Las siete
enmiendas a la nueva regulación han sido rechazas con los votos del PP, UPN y
la abstención de CiU. La oposición critica una "privatización
encubierta" de la sanidad y falta de confianza en los médicos para
gestionar las bajas laborales
EUROPA PRESS
Madrid 09/10/2014 12:47 Actualizado: 09/10/2014 13:03
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante su
intervención en el pleno que se celebra en el Congreso de los Diputados.-
EFE/Zipi
El Pleno del
Congreso ha rechazado este jueves, con el voto del PP y de Unión del Pueblo
Navarro (UPN) y la abstención de CiU, los siete vetos al proyecto de ley de
Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social que habían presentado el PSOE, la
Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), UPyD, el PNV, el BNG, ERC y Amaiur.
Los grupos
tienen de plazo hasta esta tarde para presentar enmiendas al articulado, que
será tramitado con competencia legislativa plena por la Comisión de Empleo que,
por tanto, enviará el texto al Senado tras su aprobación.
En defensa
de su veto, la socialista Isabel López i Chamosa ha acusado al Gobierno de
"romper" el consenso del Pacto de Toledo. "Es necesario hacer
cambios en las mutuas, pero esta reforma va a durar lo que dure su mayoría
parlamentaria, porque esta ley habrá que volver a reformarla,
evidentemente", ha avisado, reclamando que se abra un diálogo "sin
prisas y sereno" a nivel social y político.
PSOE:
"Durará lo que dure su mayoría parlamentaria"
Sobre el
fondo del asunto, ha exigido que las mutuas se limiten a la gestión de la
enfermedad profesional y los accidentes laborales, reconociendo así que los
cambios en esta materia que aprobó el PSOE "no han funcionado" y que
no le "duelen prendas" en dar marcha atrás.
En cualquier
caso, la "línea roja" para los socialistas es la privatización de
la sanidad pública "por la puerta de atrás" a través de estas las
mutuas, y rechazan también que se "desconfíe de los médicos de
familia" sobre cómo gestionan las bajas o que se intente usar a las mutuas
como "policías de los trabajadores". "Ustedes quieren que los
trabajadores no cojan la baja, pero con su reforma laboral no necesitan más
acojone", ha añadido.
Privatización y mercantilización
El portavoz
de Empleo de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, ha comenzado subrayando que
su grupo comparte la necesidad de hacer una "gran reforma" del sistema
de mutuas y reconociendo también estar de acuerdo con parte del proyecto,
fundamentalmente con lo relativo al incremento del control público de estas
entidades que gestionan recursos públicos.
"Pero
este proyecto no aborda el gran debate, el gran problema de fondo: qué
funciones deben hacer las mutuas", ha añadido, reclamando un "diálogo
social de verdad" porque no sólo se está "abriendo la puerta a
una mayor privatización" de la Seguridad Social "por la puerta de
atrás" sino también una "mercantilización de la salud de los
trabajadores" que, además, están "excluidos de la capacidad de
decidir sobre quién se ocupa de la salud". "Con lo que a ustedes les
gusta la libertad de decidir", ha recordado a los conservadores.
Regulación "excesivamente laxa"
El portavoz
económico de UPyD, Álvaro Anchuelo, cree que el proyecto incluye una regulación
"excesivamente laxa" en materia de control de los gastos de
administración de las mutuas, tradicionalmente más altos que en la Seguridad
Social; en el régimen de incompatibilidades, en las responsabilidades por la
falta de control o en la limitación de las retribuciones.
UPyD: "Subyace una cierta presunción de
culpabilidad del trabajador enfermo y de complicidad del médico público"
Además,
considera que en la regulación sobre las prestaciones por baja temporal
"subyace una cierta presunción de culpabilidad del trabajador enfermo y de
complicidad del médico público" y se da "un poder excesivo" a
las mutuas. "Si seguimos por esta vía, existe el riesgo de que el sistema
de salud acabe fragmentándose en dos sectores: uno para los trabajadores a
través de las mutuas y otro público para el resto. El sistema sanitario es
universal y debe mantener su homogeneidad", ha exigido.
Mayor desprotección al trabajador
Joan Tardá,
de ERC, cree que con esta norma se abre una "pasarela para que las mutuas
puedan ir asumiendo nuevas funciones a medida que se va desguazando la
Seguridad Social" sin que ni siquiera haya una justificación
económica, porque esto "supondrá más gasto público". Además, teme que
se esté dando "un paso adelante hacia la privatización de la sanidad"
y advierte de que el texto conllevará "un recorte más de la salud de los
trabajadores bajo argumentos hipócritas" de luchar contra el absentismo.
