Artículos de
Opinión | Pura María García | 20-04-2013 |
El escritor
Rymer utilizó la expresión “poetic justice” en una de sus obras, hacia finales
del SXVII, para justificar que, a pesar de que en la vida real la justicia no
siempre se produce, en la literatura debería corregirse esta contradicción y
así, una obra, podría inspirar el comportamiento moral por medio del triunfo
del bien sobre el mal. Es un poco tarde, pero si hoy Rymer levantase la cabeza,
sonreiría y nos recordaría que tenía razón.
Debe existir
la justicia poética, o algo parecido, porque, SUPUESTAMENTE, la intranquilidad
de estos tiempos, en los que el estado, los políticos y la banca nos chantajean
y nos amenazan con una lenta agonía laboral y económica, se ha trasladado, al
menos temporalmente, al palacete de la Zarzuela, a tocarles, SUPUESTAMENTE, las
narices (parte de marcado carácter de la anatomía borbónica) a la real familia.
Un poco más, porque ya andaban algo intranquilos, SUPUESTAMENTE, con los
todavía supuestos tejemanejes del yerno deportista. Hace apenas unos días,
cuando SUPUESTAMENTE el padre de la real familia andaba pidiendo que retirasen
las fotografías que aún quedaban en pie en los reales estantes, del yerno
deportista y de una supuesta Marilyn-nancy alemana, recibió la noticia de que EL MUNDO había dado a conocer la SUPUESTA
existencia de una prueba que iba a hacer que el real convaleciente pudiera
tutearse con Bárcenas y los demás hijos adoptivos de Sicilia, los integrantes
de esa basta y vasta familia que juegan al “sobre por aquí, sobre por allá”,
supuestamente. El periodista con inicial de letra adosada al nombre, afirmaba
que el rey non stop en un quirófano o en una cacería había recibido de su papá
una herencia millonaria, que SUPUESTAMENTE, logró pasar el férreo (y
sospechosamente selectivo) control del amenazante Montoro y aguarda en Suiza
rentando supuestos intereses. Y claro, la imagen de este señor que en Navidad
se mete en nuestros comedores y nos habla con dulzura (y gangoseantemente, es
cierto) sobre justicia e igualdad, se dibuja supuesta PERO muy
distinta a esa que nos han intentado siempre vender de un rey que sufrió lo
indecible en el exilio, que no vivió con la holgura económica que un por-coronar
merece y un etc real irreal. Cuenta EL MUNDO que el papá del coronado, tal y
como constó en la apertura de su testamento, legó una fortuna que ascendía a
unos 1.100 millones de nada, incluidos otros 728,75 millones, también de nada,
en fondos depositados en el mismo extranjero donde viven SUPUESTAMENTE los
dineritos del pobre Bárcenas. De las propiedades inmobiliarias, supuestamente
legadas, es preferible que nos les cuente porque nos íbamos a marear un poco
con tanto cero seguido de ídem., pero se dice y se cuenta, basándose en el
artículo de EL MUNDO y otros dimes y diretes, que el monarca SUPUESTAMENTE
contribuyó con un pequeño donativo al SOGENAL (Societé Genérale Alsacienne de
Banque) ingresando tres cheques en una cuentecita a su real nombre por valor de
2.500.000; 533.000 y 1.067.744 francos suizos (un total de 375.628.150
pesetitas de aquella época en la que Montoro andaba preparándose en una
academia de superhéroe fiscal)
Pues bien,
para desmentir los rumores que intentaban convencernos de que el yerno
deportista era un díscolo cuyas prácticas transaccionales eran rechazadas por
un suegro pulcro de ideología intachable y austeridad notable (!) nos hemos
puesto a indagar en la SUPUESTA historia del pasado del reino de España y hemos
encontrado SUPUESTOS que se SUPONEN, SUPUESTAMENTE REALES, que pueden servir
para que abramos los ojos (un poco más).
