jueves, 16 de octubre de 2014

BRZEZINSKI: "NO ME ARREPIENTO DE HABER ENTRENADO A TERRORISTAS TALIBANES"


"Había que apoyar a algunos locos islamistas para lograr la caída del imperio soviético"
Martes, 14 de octubre de 2014
       Zbigniew Brzezinski fue un conocidísimo asesor de Seguridad Nacional del presidente Carter y director ejecutivo de la Comisión Trilateral. Miembro del Center for Strategic and International Studies. En la decada de los 60, Brzezinski se convirtió en uno de los más furibundos defensores  de los ataques militares  estadounidenses a Vietnam 
     En 1966 entró a formar parte del Consejo de Planificación Política del Departamento de Estado. Fue uno de los redactores del discurso "construcción de puentes" pronunciado por el Presidente Lyndon Johnson el 7 de octubre de 1966. Más tarde defendió revertir la escalada en la guerra, pero se mantuvo muy crítico con la llamada Nueva Izquierda norteamericana
       Zbigniew Brzezinski es actualmente miembro de la junta directiva del Consejo de Relaciones Exteriores, Consejo Atlántico, National Endowment for Democracy y Center for Strategic and International Studies. Es tambien en la actualidad profesor en la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies de la Universidad Johns Hopkins. 
         Su hijo Mark Brzezinski es un abogado que trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional durante la Administración Clinton, y ha integrado el equipo de asesores en política exterior de la campaña presidencial del Senador Barack Obama. Su otro hijo, Ian Brzezinski, ha asesorado a la campaña presidencial del Senador John McCain.

  Entre sus obras más conocidas se halla el libro "El gran tablero (de ajedrez) mundial", un auténtico best seller donde se describe cuál es la estrategia estadounidense para ejercer el dominio mundial.
       El semanario francés Le Nouvel Observateur le hizo recientemente esta significativa entrevista que reproducimos aquí para nuestros lectores.
 Le Nouvel Observateur: El ex director de la CIA, Robert Gates, lo afirma en sus Memorias: los servicios secretos estadounidenses comenzaron a ayudar a los muyahidines afganos 6 meses antes de la intervención soviética. En aquella época usted era el consejero del presidente Carter para los asuntos de seguridad. ¿Desempeñó entonces usted un papel clave en este asunto? ¿Lo confirma usted?
       Zbigniew Brzezinski: Sí, según la versión oficial de la historia, la ayuda de la CIA a los muyahidines comenzó durante el año 1980, cuando el ejército soviético ya había invadido Afganistán, el 24 de diciembre de 1979.
     Pero la realidad que se mantuvo en secreto es diferente. Fue el 3 de julio de 1979 cuando el presidente Carter firmó la primera directiva sobre la asistencia clandestina para los opositores al régimen prosoviético de Kabul. Y ese día yo escribí una nota al presidente donde le explicaba que en mi opinión esa ayuda provocaría una intervención militar de los soviéticos.
 «Sí, la CIA entró en Afganistán antes que los rusos…»
 Le Nouvel Observateur: A pesar de ese riesgo usted era partidario de aquella «covert action» (operación clandestina). ¿Quizás usted hasta deseaba esa entrada en guerra de los soviéticos y quería provocarla?
      Zbigniew Brzezinski: No es exactamente así. Nosotros no empujamos los soviéticos a intervenir pero incrementamos conscientemente la probabilidad de que lo hicieran.
Le Nouvel Observateur: Cuando los soviéticos justificaron su intervención diciendo que su objetivo era luchar contra una injerencia secreta de Estados Unidos nadie les creyó. Pero había un fondo de verdad. ¿No siente usted algo de arrepentimiento hoy en día?
      Zbigniew Brzezinski: ¿Arrepentirme de qué? Aquella operación secreta era una excelente idea. Su efecto fue que atrajo los rusos a caer en la trampa afgana ¿y usted quiere que me arrepienta de eso? El día que los soviéticos cruzaron oficialmente la frontera, yo le escribí al presidente Carter  diciéndole sustancialmente: «Ahora tenemos la oportunidad de darle a la URSS su guerra de Vietnam.»
            De hecho, Moscú tuvo que librar durante casi 10 años una guerra insoportable para el régimen, un conflicto que provocó la desmoralización y finalmente el estallido del imperio soviético.
 ¿Qué es lo más importante para la historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético?
   Le Nouvel Observateur: ¿Tampoco se arrepiente usted de haber favorecido el integrismo islamista, de haber aportado armas y consejo a futuros terroristas?
        Zbigniew Brzezinski: ¿Qué es lo más importante para la historia mundial? ¿Los talibanes o la caída del imperio soviético? ¿Algunos locos islamistas o la liberación de Europa central y el fin de la guerra fría?
 Le Nouvel Observateur: ¿Algunos locos? Si se está diciendo constantemente que el fundamentalismo islámico representa hoy una amenaza mundial.
      Zbigniew Brzezinski: Boberías. Según nos dicen, Occidente debería tener una política global ante el islamismo. Eso es estúpido. El islamismo global no existe. Veamos el islam de manera racional y no demagógica o emocional. Es la primera religión del mundo, con 1 500 millones de creyentes. Pero, ¿qué tienen en común la Arabia Saudita fundamentalista, el Marruecos moderado, el Pakistán militarista, el Egipto prooccidental y el Asia secularizada? Nada que no sea lo mismo que une a los países cristianos.




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