Otras alternativas como la reducción de la jornada laboral y el reparto de
trabajo, la propuesta de modelos productivos que sustituyan al ladrillo o la
supresión de las pensiones blindadas de los grandes banqueros, ejecutivos y
altos cargos nunca son contempladas por este organismo neoliberal
España |
Tercera Información* | 31-05-2013 |
El Banco
de España señala en su memoria anual correspondiente a 2012 que el riesgo
de que el paro de larga duración se haga "crónico" es "muy
preocupante", y propone explorar la posibilidad de contratar con carácter
"excepcional" por debajo de salario mínimo interprofesional (SMI)
-situado en 645,30 euros al mes- a trabajadores "con mayores dificultades
para su empleabilidad".
El paro como
justificación de los recortes
Así, señala
que tras cinco años de destrucción de empleo, la tasa de paro ha alcanzado
"tasas inaceptables y el riesgo de que las situaciones de desempleo de
larga duración se hagan crónicas es muy preocupante, máxime si se considera la
elevada incidencia de los jóvenes y de la población con baja cualificación en
este colectivo".
Dicho esto,
aunque cree que los resultados de la reforma laboral a la hora de frenar el
desempleo son "esperanzadores", considera que "no son todavía
suficientes" en el caso de la contratación, "aunque probablemente
ésta sea una de las áreas en las que las medidas necesitan tiempo para
desplegar todos sus efectos".
"La
gravedad de la situación por la que atraviesa el mercado laboral aconseja
mantener y profundizar el impulso reformador mediante la adopción de medidas
adicionales que promuevan la creación de empleo a corto plazo y faciliten la
flexibilidad de los salarios", añade.
Las
propuestas van en el mismo sentido de otras tantas formuladas con anterioridad,
como la eliminación de los convenios colectivos de la cláusula de la revisión
salarial o la reiterada petición de aumento de la edad de jubilación y del
periodo del cálculo de la pensión, ya acometido por los últimos gobiernos de
PSOE y PP.
Ahora, el
Banco de España apuesta por "explorar mecanismos excepcionales para evitar
que el salario mínimo actúe como una restricción para grupos específicos de
trabajadores con mayores dificultades para su empleabilidad".
Además,
plantea "establecer nuevas fórmulas que permitan, en casos especiales, la
desviación temporal respecto a las condiciones establecidas en la negociación
colectiva", así como "asegurar que la reducción del alcance de las
cláusulas de indexación salarial no revierta en fases de crecimiento
económico".
Otra vez las
pensiones
En materia
de pensiones, el Banco de España cree que garantizar cuanto antes la
sostenibilidad del sistema aportaría gran certidumbre sobre la voluntad
reformista de España, sin tener impacto sobre las condiciones laborales y
sociales actuales.
Por ello,
recalca que es preciso diseñar "como está previsto" en el Plan
Nacional de Reformas un factor de sostenibilidad "que posibilite
modificaciones automáticas de los parámetros del sistema que permitan
garantizar su sostenibilidad en el medio y largo plazo".
Más aún, en
línea con las recomendaciones de Bruselas, dice que "sería aconsejable
anticipar la entrada en vigor del retraso en la edad de jubilación (hasta los
67 años) y del alargamiento del período de cálculo de la base reguladora (de
los 15 a los 25 años)", dado que, desde la entrada en vigor de la reforma
de las pensiones de 2011, "el problema se ha intensificado" y
"los plazos acordados resultan muy dilatados".
Con la
excusa de salvaguardar la confianza en la economía española ante la
"fuerte sensibilidad" presente aún en los mercados, el Banco de
España propone establecer "un horizonte presupuestario de medio plazo que
proporcione suficiente detalle sobre las medidas necesarias que, con carácter
permanente, permitan culminar el proceso de consolidación fiscal".
Ataque al
sector público
Estas
medidas, deberían basarse, a su juicio, en una revisión "en
profundidad" de la dimensión del sector público, de los distintos
programas de gasto y del sistema impositivo.
En cuanto a
posibles medidas de reactivación económica, el banco estima que "las
condiciones financieras continúan siendo muy estrictas" y que "no
existe margen de maniobra significativo para el recurso a las políticas
macroeconómicas de estímulo de la demanda".
"Corresponde
a las políticas de oferta y de reforma estructural desempeñar un papel
determinante en la recuperación de la confianza interna y externa y en el
impulso del crecimiento a medio y largo plazo, que permitan aliviar los efectos
a corto plazo de los procesos de ajuste", añade.
Vuelve a
apelar al dogma de que no "demorarse" en la reducción del déficit
definiéndolo como "consolidación fiscal"
En cuanto a
la consolidación fiscal, el Banco de España urge a no demorarlo. Así, señala
que la estrategia de ajuste fiscal debe tener en cuenta "no sólo la
evolución de la actividad económica, sino también los costes de retrasar
excesivamente la consolidación en términos de riesgos para la credibilidad y su
impacto sobre la confianza de los agentes".
No obstante,
asegura que la reducción del déficit público nominal en 2012, hasta el 7%,
"no refleja adecuadamente el esfuerzo de consolidación efectuado".
Por ello, propone tener en cuenta el déficit estructural, corregido del impacto
del ciclo económico y del efecto de los cambios en la carga de intereses o de
las ayudas a la banca.
De acuerdo
con esta medida, asegura que el esfuerzo fiscal habría superado los 6 puntos
del PIB entre 2009 y 2012, lo que contrasta con la reducción nominal de sólo
0,5 puntos porcentuales del PIB en el mismo periodo.
*Con
información de EP
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