12 de diciembre de 2014.-
Podrían ser a simple vista sólo huesos. Pero no son.
Queremos decírselo a todos, ideologías aparte. Son personas, son nuestros
familiares, que permanecen en una parcela, en una fosa, en una cuneta….
Y tenemos unos gobernantes más preocupados por las frías
estadísticas del crecimiento del PIB que por los problemas de la gente. Las personas
de España quieren trabajo y poder mirar al futuro con tranquilidad. Quieren
educación, quieren ir a un hospital con garantía. Y, cuando nos llegue la hora,
queremos morir con dignidad y dejar un buen recuerdo entre los nuestros. Y
muchos querrán descansar para siempre en un cementerio, con los restos de sus
familiares y después de que recen por nosotros un responso.
Esto, tan simple, no lo hemos podido completar en el caso
de muchos de nuestros familiares. Durante la guerra, se cometieron muchas atrocidades.
Finalizada la guerra, el Gobierno de Franco dictó una Ley por la cual sólo unos
podían ir a exhumar a los suyos, para poder enterrarlos dignamente. Los otros,
allí quedaron, en cunetas y fosas.
Y no sólo eso. A ese desasosiego se sumó la enorme represión
de la posguerra. Decenas de miles de personas sufrieron persecución, cárcel,
fusilamientos….. y fueron enterradas en parcelas de prisiones (como en
Valdenoceda) o en fosas comunes aledañas a tapias de cementerios.
De verdad, señores de este Gobierno: ¿les suena tan extraño
que queramos recuperar los restos de nuestros padres, de nuestros abuelos… y
que queramos enterrarlos dignamente, con la abuela, con sus hijos?
Como verán, no son sólo huesos
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