domingo, 23 de junio de 2013

LA PÉRDIDA DE VALORES

Artículos de Opinión | Peter Magnus | 23-06-2013 |

Hace tiempo que no escribo artículos, o al menos no lo hago con la misma frecuencia, como era acostumbrado en mí poner a disposición de mis queridos lectores uno semanal, ahora, causas ajenas a mi voluntad me llevan por otros derroteros, y claro, no me inspiro demasiado desde que dejé de leer a menudo la prensa...


Hoy voy a intentar hablar de la pérdida de valores, tema que supone no poco esfuerzo, dado que en estos tiempos es probable que uno no encuentre en pie ninguno de esos valores que hacen del ser humano, eso, precisamente, un ser humano, me refiero a los valores que humanizan y alejan al hombre de la animalidad, del salvajismo, por tanto de la violencia.

¿Qué valores existen hoy en día que no sean los NO-VALORES: (INTOLERANCIA, COMPETITIVIDAD, CONSUMO, INSOLARIDAD…) para sobrevivir en esta barbarie capitalista que nos está condenando a vivir en un mundo salvaje, donde valores como AMOR, RESPETO, y HONESTIDAD, eran los pilares que sujetaban nuestra vidas desde la COMPRENSIÓN, la TOLERANCIA, la CONFIANZA y la EMPATÍA?

No hay, o no quedan, apenas, resquicios de eso que nos convierte en seres dignos, o en seres “superiores”, entrecomillo superiores porque creo que a día de hoy demostrado queda que el ser humano dista mucho de ser superior en el mundo, y creo que es todo lo contrario: un ser inferior con cientos de complejos, con cientos de fallos, un ser erróneo, a pesar de sus millones de años de evolución.

Podría crear una lista de esos fallos, pero no serviría de nada, porque el hombre seguirá evolucionando, pero lo peor es que parece ser que no lo hará hacia la búsqueda de la virtud o la perfección, sino que lo hace, (cada día lo demuestran las noticias) hacia los defectos, y la imperfección. Tanto que hemos llegado a vivir en un mundo en el que los verdugos se erigen en víctimas y éstas son juzgadas y condenadas como culpables, por citar un ejemplo.

He elegido un poema de Pierre Colline que ilustra bien lo que quiero decir con esto de que los valores en este mundo parecen haberse puesto del revés:

“Siempre pido disculpas, incluso,

cuando soy el ofendido.

Como si para vivir tuviera que pedir permiso,

siempre tengo que ir andando de puntillas,

cuando otros

van aplastando

con sus botas egoístas

todo cuanto encuentran en su camino.

Sé de aquellos que practican

a diario la infidelidad

pero no son castigados por ello.

Sé de aquellos que practican

a diario la violencia

pero no son castigados por ello.

Sé de aquellos que practican

a diario el chantaje emocional

pero no son castigados por ello.

Sé de aquellos que practican

a diario sonrisas falsas

pero no son castigados por ello.

Sé de aquellos que practican

a diario la hipocresía

pero no son castigados por ello.

Sé de aquellos que practican

a diario:

FIDELIDAD,

PAZ,

AMOR,

HONRADEZ,

HONESTIDAD,

SINCERIDAD…

y sí son castigados por ello.”

Después de este poema yo no hago más que preguntarme algo que desde que el hombre tuvo consciencia de sí, se ha venido preguntando, quizás sin hallar respuesta alguna, y sea este el motivo por el que el hombre pierde los valores que lo dignifican humanizándolo, en pos de ir hacia el deterioro, hacia la perdición, hacia el abismo:

¿Hacia dónde se encamina el hombre? ¿Qué sentido tiene estar vivo para convertirse en un autómata, un esclavo de un sistema depredador y destructor, en un consumidor nato que derrocha, que consume con la voracidad que tan solo puede ser producida por la infelicidad, la insatisfacción, a las que el sistema capitalista nos condena para conseguir su objetivo, mientras ese hombre, ese ser humano desposeído de todo valor pisotea a su prójimo sin escrúpulo alguno? ¿Qué nos depara el futuro viviendo en un sistema como este? Creo que mucha desolación, y tragedia, mucho dolor, mucha destrucción y muerte, quizás, quizás tras el holocausto florezca un ser nuevo, un ser que haya aprendido la lección, o más bien, no florezca nada, y entonces ¿qué sentido habrá tenido todo esto?

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