La presentación del programa económico de Podemos ha
servido para demostrar empíricamente dos evidencias hasta ahora sólo intuidas
30/11/2014 - 20:01h
La presentación del programa económico de Podemos ha servido
para demostrar empíricamente dos evidencias hasta ahora sólo intuidas. La primera
es que los mismos que les acusaban de ser bolivarianos, radicales y extremo
izquierdistas han corrido ahora a imputarles los cargos de socialdemócratas y
moderados. Ayer el problema era que prometían demasiado. Hoy el problema es que
prometen poco.
La segunda evidencia constata hasta qué punto se ha
desplazado a la derecha el debate político en España. Lo que antes era
izquierda ahora es extrema izquierda, lo que antes pasaba por centro ahora pasa
por izquierda y lo que antes se situaba a derecha ahora se sitúa en el centro.
Lo demás se lo pueden imaginar. Ha tenido que presentar su programa Podemos
para que por fin le dieran un entierro decente a la peligrosísima
socialdemocracia.
Por si alguien todavía no se había enterado, asistimos a un
nuevo despliegue espectacular de luz y sonido para dejarnos claro que es
radical, peligroso e inviable pedir un Estado del Bienestar universal y unos
niveles de inversión pública que ronden la mitad del PIB, como en Alemania o
Francia, aspirar a la jornada laboral de 35 horas y a jubilarse a los sesenta y
cinco, reclamar una política fiscal progresiva, o defender que el Estado tenga
un papel activo en la economía, con banca y empresas públicas. Es más y por si
quedaba alguna duda: sólo los ignorantes que no tienen ni idea de economía
pueden defender y pedir cosas así.
Entre tanta película de terror y tanta profecía apocalíptica
nadie explica por qué los bancos se empeñan en convertirlas en su negocio si
las pensiones resultan tan insostenibles. O por qué no paran de firmarse
conciertos con la sanidad y la educación privadas si el Estado del Bienestar
resulta tan inviable. O por qué, tenido los problemas de recaudación fiscal que
padecemos, España es el país de la Zona Euro que más ha renunciado a los
impuestos que gravan la propiedad de la riqueza: sucesiones y patrimonio.
Si los medios dedican a los aún desconocidos programas del
PP o el PSOE el nivel de análisis y exigencia recetado para Podemos, en la
próximas generales no vamos a manejar programas, podremos consultar memorias,
balances de cuentas y hasta auditorías.
No sé ustedes, pero no imagino a Rajoy cuantificando todas y
cada una de las medidas de su programa y explicándonos de donde va salir el
dinero para las bajadas de impuestos que seguro prometerá. Se le intuye más
bien como este fin de semana en Catalunya. Haciendo política y hablando solo
para sus votantes, que son los que le importan. Y los demás aplaudiendo.
#CódigoMariano en estado puro.
Fuente: www.eldiario.es
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