24 julio
2013
Pablo
Iglesias
No voy a ser tibio. Hemos visto a
pistoleros uniformados cometiendo delitos ante las cámaras con total impunidad.
Es curiosa la imagen que tienen las UIP´s ante la ciudadanía en comparación con
el resto de la policía y de la Guardia Civil que están bien valorados, a
diferencia de la UIP´s. En cualquier caso, el problema no son ellos; esos tipos
que dan palizas, que golpean a la gente, que utilizan de manera irregular las
defensas reglamentarias están cumpliendo órdenes y ese es el estilo de este
Gobierno: absolutamente sumisos y serviciales con los poderosos y arrogantes
con los débiles
Esto fue lo que dije en el programa de Cuatro “Te vas
a enterar” tras la proyección de unas imágenes en las que se veía la actuación
de las UIP´s contra las personas que protestaban en el escrache feminista del
lunes. Pueden verlo aquí (minuto
29) . La primera respuesta de José Manuel Sánchez Fornet, miembro del Sindicato
Unificado de Policía, desde su cuenta de twitter fue: El Niño pijorrojo de
papá @Pablo_Iglesias_ es un energúmeno. Un clasista vividor acomplejado que
vive de ser sectario. Sus siguientes twitts fueron en la misma línea:
vividor, niñato…
Todo el mundo conoce los calentones de Fornet en
twitter pero aún así me sorprendió su reacción. Nos conocemos, ha participado
en varios de mis programas y, hasta ayer, no teníamos mala relación. Es más que
obvio que mi comentario de ayer no le iba a gustar, ni a él ni a cualquier
representante sindical de la policía e incluso me hubiera parecido razonable
que defendiera a sus afiliados y se enfrentara a mi, pero la forma de hacerlo
le desacreditó y, lo que es peor, ensució la imagen de un sindicato policial
que, a pesar de su corporativismo y de haber defendido muchas veces lo
indefendible, ha tenido otras veces el valor de señalar a los poderosos.
Fornet queda retratado como el perro ladrador que no
muerde y esto es un elogio más que un agravio. Si un policía quisiera hacerme
daño no se pondría en ridículo en twitter; contaría con decenas de formas de
venganza privada que quedarían impunes. Pero Fornet no es un matón ni un
mafioso, es sólo un bocazas. El problema no es ese, sino la imagen de la
policía que ha dado y de la que debería avergonzarse.
Sé que mis palabras duelen pero más duelen las cabezas
abiertas, las lesiones, los ojos reventados y las humillaciones a las que son
sometidos manifestantes y periodistas por las actuaciones de los
antidisturbios. Si la obligación del SUP es defender a los suyos, la mía es
defender a las víctimas de los abusos, señalando siempre (como hice esta vez)
que las UIP´s sólo cumplen órdenes y que los verdaderos responsables son los
mandos políticos que las dan. Ellos son los que convierten en pistoleros de
uniforme a funcionarios públicos que deberían protegernos, del mismo modo que
los nazis convirtieron a la policía y al ejército alemán en asesinos.
Hay miles de horas de imágenes que revelan la
ilegalidad de muchas de las actuaciones de las UIP´s que, a veces, siguen
actuando encapuchados y sin el número profesional visible y que cuentan con la
protección de aquellos que les dan las órdenes. Las imágenes, denunciadas por
la prensa hasta la saciedad, contrastan con la escasez de condenas y con los
indultos.
Volveré a no ser tibio. Ciertas actuaciones de
las UIP´s y de las diferentes unidades antidisturbios (vascas, catalanas, de la
Guardia Civil, etc.) perjudican la imagen de un servicio público esencial como
es la policía y humillan a los millares de agentes que desarrollan su actividad
cumpliendo la ley.
La policía no sólo es un servicio público
imprescindible para cualquier sistema político sino que además es un
instrumento ineludible para la transformación democrática. Los demócratas
necesitamos a los policías y militares decentes de nuestro lado. Pensaba que
Fornet, aunque a veces defendiera lo indefendible, era un policía decente. Ser
un bocazas no le convierte ni en un fascista ni en un criminal, pero ensucia su
uniforme y le desacredita como representante de la policía.
Fuente: www.publico.es
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