La reproducción de un manual de consejos
para la mujer casada que recomienda una conducta subordinada al marido causa
indignación
Tomàs Delclós28 ABR 2013 -
La
publicación de una guía de la buena esposa en el blog Eros (1) de la edición
digital del diario ha provocado un aluvión de críticas. La responsable de la
Escuela de la Esposa que se presenta en el texto, Sarah J. Symonds, recomienda
a las mujeres casadas que no ganen peso y vistan bien para que su marido
únicamente tenga ojos para ella. “Asegúrate”, prosigue, “de permanecer
despierta hasta tarde para pasar tiempo con él después de un día duro. Incluso
si estás cansada. Pregúntale cómo ha sido su trabajo o actividades, antes de
contarle tus problemas (pero no demasiados)”. Otros consejos hablan de que “los
hombres quieren sentirse como hombres. Quieren sentirse necesitados y deseados.
Dile lo mucho que lo aprecias, sobre todo cuando hace algo bien. Hazle saber
que lo respetas como hombre. Y tócale. Sé táctil con él” o “si te gusta llevar
chándal, asegúrate de cambiarte antes de que vuelva a casa después del trabajo.
Ponte algo sexy. Ah, y no olvides depilarte las piernas y otras partes”.
También recomienda ser ordenada, “Esconde los juguetes de los niños y cualquier
otro detalle que implique descuido o desorden”. Menos mal que también sostiene
que la esposa debe trabajar para una relación, “nunca sufrir por ella”. Y
aclara que “nunca seas una alfombra para tu marido. Tienes que ser una mujer
fuerte, y hazle saber que si alguna vez te maltrata o te engaña, no lo vas a
tolerar. Enséñale que te tiene que respetar y que te perderá si te engaña.
Además, ten tu propia vida y tus propios intereses, para que seas mucho más que
solo una esposa". Pero incluso este consejo final se hace pensando en los
intereses del marido (“De lo contrario, no tendrás nada que contarle o no
podrás sorprenderle”).
“Sé
que el artículo es traducción de otro, pero en ningún momento veo que se
critique o comente el planteamiento tan aberrante que tiene. No entiendo cómo
en pleno siglo XXI se puede siquiera sugerir que una persona renuncie a sus
inquietudes, su voluntad e incluso sus derechos humanos más básicos (…) para
convertirse en un objeto de uso al servicio de otra persona. Es apología de la
esclavitud, de la prostitución doméstica”, escribe Marta García. Lidia Cuesta
critica que se perpetúe la sumisión de la esposa y el machismo. “Me resulta
indignante que un medio de comunicación nacional puede consentir tal
publicación retrógrada y digna de la Sección Femenina de la Falange Española.
En la era de la igualdad de género, de la conciliación laboral-familiar y de
los permisos de paternidad, publicáis este artículo que aconseja a las mujeres
que quieran ser buenas esposas aberraciones como: ¡No le regañes!; tener
intimidad con tu marido todos los días...”. A Carles Baiges le parece más
propio de la España franquista que de EL PAÍS del 2013. Blanca Rilova escribe
que el artículo perpetúa “los roles y estereotipos que tanto daño han hecho a
las mujeres, anteponiendo la comodidad del marido a los deseos y
felicidad de la propia mujer, entendiendo que es nuestro trabajo hacer que
nuestra relación funcione, en este caso, evitando las infidelidades”. Pilar
Aguilar encuentra igualmente reminiscencias de las recomendaciones que daba la
Sección Femenina (“salvo que la referencia a la sexualidad no era tan
explícita") y se plantea: “¿Publicaría con esa misma
"inconsciencia" (por decirlo con palabras suaves) las recomendaciones
que daban los sindicatos verticales fascistas a los obreros para ser buenos
trabajadores? Contra lo que parece lógico, el blog no concluye preguntándose:
¿qué mujer en su sano juicio querría casarse en estas condiciones? Así es que
me veo obligada a preguntar: ¿cómo EL PAÍS es tan absolutamente reaccionario y
machista?”
Indudablemente,
los consejos de la responsable de la citada Escuela de la Esposa salen de las
habituales recetas sobre juegos eróticos. Propone una conducta hogareña de la
buena esposa que mantiene roles que, en algunos momentos, parecen
reverberaciones de rancios consultorios sentimentales periclitados. No es un
manual lúdico. Es un recetario de comportamientos conyugales con unas
obligaciones unilaterales que remiten a una indefendible idea sobre la esposa
que, lógicamente, ha indignado.
