Martes, 7 de octubre de 2014
Una auxiliar
del hospital Carlos III, contagiada de ébola, tras atender al cura que murió,
procedente de Sierra Leona, con la misma enfermedad.
Una auxiliar, que solo y únicamente entro dos veces a la habitación del enfermo.
Una para tomarle la temperatura y una segunda, cuando ya había fallecido, para recoger los enseres.
Las dos veces, con un traje especialmente diseñado para este tipo de enfermedades, que evita el contagio, a toda vez, que esta epidemia, se contagia única y exclusivamente con fluidos corporales.
Toda la habitación y la planta del hospital Carlos III, (y es que no tienen nada bueno los borbones, ni siquiera como para dar nombre a un hospital), debidamente a séptica y bajo los protocolos más "avanzados y recomendados" por la OMS, Organización Mundial de la Salud.
Hasta aquí la versión oficial del gobierno de Rajoy y de la peor ministra que jamás podría desear un ciudadano, la corrupta Ana Mato,(haciendo honor a su apellido).
Pues la verdad, para haber cumplido tan escrupulosamente con el protocolo de seguridad de enfermedades contagiosas, algo ha fallado, o nos han vuelto a mentir, una vez más y además, con resultado grave. Muy grave.
Otra vez nos han vuelto a engañar y a tomarnos por imbéciles, por un rebaño de cabras u ovejas, a las que congregar y hacer con nosotros su santa voluntad.
Pero esta vez, se han salido del tiesto, han cruzado la linea roja, se han extralimitado en sus intereses politico-religiosos.
Esta vez ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de cualquier persona mínima mente digna.
Nos han vuelto a tomar por gilipollas y nos han traído, a la puerta de casa, una epidemia de incalculables consecuencias.
He sido y soy el primero en defender los derechos humanos de todas las personas, pero a que precio? Qué precio hay que pagar para salvar una sola vida, aun a sabiendas de que es completamente imposible salvarla, pues es completamente imposible curarla y es completamente imposible saber cómo tratarla?
Por qué poner en riesgo decenas, cientos, miles de vidas por el hecho de salvar algo insalvable?
Hay una teoría de cómo se contagia esta enfermedad, y digo teoría y no seguridad, viendo los datos que a continuación voy a relatar.
Se supone, en teoría, vuelvo a repetir, que el ébola se contagia exclusivamente con fluidos corporales, pero, si esta profesional sanitaria, solo entro a la habitación dos veces, con su súper traje de astronauta,(porque para evitar contagios está claro que no sirve), una para tomarle la temperatura, con unos guantes especiales y la segunda y última, cuando el cadáver del cura ya ni se encontraba en la habitación y se supone de la misma manera, que los trabajadores son desinfectados una vez abandonan la misma, ¿Cómo se pudo contagiar?
Bueno, una hipótesis muy creíble es que ni los trajes son anti contagio y que el mero hecho de tener que unirse los guantes a las mangas del mismo con cinta aislante, podría ser uno de los motivos, hecho este, denunciado por los mismos trabajadores del hospital, pero, se supone que no ha tocado al paciente en ningún momento, entonces, como se ha podido manchar con fluidos del enfermo? Es que el traje cala? Es que el paciente sangraba o sudaba, o escupía?
Francamente, cuando menos es muy difícil de imaginar.
Pero el asunto se agrava y además sobremanera, si pensamos un poco.
Esta mujer está casada y es de suponer, que se acuesta con su esposo, y/o le besa. Podría haber contagiado con sus fluidos a su marido?
Pero además, esta mujer fue ingresada en un principio, en el hospital de Alcorcón, que para quien no lo conozca, es una ciudad al sur de Madrid masificada y el que más o el que menos, se desplaza en transporte público y todos sabemos cómo es este transporte en esta comunidad.
Pero además, esta mujer ha seguido trabajando y se ha juntado con cientos y cientos de personas al día, con los que se podía haber rozado y haberlos contagiado, (si es que el contagio se produce como la señora Mato afirma).
Y su esposo, con cuánta gente habrá coincidido durante todos estos días?
La ministra corrupta Mato y su irresponsable y homicida jefe Rajoy, nos han traído una epidemia que no merecemos. Nos han traído la muerte segura de todo aquel que tenga la mala suerte de coincidir con portadores del virus y compartan sus fluidos.
El partido popular no ha hecho absolutamente nada bueno durante su mandato, todo lo contrario, nos han traído paro, pobreza, desahucios, hambre, desigualdad social, crispación y ahora, la muerte.
Sí, nos han traído la muerte, porque han introducido en España, (único y primer país fuera de África con un contagiado), una enfermedad incurable, intratable y asesina.
Por ende y por lógica, si el gobierno es el autor, culpable y único actor de esta obra, por motivos obvios, son los homicidas.
Y no digo presuntos homicidas, no. HOMICIDAS en mayúsculas y con todas sus letras, porque no puedes poner a todo un país en peligro de muerte, por quedar bien con una congregación religiosa católica, a sabiendas de que las personas a las que se traía, no sobrevivirían y además, su estado era ya crítico.
Este ha sido
el primer caso y aunque la deseo todo lo mejor de esta vida a esta mujer, a su
marido, amigos, allegados, compañeros y resto de personas que hayan coincidido
con ella, mucho me temo que esto se convertirá en pandemia y únicamente habrá
unos culpables, la ministra corrupta e incompetente y sus superiores en
graduación política y criminal.
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