Artículos de Opinión | Manel Ros | 22-05-2013 |
Recientemente,
y por suerte, se habla mucho de las ideas del marxista revolucionario italiano
Antonio Gramsci. Pero de lo que no se habla es del periódico que él, y otros
tres jóvenes revolucionaros, fundaron en Turín en el mes de mayo de 1919 bajo
el nombre de L’Ordine Nuovo. Este periódico, que salía de forma semanal, no era
un periódico que sólo informaba desde otro punto de vista. No se limitaba a
informar de las luchas para crear lo que muchos hoy llaman “contra hegemonía”.
Era un periódico revolucionario, y por tanto, informaba de las luchas, pero
también formaba parte de ellas. Pretendía influir en ellas, alejándose de una
visión muy difundida hoy en día del medio de comunicación como un mero informador
de las luchas.
El
periódico conectaba perfectamente con el ambiente de revolución y movimientos
de masas que se vivían en Europa durante esa época, y por supuesto también en
Italia. La Primera Guerra Mundial había dejado a Europa en una profunda crisis
y las huelgas de masas se extendían por todo el continente. En Rusia, la clase
trabajadora y el campesinado llevaban 18 meses de poder revolucionario. En
Italia, la situación era pre-revolucionaria. Oleadas masivas de huelgas
recorrían el país, el campesinado ocupaba las tierras de los terratenientes y
los soldados se negaban a ir a luchar en otra guerra contra Albania.
El
periódico contenía reportajes de lo que estaba pasando en Rusia, escritos,
entre otros, por el periodista estadounidense John Reed. Explicaba como se
estaban organizando las personas trabajadoras en Francia, Alemania o Gran
Bretaña, con artículos de, por ejemplo, Sylvia Pankhurst, líder del movimiento
feminista. También tenía artículos sobre debates dentro del movimiento, sobre
la estrategia revolucionaria en momentos de elecciones, etc. Pero la realidad
es que el gran éxito de L’Ordine Nuovo venía de otro tipo de artículos.
Lugar
de discusión
Los
artículos que más éxito tenían eran aquellos escritos por y para el gran
movimiento obrero de la época. El propio Gramsci definía muy bien el espíritu
de L’Ordine Nuovo cuando decía que “sus artículos no eran frías arquitecturas
intelectuales, sino que brotaban de nuestra discusión con los mejores obreros,
elaboraban sentimientos, voluntades, pasiones reales de la clase obrera
turinesa”. El periódico se convirtió en un lugar de discusión no solo de los
“intelectuales orgánicos”, sino también de la clase trabajadora italiana,
sobretodo la de Turín, la ciudad industrial más importante de toda Italia. Debates
sobre cual era la mejor forma de organizarse o sobre como se podían construir
los consejos obreros en Italia para poder tomar el poder.
L’Ordine
Nuovo creció en influencia y en ventas a la vez que la situación política se
iba caldeando. En los primeros meses de su existencia el periódico consiguió
llegar a distribuir alrededor de 3.500 ejemplares al mes. Pero al estar en
contacto permanente con la clase trabajadora, fue capaz de detectar el debate
principal dentro del movimiento. El 1 de noviembre de 1919 informaba de una
asamblea de personas delegadas de 25 fábricas diferentes que representaban a
50.000 trabajadores y trabajadoras. La semana siguiente el periódico llegó a
los 10.000 ejemplares vendidos, ya que llevaba impresas las decisiones de la primera
asamblea de consejos de fábrica de Turín.
Por
desgracia, la influencia de L’Ordine Nuovo no fue suficiente y los métodos
parlamentarios de una parte del socialismo italiano se impusieron a los
revolucionarios. Cuando en el verano de 1920 vino la batalla decisiva y todas
las fábricas italianas estaban ocupadas, los líderes sindicales no estuvieron a
la altura de las circunstancias y llegaron a un acuerdo con los patrones. La
derrota fue demasiado importante y allanó el terreno para el ascenso del fascismo.
A
pesar de eso, la presencia e impacto de esta prensa revolucionaria fue muy
importante para conectar las luchas. Gramsci sabía que la contra hegemonía se
construía en contacto y debate permanente con la clase trabajadora.
Tercera
columna dedicada a la prensa revolucionaria durante la historia, aquí enlaces a
las otras dos:
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