Basta leer
otros textos de la autora de este artículo, Venus O'Hara, que recoge los
consejos de la experta británica, para comprender que no comparte estos
postulados, algo que me ha ratificado personalmente, aunque considera
informativo conocer que existen este tipo de escuelas en pleno 2013. De hecho,
el viernes publicó un nuevo texto en el blog donde comenta la polémica y
elabora, esta vez sin acudir a un texto ajeno, una guía para el supuesto buen
marido. Pero el primer texto, el que aquí comentamos, carece de una necesaria y
clara reflexión crítica y del suficiente distanciamiento ("curiosamente,
todavía no existe ninguna escuela de maridos...Y vosotros, ¿que opináis de todo
esto?") para entender que no se reproducen sus consejos con ánimo prescriptivo
sino polémico.
Hay consejos
que remiten a una indefendible idea sobre la esposa
Al margen de
este episodio, no es la primera vez que recibo cartas, aunque sin la intensidad
de este caso, críticas con la propia existencia de este blog. Quejas sobre la
inclusión de imágenes o mensajes a los que algunos lectores aplican el
deslizante concepto de pornografía. Creo, sin embargo, que el propósito
editorial del mismo es interesante ("He aquí un rincón erótico festivo
dedicado a las relaciones y la atracción entre seres humanos, esa faceta que
nos hace la vida más placentera, tierna, amorosa, plena… Un blog coral que
apuesta por el juego, la provocación, lo sensual y el sexo como acto libre,
adulto, compartido, real o ficticio, siempre divertido. Eso sí, si tu mirada no
es amplia y tolerante, mejor no te detengas aquí"). Da el protagonismo al
relato femenino, una escritura menos habitual en estos temas que la masculina.
Un blog que se construye con relatos personales, que no tienen la misma condición
que un texto informativo. Sin entrar en el debate sobre lo pornográfico, basta
recordar aquella definición del surrealismo francés: la pornografía es el
erotismo de los otros. El erotismo, además, como escribió Bataille, es uno de
los aspectos de la vida interior de las personas que va mucho más allá de lo
que Luis García Berlanga llamaba la sexualidad del émbolo.
Por otra
parte, esta semana, varios lectores han criticado un texto, particularmente el
titular, sobre la nueva ministra venezolana de Deporte ("El sable más sexi
de Maduro"). Cristina Díaz, por ejemplo, escribe: "Considero que esta
mujer es una atleta olímpica, licenciada, y ahora política. ¿Por qué narices se
enfoca el reportaje en el atractivo físico? Me indigna que siempre hagan esto con
las mujeres. Con los hombres, sean feos o guapos, no ocurre”. Tania, a su vez,
se pregunta por qué el titular se centra en su físico. La citada ministra es
medalla olímpica de esgrima, odontóloga y episódicamente modelo. La propia
información explica que tiene credenciales suficientes para ocupar el
ministerio y alude a su activismo social. El hecho de que publicara su
almanaque de fotos, haya posado en 2008 con cierta osadía para un reportaje
donde hacían otro tanto desde músicos a arquitectos compatriotas ("El país
se desnuda") y expuesto sus propias teorías sobre la belleza femenina
explica que el artículo atienda a estos aspectos. Sin embargo, destacar en el
titular alusiones al aspecto físico o, como ha sucedido en otras ocasiones,
comentar una vestimenta cuando el personaje es una mujer, algo que no
acostumbra a suceder cuando el personaje es masculino, consagra estereotipos.
Fuente: www.elpais.com
GUÍA DEL BUEN MARIDO (1)
Por: Venus
O’Hara | 26 de abril de 2013
Lothar Reichel, 'Jump', 1970
En ausencia de una escuela oficial para el marido, que yo sepa; en nombre de la igualdad pero también a demanda popular, hoy os presento aquí La Guía del Buen Marido que incluye apartados sobre el sexo, el aspecto físico o la limpieza casera... Lo mínimo (o máximo, a elegir) para una vida de pareja perfecta. Para elaborarla he consultado con varias mujeres casadas, ya que yo no lo estoy... Ellas han propuesto. Y espero vuestra aportaciones expertas.
En ausencia de una escuela oficial para el marido, que yo sepa; en nombre de la igualdad pero también a demanda popular, hoy os presento aquí La Guía del Buen Marido que incluye apartados sobre el sexo, el aspecto físico o la limpieza casera... Lo mínimo (o máximo, a elegir) para una vida de pareja perfecta. Para elaborarla he consultado con varias mujeres casadas, ya que yo no lo estoy... Ellas han propuesto. Y espero vuestra aportaciones expertas.
Pero antes
de exponer las doce pautas para tal marido de ensueño (ver más abajo), quiero
reflexionar brevemente sobre mi último post Guía de la buena esposa
que ha causado tanto alboroto, polémica y confusión. Primero, me gustaría
aclarar que los doce puntos citados en el post anterior no eran recomendaciones
mías en absoluto. Proceden de la Escuela de la Esposa (Wife School), un
centro online creado por Sarah J Symonds. La guía es una traducción de un texto
que contiene doce pasos que pretenden “proteger tu matrimonio de una
infidelidad”. Tal cual.
