sábado, 27 de julio de 2013

LA VERGÜENZA DE LA BOTELLA



Por Carlos Galeón.
De la actual alcaldesa de Madrid creo que se puede decir cualquier cosa…, pero ninguna de ellas buena.
Para empezar, digamos que es alcaldesa no electa, sino de lo que podríamos llamar de rebote, al ser nombrado el anterior alcalde, Ministro de Justicia, y ser elegida ella en votación por el pleno del Ayuntamiento el 27 de Diciembre de 2011. Anteriormente y desde 2003, había sido elegida concejala, y más por el nombre de su marido que por méritos propios, se le asignó el área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, cargo en el que ya demostró su gran capacidad para hacer las cosas mal y sobre todo, para el arte de la trapacería y la falsedad.
En el año 2010 Madrid superó el límite legal medio anual de contaminación por dióxido de nitrógeno que marca la Unión Europea, y la media anual de partículas en suspensión (PM10) superaron el máximo que recomienda la OMS. Como solución para tales problemas fue por atajo más rápido: cambiar la ubicación de las estaciones de medida de contaminación a lugares más elevados y limpios. Aparte del imperdonable timo a los madrileños y su salud, Madrid perdió una serie histórica de mediciones acumulada durante años.
Pero si tal es su comportamiento como simple concejala, más perverso tiende a ser cuando más poder se le concede. Y así ocurrió cuando no llegando al año como alcaldesa, se desencadenó el trágico accidente del pabellón Madrid-Arena en el que murieron aplastadas cinco jóvenes por un sinfín de irregularidades que iban, desde el trato de favor a la empresa, a la ausencia de policía, pasando por la falta de medidas de seguridad del pabellón, e incluso de licencia de apertura.
La alcaldesa, que se encontraba de vacaciones en Portugal con su marido, hizo como Julio César; vino, vio y se marchó de nuevo a Portugal a seguir sus bien ganadas vacaciones, eso sí, sin dejar de pensar con mucha pena en la víctimas. El caso es que abierta la investigación, se las apañó para cerrarla rápido, echando balones fuera. Cuando se vio con la soga al cuello, sacrificó e hizo dimitir al concejal de Madrid Espacios y Congresos, al delegado de Medio Ambiente, al teniente de alcalde y al vicealcalde, con tal de que no llegaran hasta ella, que limpia y sin mácula, siguió su meteórica carrera.
La colección de mamarrachadas, tonterías, y necedades que ha hecho y soltado por la boca, son imposibles de enumerar porque llenarían un libro, pero famosas son su intención de limpiar Madrid de pobres y multar a quien busque comida en los contenedores de la basura, o las peras y las manzanas para atacar el matrimonio homosexual, y otras. Pero siempre ha dejado bien claro que lo suyo no es la facilidad de palabra. Ni siquiera el saberse explicar. Ni ella misma comprende lo que está diciendo ni por qué lo dice y termina por conseguir un jeroglífico similar a los Ana Mato o Cospedal, cuando está en aprietos.
Ahora, que está con la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2020, flaco favor le ha hecho a su ciudad, logrando que la prensa alemana publique que el Ayuntamiento de Madrid es un palacio cuya remodelación ha costado 500 millones de euros, que se despacho es mayor que el del Presidente de los Estados Unidos, que tiene un mayordomo para servirle café y 260 asesores personales con unos sueldazos. Y por si fuera poco, dispones de una flota de 267 coches para uso personal, más que todas las capitales de Europa juntas.
Esto, en un pueblo con los mayores índices de paro, de pobreza, de hambre infantil, de jóvenes en paro y que tienen que emigrar, otros que se ven obligados a dejar la carrera porque no la pueden pagar…Was ist mit Spanien?
(¿Qué es España?) Ist ein Land der dritten Welt? (¿Es un país tercermundista?) Was machen die Spanier? (¿Qué hacen los españoles?) A buen seguro que se preguntarán muchos alemanes. Y quizá lleven razón. Porque aguantar esto es propio de países de África, con todo mi respeto hacia sus ciudadanos.
Dos botellas ha tenido
 este andar de las Españas,
el uno, por las castañas
que con ellas ha cogido,
fue piado “Pepe Botella”
y no tuvo buena estrella.

La otra es la alcaldesa
de Madrid, mas no elegida,
ni tampoco merecida,
pues que aún no siendo sorpresa,
no lo es por merecimiento
sino por su casamiento.

Mujer de un ex-presidente
que mejor no comentallo,
porque sería encerrallo,
de todo, lo más prudente
que debería de hacerse
para poder defenderse
España deste mal bicho
que la ha puesto en entredicho.

Y es que le da a la botella
y cuando esto le pasa,
en todo se sobrepasa
y entre Botella y botella
anda el pobre tan liado
que ha acabado iluminado.

Cualquier cosa que digamos
de la Botella alcaldesa,
menos que es una promesa,
seguro que la acertamos,
que no ha dado una a derechas
aún siendo muy de derechas.

Que dama de villa y corte,
lo único que ha cortado
es el dato acumulado
que servía de soporte
de medición del ambiente,
porque le era deficiente.

Como se habían pasado
cota en contaminación
y no vio otra solución,
dispuso más elevado
todo centro de medida,
por que fuere comedida.

Y gracias a esta artimaña
han pasado de expirar,
a poder ya respirar
aire limpio de montaña,
pues todas las mediciones
marcan tales condiciones.

Con los pobres no es atenta,
pues son de Madrid ultraje
y están mal con el paisaje,
y así con multas intenta
de Madrid desalojallos,
porque no puede quemallos.

De la ostentación amante,
en los gastos no repara
y ella misma se depara
un despacho extravagante
con una flota de coches
típica de fantoches.

Porque si es la austeridad
lo que se está observando,
mal ejemplo están dando
Botella y su vulgaridad,
que se ha de ser muy grosera
para exhibir faltriquera.


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