El
descenso del precio del petróleo es un hecho, y uno muy
preocupante a corto plazo para algunos de los países que aparecen en este
gráfico. Se trata de una estimación, por tanto sujeta a errores e
interpretaciones.
Países como Arabia Saudí cuentan con
amplias reservas que le permiten superar con facilidad descensos del precio que
se prolonguen durante bastante tiempo. Otros, como Rusia y Venezuela, sufren
problemas económicos más urgentes y lo tendrán más difícil para equilibrar sus
presupuestos (Rusia no aparece en el gráfico pero hay expertos que calculan que
necesitaría un precio de barril nunca inferior a 100 y otros elevan la cifra
hasta 117 dólares). En el caso de Irak y Libia, con crisis tan extremas que
casi podrían ser considerados estados fallidos, las repercusiones son
imprevisibles.
El descenso del precio sólo puede tener
una explicación: la oferta supera a la demanda. La alternativa obvia
consistiría en reducir la producción, y en algunas épocas eso le ha resultado
condenadamente difícil a la OPEP. Y ya no estamos en los años 70 y 80. La OPEP
no controla tanta producción como entonces. Pero tiene que intentarlo. También
como es habitual en la organización, los intereses de sus miembros no siempre
coinciden.
Venezuela ha solicitado una reunión extraordinaria, pero Kuwait y Argelia no
están nada convencidos. Arabia Saudí, Irak e Irán están ofreciendo descuentos en algunas de sus ventas a países asiáticos, y es
poco probable que cambien de política a corto plazo. Irán ya ha dicho que ve
pocas posibilidades de una reunión de la OPEP antes de finales de noviembre
cuando está prevista la próxima cita. Los saudíes han comunicado de forma
discreta que de momento están satisfechos
con el descenso del precio.
Hay algunos ministros de Hacienda que
están haciendo cuentas rápidamente. El presupuesto que tenían sobre la mesa ya
no les sirve de mucho
Fuente: www.eldiario.es
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