Cuando
descubrí esta escuela, me llamó mucho la atención tal objetivo ya que la
infidelidad siempre me ha fascinado, además es un asunto que he tratado mucho
en este blog (como se puede comprobar en mis posts).
Está claro que si alguien tiene la intención de ser infiel, lo será. Hombres y
mujeres. Existen muchos motivos para una infidelidad y sea cual sea, la
responsabilidad la tiene la persona que es infiel. Siempre. Me ha parecido
obvio porque cada uno es responsable de sus acciones.
Mi objetivo el otro día era informar sobre la existencia de dicha escuela, sus recomendaciones e incitar un debate. Y así fue. Muchos lectores opinaron que los doce puntos eran machistas, sobre todo por la implicación de que las mujeres no trabajaran o que el sexo parecía ser solo para el disfrute del hombre, cosas que por supuesto no son ciertas. Otros han acusado al artículo de ser una promoción de la Guía de la buena esposa de la Sección Femenina de la época franquista, institución que yo desconozco y época que no viví pues no soy española. Es importante destacar que la misma Sarah J. Symonds desconocía tales puntos y no habla castellano. Algunos se han escandalizado y acusado el artículo de hacer eco de unos valores del pasado, o que parece deshacer décadas de trabajo duro para la igualdad de la mujer. Otros me han apoyado con sus miles de "me gusta" y sus reflexiones o le han echado imaginación y han improvisado con mucho humor sus propias guías para el esposo (post-tuneado).
Leyendo los comentarios, reconocer que la mujer ha avanzado desde el 1953 es muy positivo para todos, obviamente. Aún así, creo que es importante saber que existen negocios como la Escuela de la Esposa en pleno 2013, incluso cuando son ideas que no comparto, desde luego. Las mujeres hoy en día somos independientes y trabajadoras, hacemos con nuestro cuerpo lo que nos da la gana. Como debe ser. Pero no olvidemos que si una mujer realmente desea ser una ama de casa en lugar de una ejecutiva, esto no significa que sea menos feminista por ello.
Vivimos un momento en el que el tema de la sumisión femenina en el sexo está dominando el mundo literario después de la Trilogía de Grey, Diario de una sumisa y ahora la nueva trilogía de Sierra Cartwright. No sólo se trata de un fenómeno editorial, sino que además ha despertado nuevas fantasías sexuales en millones de mujeres en todo el mundo. Fantasías y prácticas que según muchas personas, no encajan con el concepto aceptado del feminismo.
Mi objetivo el otro día era informar sobre la existencia de dicha escuela, sus recomendaciones e incitar un debate. Y así fue. Muchos lectores opinaron que los doce puntos eran machistas, sobre todo por la implicación de que las mujeres no trabajaran o que el sexo parecía ser solo para el disfrute del hombre, cosas que por supuesto no son ciertas. Otros han acusado al artículo de ser una promoción de la Guía de la buena esposa de la Sección Femenina de la época franquista, institución que yo desconozco y época que no viví pues no soy española. Es importante destacar que la misma Sarah J. Symonds desconocía tales puntos y no habla castellano. Algunos se han escandalizado y acusado el artículo de hacer eco de unos valores del pasado, o que parece deshacer décadas de trabajo duro para la igualdad de la mujer. Otros me han apoyado con sus miles de "me gusta" y sus reflexiones o le han echado imaginación y han improvisado con mucho humor sus propias guías para el esposo (post-tuneado).
Leyendo los comentarios, reconocer que la mujer ha avanzado desde el 1953 es muy positivo para todos, obviamente. Aún así, creo que es importante saber que existen negocios como la Escuela de la Esposa en pleno 2013, incluso cuando son ideas que no comparto, desde luego. Las mujeres hoy en día somos independientes y trabajadoras, hacemos con nuestro cuerpo lo que nos da la gana. Como debe ser. Pero no olvidemos que si una mujer realmente desea ser una ama de casa en lugar de una ejecutiva, esto no significa que sea menos feminista por ello.
Vivimos un momento en el que el tema de la sumisión femenina en el sexo está dominando el mundo literario después de la Trilogía de Grey, Diario de una sumisa y ahora la nueva trilogía de Sierra Cartwright. No sólo se trata de un fenómeno editorial, sino que además ha despertado nuevas fantasías sexuales en millones de mujeres en todo el mundo. Fantasías y prácticas que según muchas personas, no encajan con el concepto aceptado del feminismo.
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