Léanse con
SUPUESTO interés ya que son SUPUESTOS, SUPUESTAMENTE afirmados. Búsquense
referencias, no en LA RAZÓN, ni en LA COPE, ni en ABC, por SUPUESTO, y ya me
dirán, ya me dirán…
1. En una de
las biografías no autorizadas del monarca cazador, queda reflejado un pasaje,
supuestamente perteneciente a su infancia, que ha quedado tipificado como el
supuesto debut como “negociante o bróker sui generis”: cuentan que el monarca
ha reconocido en más de una ocasión que cuando tenía seis años metió su primera
pata empresarial. Vivía entonces, en su humilde morada, el económico Hotel Royal,
en Lausana, y vio cómo una visita entregaba, como regalo a su papá, una
estilográfica de oro. El aún-por-coronar niño tuvo una idea brillante,
premonición de las posteriores, supuestamente: intentó venderle al portero del
hotelito la pluma en cuestión, supuestamente, para conseguir unos centimillos
de franco (no el dictador y mentor del niño cuando creció, sino la moneda) con
los que adquirir unas golosinas que le tentaban desde una tiendecilla de
caramelos próxima. El papá del empresario debutante tuvo que darle al botones,
otro que según parece no era nada tonto, 10 francos como compensación. Cuentan
que desde esa experiencia, cuando el monarca aún no conocía estilos tan
exitosos como el estilo Botín o el estilo Prado y Colón de Carvajal, a Juanito le quedaron
unas ganas desmesuradas de enmendar su error a base de presuntas intentonas
empresariales. Tal es así que muchos, supuestos, creen que la esposa del yerno
deportista supuestamente heredó el gen del emprendedurismo de su real padre.
2. Desde
mediados de 1900, el gobierno del reino, lleva pasando una rentita anual a la
Real casa de quien fue niño humilde-en-el-exilio,que ya empezó a ser efectiva
en una cantidad de 25.000 pesetas. El amigo del bigote del monarca, ese que
estaba siempre con la cara al sol, devolvió supuestamente, a la Casa Real, las
propiedades valiosísimas que la República había confiscado a los borbones,
aunque este patrimonio inmobiliario duraría, en su cuantía original, hasta que
murió el del bigote, fue coronado el heredero de cabellos acaracolados y su
papá, Don Juan de Borbón, supuestamente hasta las narices de tener que utilizar
el ingenio para arreglárselas para tener lujo de gorra y no dejar de beber sus
adorados martinis on the rocks, se puso, supuestamente también, a vender
palacetes y edificios como un loco (cuentan que llevado por su premonición de
que la monarquía, encabezada por su Juanito, no iba a ser muy duradera). El
papá del coronado colocó un cartelito precioso de SE VENDE sobre fachadas bien
excelsas: el palacio de la Magdalena, en Santander; el palacio de Miramar, en
Donostia; la isla de Cortegada, expropiada previamente para ser regalada a los
borbones, en Arousa; Villa Giralda, en Estoril, vendida supuestamente
utilizando la después utilizada con pprofusión técnica del testaferro; etc. En
fin, que supuestamente, el no supuesto sino real padre real, se forró,
literalmente, ejerciendo como agente inmobiliario de alto standing. La pregunta
derivada, tras leer el periplo de ventas, es qué hizo el susodicho con los
millones que obtuvo. Pues bien, cuentan las supuestas voces que, supuestamente,
el Juan que no llevaba número romano, sino don, figuraba como miembro de honor
en la relación de los afectados por el PERDÓN FISCAL del PSOE ¿Recuerdan el episodio?
3.
Suposiciones varias apuntan a que las teorías de que el monarca cazador está
curtido por una vida militar, austera, de pocos lujos y que no le permite
olvidar los duros años de su exilio son, precisamente, eso: meras suposiciones.