Amaiur:
"Hará bailar a la sanidad pública al ritmo que toque la patronal"
Por Amaiur,
Sabino Cuadra ha advertido de que con esta ley las mutuas "podrán hacer
bailar a los servicios de la sanidad pública al ritmo que toque la
patronal". "¿Qué pensaríamos si los colegios privados pudieran
intervenir en las calificaciones que da el profesorado público? Este disparate,
que nadie sería capaz de plantear sin sonrojarse, es lo que se va a realizar en
el terreno de la salud laboral", ha añadido.
La portavoz
del BNG, Olaia Fernández Davila, considera que la norma dejará a los
trabajadores "más desprotegidos frente a las decisiones de las mutuas, que
son entidades patronales donde priman los criterios economicistas, sobre
todo de ahorro en el gasto médico, sobre los criterios de salud". Y todo a
costa de "cuestionar la profesionalidad del personal sanitario
público".
Joan
Baldoví, de Compromís-Equo, ha acusado al Ejecutivo de poner "otro
ladrillo en el muro de desigualdad que han levantando", que es "cada
vez más descarado, obsceno, injusto y alto". "¿A quién perjudica esta
ley? A los trabajadores enfermos, criminalizándoles como si fueran
defraudadores", ha dicho, lamentando que "en la sanidad el sector
privado se está convirtiendo en ese insecto gorrón que vive a costa del dinero
público", ha zanjado.
PNV:
"Vamos a combatir este proyecto belicosamente"
El portavoz
del PNV en el Pacto de Toledo, Emilio Olabarria, ha acusado al Ejecutivo de
"estar acometiendo una publificación de las mutuas" que "ni
siquiera es sutil, sino subrepticia". "Así se las ponían a Felipe
II", ha ironizado, advirtiendo de que con la "expoliación" de
algunas de sus funciones por parte del Ministerio, que además ahora podrá
"dirigir" y no sólo controlar estas entidades, se "certificará
la defunción de las mutuas" tal y como hoy se conocen pese a que "han
funcionado muy bien".
Además, ha
calificado la norma de "muy mala" y ha recordado que "no cuenta
con la adhesión de nadie" ni "ha sido negociado con nadie".
"Está sola en esta materia, y no se puede legislar contra todos. Vamos a
combatir este proyecto belicosamente, usando además argumentos muy parecidos a
los que otrora utilizaba el PP", ha añadido el diputado, subrayando por
último que el texto invade competencias autonómicas.
CiU confía en una negociación
"Ésta
no es la Ley de Mutuas que CiU hubiera hecho", ha reconocido el portavoz
de Empleo de los nacionalistas catalanes, Carles Campuzano, a quien no obstante
el Gobierno ha mostrado una "voluntad de diálogo". En cualquier caso,
ha lamentado que el texto no llegue con acuerdo social o respaldo de las
comunidades autónomas.
Sobre el
contenido del proyecto, ha reclamado que se busque "mantener un estricto
control" de las mutuas "sin dejarlas sin capacidad de gestión",
que es lo que a su juicio provoca el texto. Además, pedirá mejoras en
gobernanza y defenderá la clarificación del "sistema farragoso" que
se mantiene en el control de las bajas. "Queremos que la ley blinde el
modelo catalán", ha añadido.
Finalmente,
la conservadora Carolina España ha calificado de "esquizofrénico" que
se les acuse a la vez de publificar y privatizar, y ha recordado que con el
proyecto "no se les da ni una sola competencia nueva" a las mutuas,
cosa que sí hacían los socialistas "sin extremarles los controles".
"Y ahora el PSOE se arrepiente de todo y quiere quitarles todas las
competencias. Por favor, que alguien ponga orden en esa casa", ha añadido.
También ha
negado que se privatice la sanidad, ya que "la última palabra siempre la
tendrán los médicos del sistema público", o que se recorten los derechos
de los trabajadores. "Ya está bien de tanta demagogia y tanta falsedad, ya
está bien de leyendas urbanas. Ni los médicos van a dar el alta a un trabajador
enfermo, ni las empresas quieren a trabajadores que no estén en condiciones
adecuadas, ni los trabajadores van a fingir estar enfermos para no ir a
trabajar", ha añadido.
Fuente: www.publico,es
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