Hoy los trabajadores y la trabajadoras son más pobres no como consecuencia de la crisis, sino de la ideología de este gobierno
Analisis de Patricia Hernández | 17/04/2013
“La reforma laboral no fue pensada
para crear empleo”. Catorce meses después de aprobada la reforma laboral, la
ministra Báñez nos sorprendió a todos diciendo ¡por fin! la verdad.
Aunque le ha
costado todo este tiempo, y después de tantas mentiras, el Gobierno reconocía
algo que era evidente para todos y todas desde el primer día ante el clamor de
los datos. Ganaron las elecciones prometiendo empleo, hicieron la reforma
laboral afirmando que su objetivo era crear empleo y ahora, con casi un millón
de puestos de trabajo destruidos después, nos dicen que no era para eso.
Si no fue
creada para crear empleo ¿para qué se hizo la Reforma Laboral?
La pregunta evidente ahora es una. Si no fue pensada para crear empleo, como ya han reconocido aunque les ha costado, ¿para qué fue pensada?
La pregunta evidente ahora es una. Si no fue pensada para crear empleo, como ya han reconocido aunque les ha costado, ¿para qué fue pensada?
La respuesta
era fácil antes, y es evidente ahora: para recortar los derechos de los
trabajadores y trabajadoras, para atacar la negociación colectiva y debilitar
los convenios colectivos; para que tengamos menos salarios, menos derechos y
menos protección. Estos eran los objetivos…y sí… en esto han tenido un rotundo
éxito. En realidad ya lo sabíamos, todos y todas lo sabíamos: la
Reforma Laboral era y es una máquina de despidos fáciles y baratos.
Utilizaron a
los parados para ganar las elecciones primero, y para aniquilar los derechos
laborales después
Utilizaron a los parados para ganar las elecciones, y los utilizaron, otra vez después, como coartada para aniquilar el equilibrio de las relaciones laborales. Nos dijeron que abarataban el despido para evitar los despidos, y lo pusieron tan barato, que no sólo han conseguido destruir casi un millón de puestos de trabajo, han hecho algo más…han conseguido que el miedo se haya apoderado de los y las que aún conservan el empleo: miedo a ser despedidos por cualquier razón, o causa, hagan o no hagan su trabajo, tenga beneficios la empresa, o no.
Utilizaron a los parados para ganar las elecciones, y los utilizaron, otra vez después, como coartada para aniquilar el equilibrio de las relaciones laborales. Nos dijeron que abarataban el despido para evitar los despidos, y lo pusieron tan barato, que no sólo han conseguido destruir casi un millón de puestos de trabajo, han hecho algo más…han conseguido que el miedo se haya apoderado de los y las que aún conservan el empleo: miedo a ser despedidos por cualquier razón, o causa, hagan o no hagan su trabajo, tenga beneficios la empresa, o no.
El
resultado, más paro sí, pero menos derechos para los que conservan el empleo.
El resultado, nos están empobreciendo.
Más trabajo
por menos sueldo
Hoy miles y miles de trabadores y trabajadoras, ante la amenaza permanente de perder su trabajo, aceptan rebajas de salarios y ampliación de jornada, mientras los beneficios empresariales siguen creciendo. Hoy miles y miles de personas trabajan más horas y cobran menos, mientras otros miles van a trabajar enfermos. Y muchos españoles más, dos millones, ya no tienen la protección del Convenio Colectivo.
Hoy miles y miles de trabadores y trabajadoras, ante la amenaza permanente de perder su trabajo, aceptan rebajas de salarios y ampliación de jornada, mientras los beneficios empresariales siguen creciendo. Hoy miles y miles de personas trabajan más horas y cobran menos, mientras otros miles van a trabajar enfermos. Y muchos españoles más, dos millones, ya no tienen la protección del Convenio Colectivo.
Hoy el
salario, la jornada, los horarios, las condiciones de trabajo dependen
exclusivamente de la voluntad de los empresarios y esa indefensión se traduce
en angustia y miedo, desempleo, pobreza y desigualdad.
Y más
impuestos y menos ayudas
Casi quiece meses después de la entrada en vigor de la reforma laboral, tener un empleo no es garantía de nada. Ni siquiera una garantía para que no te afecte la pobreza. Según la Fundación Primero de Mayo, el 12% de la población ocupada vive por debajo del umbral de la pobreza.
Casi quiece meses después de la entrada en vigor de la reforma laboral, tener un empleo no es garantía de nada. Ni siquiera una garantía para que no te afecte la pobreza. Según la Fundación Primero de Mayo, el 12% de la población ocupada vive por debajo del umbral de la pobreza.
Pero no es
sólo cuestión de menos sueldos y más fragilidad en el empleo. Además pagamos
más.., más en impuestos, más por el gas, más por la luz, más por la salud, más
por los medicamentos, más por la escuela infantil de nuestros hijos, más por la
universidad de nuestra hija, a la que además le quitaron la beca, más por los
cuidados de nuestro padre dependiente, y si… pagamos también por la justicia.
Hoy los
trabajadores y la trabajadoras son más pobres. Y no como consecuencia de la
crisis, sino de la ideología de este gobierno, que cada día toma decisiones que
empobrecen a miles de personas, y lo que es aún peor, siempre diciendo…que lo
hacen por su bien.
Patricia
Hernández es diputada socialista en el Congreso
En Twitter
es @PatriciaHdezGut
Fuente: www.elplural.com
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