Algunos supuestos amigos del no supuesto rey han contado, supuestamente, en más
de una ocasión, que una pareja de pobrecitos enamorados, el futuro rey y la
señora de cabellos esponsorizados por laca Nelly,
emprendieron un humilde viajecito de novios, pagado por unos amigos de la
humilde familia, solidarios y conmovidos por la injusta pobreza de los borbones en aquel
entonces. Supuestamente, el novio de la corona ha explicado más de una vez, se
supone que como prueba de las increíbles penurias que ha afrontado, que no pasó
la vergüenza de no poder comprarle a la recién esposa Sofía un caprichito que
se antojó poseer en tierras tailandesas. Claro que deberíamos pensar, antes de
enternecernos y estallar presos del llanto, que los pobres desposados no fueron
de viaje melero a Albacete o a Parla, sino por sitios exóticos entre los que
estaba la cuna de la comida Thai, ni Sofía se encariño con un suvenir que
consistía en un pisapapeles, con el rótulo I was in Thailand, sino que le echo,
muy espabilada ella, el ojo verdoso a un gordo y brillantoso zafiro.
4. Otro
supuesto que es tomado como supuestamente cierto es aquel que prueba que la
solidaridad entre los millonarios también se da, de un modo curioso y nada
altruista, es verdad…pero darse, se da. Y si no, sepan que desde que el rey
cazador se desposó con quien parece, pero no es, una esfinge griega,
supuestamente comenzó a recibir una cantidad de dinero nada desdeñable, una
especie de colecta, en versión pija de Cáritas, un precedente con glamour de EL
RASTRILLO, de manos (de bolsillos, perdón) de un grupito de solidarios
banqueros, nobles y empresarios pelotas del dictador del bigote. Corría el 1962
(bueno, corríamos nosotros, delante de la policía) cada mes, supuestamente,
Juanito-ya-Juan, recibía lo que le permitía un poco de la liquidez merecida que
su cargo debiera proporcionarle. Cuentan que quien encabezaba el grupo de la
hucha real era Valls Taberner, un banquero franquista, fanático
primero del papá del monarca y buenísimo y rentable amigo después, del hijo rey,
cuando percibió que tenía más a ganar si su amistad con el muchacho de cabellos
tirabuzoneros se hacía más intensa. Hoy nos escandalizaríamos y llamaríamos al
asunto…¿un lobby?
5. Otro que
sufrió un ataque agudo de solidaritis interesatis fue el señor de las abejas,
alías Ruíz Mateos. Llegados a este punto, el escribir
supuestamente no tiene mayor sentido si nos paramos a tirar de hemeroteca,
porque hallaremos bastantes declaraciones del superman-de-rumasa, afirmando lo
que ahora describiré e intentando utilizarlo, en aquella época, para presionar-chantajear a las esferas reales, en un
intento de conseguir cierta protección después de sus reiteradas metidas de
pata. Ruíz Mateos repitió hasta la saciedad que había llegado hasta el monarca
cazador de grandes animales, animado por las palabras de Valls Taberner y otros
babeadores reales. Ruíz Mateos no le llevaba al monarca un cargamento de flanes
Dhul sino maletines de piel de lujo, repletos de billetes de pesetas de la
época, en cantidad variable y frecuencia no modulada sino más bien constante
¡Aquello si era lujo y no ahora, porca miseria de crisis, que lo más que se
trajinan son sobres y no attachés! El ex mentor de los chocolates Trappa jura y
perjura que conserva la documentación que supuestamente probaría el recibo, por
parte de las reales manos, de unos…mil millones de pesetas, aunque curiosamente
nadie se ha interesado oficialmente por comprobar si el de la abeja decía la
verdad y en la zarzuela se comieron muchas, muchas cajitas de bombones de chocolate
y miel.
Estos cinco
apuntes, supuestas verdades supuestas, no son más que el inicio de una lista
mucho más…real y extensa. Para que no nos abrumemos, y podamos estar
concentrados en idear cómo narices sobrevivir un día más a esta crisis
impuesta, inventada y “quita-dora”, no voy a extenderme con los restantes
supuestos. Los dejo, redactándose para una entrega posterior a cuya lectura,
POR SUPUESTO, están invitados.
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