Leguas de viaje submarino”, el capitán
Nemo cuenta el episodio de la Batalla de Rande y el oro que reposa en la Bahía
de Vigo.
Imagen cercana de la Isla de San Simón en la actualidad./ Fotografía: S. V.
Los intentos de la
conselleira de cultura nacionalista, Ánxela Bugallo, de promover el nacimiento
de La Fundación Illa San Simón y convertir la isla en una “Illa de la
Memoria” que recordase a los presos del franquismo han sido desmantelados por
el gobierno actual del popular Núñez Feijóo.
“Ahora con la excusa
de la crisis la paralización es mayor”, dice el representante de Iniciativa
Galega Pola Memoria, Xoán C. Garrido. “La crisis es solo para lo que conviene
ideológicamente. Sin embargo sí hay fondos para la promoción turística del
lugar en el que se ha eliminado toda referencia a lo que aquí ocurrió. No hay
ninguna sensibilidad ni inteligencia. Si lo que quieren es atraer el turismo,
despojar a la isla de su historia empobrece su atractivo. Hoy la isla es un
lugar turístico más como puede ser las Islas Cíes”, asegura Garrido.
El conjunto ha sido
rebautizado por el gobierno gallego como “Illa do pensamiento”. En 2010, el
gerente de la Fundación, Xabier Alonso Varela explicaba así la nueva fórmula:
"La filosofía que lo sustenta es hacer de San Simón una isla para el
pensamiento, la reflexión, el diálogo y la cultura. San Simón es génesis y
tragedia pero sería un error quedarnos inmóviles en el pasado, (...) crear aquí
un centro cultural de referencia es la mejor manera de honrar a las víctimas de
la tragedia". Opinión que no comparten las víctimas y sus familiares, para
quienes la “reflexión” del señor Varela, diluye la memoria. “Hoy las víctimas
están dispuestas a venir aquí voluntariamente con el fin de evitar que se borre
todo rastro de la realidad que vivieron”, dice Garrido con sorna, “son espacios
que merecen ser dignificados”.
Por ello, para
dignificar este espacio y combatir la ausencia de memoria, cada año, en fechas
cercanas al 18 de Julio -día del golpe de estado contra la República-, las
asociaciones memorialistas de Galicia, junto a los ex-presos y sus familiares,
se reúnen en la Isla para recordar a todas las víctimas del franquismo. El
pasado domingo, honraron a los oficiales del ejército de la marina gallega,
quienes pagaron con su vida el hecho de mantenerse fieles al régimen
democrático establecido. Desde 2006, declarado “Año de la Memoria en Galicia” a
iniciativa de las asociaciones, éstas no han cejado en su empeño de lograr la
adopción de medidas institucionales y la dotación de recursos públicos
suficientes que garanticen su derecho a la verdad, la justicia y la reparación.
Promovieron junto a tres universidades gallegas el proyecto de investigación “Nomes e Voces”, una extensa base de datos
de los represaliados del franquismo en Galicia. Todos ellos piden ahora la
elaboración de un archivo histórico de esta llamada colonia penitenciaria con
todo el material que existe disperso, entre fotografías y fichas de los presos.
Sin embargo, explica Garrido, no hay ninguna aportación pública y el proyecto
está completamente paralizado.
La Xunta de Galicia y
el Concello de Redondella sí ha decidido destinar recursos a la celebración de
un festival de música electrónica que tendrá lugar en San Simón los próximo
días 27 y 28 de Julio. El Festival Sinsal se
presenta como “una apuesta por la música en directo en espacios cómodos,
confortables, sin humos, ni ruidos de vasos, a partir del 2010 dimos un paso
más allá”. “Llevamos la música a lugares insólitos”, reza el eslogan. Poco
queda que añadir al asunto. En su página web no hay ninguna mención a los
presos de la isla, tan solo una breve referencia a su “gran carga de memoria
histórica”.
“Esto es una
vergüenza, es un santuario de memoria”, dice Rubén Afonso Lobato, secretario da
Comisión pola Recuperación de la Memoria Histórica da Coruña, una de las
cien asociaciones que integran la Plataforma por la Comisión de la
Verdad, entre las que también se encuentra la Fundación Internacional Baltasar Garzón. “En un
país normal esto no curre," dice Afonso, "no estoy hablando ni de
izquierdas ni de derechas. Hasta (Ángela) Merkel visitó Mauthausen”. Ahora,
busquen en Google “festival de música electrónica en Mauthausen”.
Entrega de flores en memoria de las víctimas. / Fotografía: Sheila Vélez.
Fuente: http://www.eldiario.es/
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