Por Carlos Galeón.
(va de juicios, y 3)
Estando nuestros juzgados
atestados de chorizos,
con jueces advenedizos,
o bien que son presionados,
lograr sentencia en España
es conseguir una hazaña.
Y aún más si se permite
que el juicio se torne en juego,
en dónde siempre el más lego
responde al primer envite
sin saber cómo se juega,
y el listo entonces, alega.
Y un día cada semana
va presentando una prueba,
que como el juez no reprueba
y admite de buena gana,
ya que el juicio va alargando
y él se pueda ir jubilando.
Otros hay, que van midiendo,
las perlas que van soltando,
para así ir presionando
a quienes está jodiendo,
que ha resultado que hay mierda
en la derecha y la izquierda.
Que hasta van a hacer un pacto
los dueños deste tinglado
y que siga bien reglado
todo lo que hay putrefacto,
y duren otros treinta años
juzgando y haciendo apaños,
mas sin terminar ni un juicio,
por no hacer ningún perjuicio.
Agora hay más de mil
procesos por corrupción,
y ante esta aglomeración
ni siquiera a un alguacil
a la prisión han metido
por estar comprometido.
Que por manos enguantadas,
están todos amparados
y si unos son enrejados,
sus fianzas son canceladas
justo al día siguiente
por un espiritual ente.
Estas manos, que tan finas
suelen ir siempre enguantadas,
también van bien ungüentadas
y untando liman espinas
y ablandan los corazones,
pues que el unto alza pasiones.
Y si hubiera un magistrado
que siendo en sí independiente
se ha vuelto desobediente,
se le pone ante el estrado,
se unta al Tribunal Supremo
y se le echa por blasfemo.
Y que vayan aprendiendo
la norma más importante
aunque parezca aberrante:
las leyes se están haciendo
como quiere el poderoso,
así que si eres chistoso
y quieres buscar justicia
te vas al país de Alicia
con la Báñez y González
Pons, que dicen que Europa ez.
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