España |
Tercera Información | 18-04-2013 |
El sindicato
manifiesta que la forma más perversa de extensión del capitalismo a nivel
mundial es mediante el militarismo y la guerra, siendo la Objeción Fiscal al
Gasto Militar la puesta en práctica de la negativa a colaborar con esa
injusticia.
Hoy día
muchos países sufren pobreza y explotación por guerras, muchas de las cuales
son creadas para abusar de sus recursos y adquirirlos a bajo precio o para que
gasten sus rentas en adquirir armamento a los países desarrollados. A veces
estas guerras se disfrazan de humanitarias (Libia y Mali últimamente), cuando
en realidad se hacen por los recursos energéticos o por la posición
geoestratégica de dichos países, o simplemente para vender material
armamentístico de los países occidentales.
La CGT opina
que para terminar con las guerras, se debe luchar contra todos los elementos
sobre los que se sustentan: los ejércitos, la industria militar y la
investigación militar. Todos ellos se financian con los impuestos de la
población.
La Objeción
Fiscal al Gasto Militar es una forma de Desobediencia Civil que consiste en
desviar una parte del dinero de los impuestos a proyectos sociales que se
consideren más justos. No es una forma de ahorrar en impuestos, sino de negar
recursos al militarismo a la vez que se apoyan proyectos pacíficos. Con ello,
se contribuye a avanzar hacia una sociedad equitativa y en la que los
conflictos se resuelvan sin recurrir a ningún tipo de violencia.
La CGT
propone el destino de los ingresos de 2013 a dos proyectos sociales: “La
Colmena: una utopía en construcción”. Un Centro social autogestionario, un
espacio donde se realizan actividades en las que subyace el carácter colectivo,
público y de transformación social en Béjar (Salamanca) y las Juntas del Buen
Gobierno de las Comunidades Zapatistas de Chiapas (México). Una forma
transgresora y sencilla de hacer política en manos de toda la sociedad.
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