España | Tercera Información | 18-04-2013 |
Ecologistas
en Acción ha pedido el cese inmediato del Director General de la Junta de
Castilla y León, José Ángel Arranz, y del Jefe del Servicio de Espacios
Naturales, José Ignacio Molina, a los que consideran los principales
responsables de que desde el año 2008 se haya permitido la caza ilegal del lobo
ibérico (Canis lupus) al sur del río Duero, vulnerando tal y como acaba de
confirmar el Tribunal Supremo la legislación europea y española sobre
naturaleza, lo que ha puesto en peligro la conservación de esta especie
protegida.
El Plan de
Conservación y Gestión del Lobo aprobado por la Junta de Castilla y León en
2008 tuvo como fin principal articular una normativa que permitiera la caza del
lobo en toda la Comunidad, a pesar de que la Directiva europea Habitats
(Directiva 92/43/CEE relativa a la conservación de los hábitats naturales y de
la fauna y flora silvestres) prohíbe la caza al sur del río Duero, donde la
población de lobo ibérico está considerada como especie prioritaria y requiere
de la máxima protección posible.
Desde la
aprobación del Plan del Lobo, el cupo de lobos a cazar establecido al sur del
Duero ha sido de 60 ejemplares, mientras al norte de este río se ha autorizado
la caza de 613 ejemplares, demostrando que la única vía de gestión del lobo
ibérico para la Junta de Castilla y León sigue siendo la misma que en el siglo
XIX: la erradicación a tiros. Ello a pesar de que el Tribunal Superior de
Justicia de Castilla y León ya declaró en 2009 la ilegalidad del Plan del Lobo
en todo lo referido a la caza de esta especie protegida al sur del río Duero.
Según la
Junta de Castilla y León, los ejemplares de lobo finalmente abatidos al Sur del
río Duero entre 2008 y 2012 han sido 20, que junto a los 208 matados en el
resto de Castilla y León y sin contar los ejemplares víctimas de accidentes o
furtivismo configuran un panorama desolador de la política de conservación del
lobo ibérico en Castilla y León, adoptada por la Dirección General del Medio
Natural para satisfacer los intereses del lobby de la caza.
Para los
ecologistas, la irresponsabilidad que supone haber autorizado la caza de
decenas de lobos y de haber abatido al menos una veintena al sur del río Duero
cuando estaba prohibido y a sabiendas de la interpretación judicial de la
Directiva de Hábitats debe conllevar el cese inmediato del Director General del
Medio Natural y del Jefe del Servicio de Espacios Naturales de la Junta de
Castilla y León, que además están pendientes de juicio por falsificar informes
ambientales en el caso de la Ciudad del Golf en Las Navas del Marqués (Ávila).
En el siglo
XXI la mayoría de la población piensa que el hombre debe aprender a convivir
con el lobo. Se deben buscar medidas que faciliten la coexistencia de esta
especie tan emblemática, y aplicarlas. La retórica de la Junta también va en
este sentido, pero la realidad es que el lobo sigue siendo un animal
perseguido, no sólo de manera furtiva, sino también permitida e incluso realizada
por la propia Administración.
Ecologistas
en Acción considera que se debe dar prioridad a otras medidas para minimizar la
conflictividad de la especie con los usos ganaderos extensivos:
- - Se debe indemnizar
adecuadamente y con rapidez a los ganaderos por las bajas sufridas.
- - Se debe subvencionar la
implantación de adquisición de perros mastines, el pastoreo, así como la
instalación de vallados en fincas donde duerma el ganado.
- - Se debe disminuir la presión
cinegética sobre otros mamíferos (ciervo, corzo, jabalí, conejo, etc.)
para que el lobo no se vea obligado a alimentarse de ganado.
- - Se debe fomentar una imagen
distinta a la decimonónica de especie enemiga, y fomentar el turismo
relacionado con esta especie, como ya empieza a ocurrir en Sanabria y la
Sierra de la Culebra (Zamora). El deseo de muchos ciudadanos de ver un
lobo en libertad también puede repercutir positivamente en el medio rural
si se orienta adecuadamente, facilitando así la convivencia con esta
especie tan enigmática.
- - Se tiene que fomentar la
investigación científica de la especie, así como realizar un censo
actualizado que facilite una gestión correcta.
- - En caso de alta
conflictividad, se podrían extraer ciertos ejemplares para su suelta en
otras zonas donde aún no se haya recuperado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario