El Presidente del Tribunal Constitucional (TC), Francisco Pérez de
los Cobos, no sólo ocultó, en su comparecencia en el Senado previa a su
designación como Magistrado del Alto Tribunal, que era militante del PP.
Tampoco reveló que era el administrador único de una empresa, Labour
Prospectives, cuya labor consiste en la asesoría en materia laboral. De
hecho, Pérez de los Cobos sigue siendo el gestor de una sociedad que,
según figura en el Registro Mercantil, en septiembre del 2012 presentó
las cuentas del ejercicio 2011.
Si bien a su llegada al Tribunal Constitucional, en diciembre del
2010, comunicó a la Agencia Tributaria el cese de la actividad
empresarial, no disolvió la misma. Tanto la Constitución como la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional impiden a los Magistrados
compatibilizar su cargo con una «actividad profesional o mercantil».
Por tanto, si es cierto que el actual Presidente del TC no ha llevado
a cabo ningún tipo de actividad o asesoría durante este tiempo, no
habría incurrido de forma evidente en un supuesto de incompatibilidad.
No obstante, según los expertos y juristas consultados, es cuando menos
«poco ético» que el máximo representante de una institución que debería
hacer gala de la máxima independencia siga figurando como gestor de una
empresa privada y que, además, no informara de este asunto en el Senado.
(Procedencia de esta noticia: elPeriódico.com)
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