Desde el inicio de
la crisis han tenido que emigrar más de 43.000
Martes, 25 de junio de 2013
Por A. Ramírez - Canarias-semanal.org
Con el espejismo de prosperidad
alimentado durante los años del "milagro económico"
definitivamente destruido por la cruda realidad de la Crisis, el Estado español
se ha vuelto a convertir tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, en un
emisor de emigrantes. Desde el 2008, el número de demandantes de
empleo para trabajar fuera de España se ha duplicado. Según el Censo
Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA), en 2008 residían
fuera de España 1.201.433 españoles mayores de edad. Cuatro años después, esta
cifra se eleva hasta 1.509.333, lo que implica un incremento del 25,6%. Es
decir, que otros 307.900 ciudadanos hicieron sus maletas para buscar trabajo en
el extranjero.
Y, una vez más, los canarios
son quienes están emigrando en mayor proporción. Una circunstancia que no puede
extrañar en unas Islas cuya colapsada economía se muestra incapaz de ofrecer
posibilidades de recolocación a sus cerca 296.362 parados oficiales La tasa de
desempleo que sufre el Archipiélago, 34%, es la segunda más alta del
Estado y el 70% de sus jóvenes se encuentra excluido del mercado de
trabajo.
Así, las Islas se sitúan
a la cabeza de todas las comunidades autónomas en cuanto al número de personas
que se han marchado fuera de su tierra para buscar trabajo durante los últimos
cuatro años. Los canarios residentes en el exterior han aumentado en un 51,5%
desde finales de 2007. Desde el inicio de la crisis económica y hasta mediados
del pasado 2012 un total de 37.086 isleños mayores de 18 años
abandonaron el Archipiélago para buscar un empleo y se han instalado fuera de
las fronteras españolas.
Se trata de una tendencia
que parece ir en aumento. Según datos de Randstad, un total de 6.072
canarios tuvieron que emigrar durante los tres primeros meses del año.
Paradójicamente, en el mismo periodo 5.817 trabajadores se desplazaron desde
otra comunidad autónoma y lograron un contrato de trabajo en las Islas. De esta
forma, en el primer trimestre Canarias se caracterizó por ser una región
emisora de mano de obra. Es decir, el saldo entre las personas que entran y
salen en las islas en términos laborales resulta negativo y asciende a 255.
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