Desde las
elecciones celebradas el 23 de mayo de 1982, el PSOE-Andalucía ha controlado
todos los gobiernos de la Junta. Son 31 años de poder político continuo, la
mayoría de las veces en solitario o, cuando las urnas le han sido esquivas,
apoyando la cojera en la muleta de otro partido, preferentemente el casi
extinto Andalucista.
Si ,como en
2012, las Matemáticas impedían combinación alternativa aunque no guste se guiña
el ojo a los “ primos de la Izquierda”.
Estas
décadas de dominio total de las Instituciones y del Presupuesto, salvo las
ocasionales cesión de migajas al socio coyuntural, le han permitido aunar
muchas voluntades, crear una tupida red cuasi clientelar que ha tenido como
argamasa o pegamento, además del ideario político compartido, el beneficio
tangible que obtiene quien se arrima a buen árbol.
Cuando se
destapó el llamado caso ERE o del “ fondo de reptiles” ( nombre dado por el
exdirector general de Empleo Javier Guerrero a la partida 31L de los
presupuestos que proporcionaba los fondos) , que ponía al descubierto el fraude
realizado al amparo de la medida puesta en marcha por la Junta en 2001 para
auxiliar a empresas inmersas en expedientes de regulación de empleo ( traducida
en despidos o prejubilaciones), llamó la atención el enorme volumen de dinero
defraudado , el altísimo número de implicados en las prácticas corruptas y el
alto nivel de responsabilidad institucional o de escalafón dentro de la
burocracia de partido alcanzado por muchos de ellos.
Parecía que
la magnitud de lo robado a las arcas públicas era directamente proporcional a
la sensación de impunidad, de eternos días de vino y rosas, respaldados una y
otra vez por las urnas, que envolvía a los ejecutores.
Tras las
últimas elecciones autonómicas se puso ( ¡ 16 años después de la anterior! ) en
marcha una Comisión de Investigación parlamentaria que terminó en un rotundo
fracaso. Más que la escasez de culpables, reducidos a la mínima expresión fuera
del predecible Guerrero o del ex interventor general de la Junta. , resultaba
llamativa la abundante cifra de no culpables, la ausencia de responsabilidades.
En una
Comisión presidida por IU, ni el presidente ni la portavoz de la organización ,
quizás por bisoñez, tal vez por el miedo escénico que daba el intentar no
agraviar a los entonces flamantes socios de gobierno, fueron capaces de sacar
unas conclusiones satisfactorias. Muy al contrario, firmaron un sucedáneo de
chichinabo. Puede que hoy vean un error político de principiantes el no haber
pegado un portazo ante la descarada tomadura de pelo que fue la puesta en
escena llevada a cabo por PSOE y PP.
Por ello,
cual cadáver mal enterrado que apesta, el caso EREs vuelve a la palestra de
forma recurrente. Ya está otra vez sobre la mesa. Presente en todos los
informativos.
Cuando
llegue el momento las responsabilidades penales, si las hay, serán tarifadas
por el Tribunal que en su caso las juzgue. Están aún por dilucidar. Sin embargo
las responsabilidades políticas son evidentes y apuntan al núcleo de poder del
PSOE.
Si
estuviesen implicados, malo, pero si creemos su versión oficial de que ni
idearon ni consistieron el saqueo de los fondos públicos porque ignoraban la
situación o porque no se enteraron de nada, igual de malo. Eriza la piel pensar
en que manos han estado Consejerías como la de Economía, incapaces de percibir
lo que se trajinaba en los despachos contiguos .
Visto lo
visto, IU tiene nuevamente en sus manos una oportunidad de oro para enmendar el
yerro. A sus dirigentes no se les escapará que las últimas encuestas publicadas
para Andalucía marcan una tendencia diferente a la del resto del Estado: siendo
común la caída del PP y el ascenso de IU ( del 11’3 % al 15-16% ), en nuestra
comunidad se produce un dato distinto; contrariamente a lo que marcan las
tendencias para España, aquí el PSOE se mantiene e incluso obtiene un ligero
repunte que oscila según los casos entre el 0’5 y 1.5%.
Gracias al
evidente lavado de cara y certificado de progresismo- para un sector de los
votantes-que le ha supuesto la presencia de IU en el Gobierno, este partido
está hoy en óptimas condiciones para volver a gobernar en solitario a medio
plazo. Sólo tiene que esperar y confirmar lo que auguran los sondeos: superar
en las urnas al PP. Cuando llegue ese día indicarán a "los primos"
donde está la puerta de salida. Puede que con palmadita en la espalda de
agradecimiento.
Por ello
sería interesante, antes de que las puertas se cierren en forma de mayoría absoluta,
reabrir el caso EREs y que la ciudadanía andaluza conozca de una vez todos los
entresijos del mismo.
Para darle
mayor enjundia la iniciativa puede ir reforzada por otra: fiscalizar de camino
el entramado de Agencias públicas que la Junta ha creado en estos decenios.
Se trataría
de poner el foco de luz en unos organismos, a los que la " vox
populi" de nuestra tierra tilda de “ Agencias de colocación”.
Una
excelente ejercicio de transparencia política auspiciado por IU sería el de
crear otra Comisión de Investigación, más seria que la de los ERES. Para
justificarla basta con aplicar la lógica proposicional, las tablas de la verdad
filosófica, de una manera sencilla.
Estableciendo
unas pocas premisas tipo:
.Muchos
andaluces sospechan que las Agencias Públicas son yacimientos de colocación
para enchufados.
.En las
Agencias trabajan miles de personas.
.Cabe la
posibilidad de que el requisito principal de acceso a las mismas haya sido la
cercanía al PSOE u organizaciones satélites
.Conclusión:
El PSOE ha podido utilizar las Agencias para colocar a sus allegados y familia.
Una vez
formuladas las ideas, la investigación se centraría en:
• Conocer la
cifra exacta de personas que trabajan para estos organismos
• Despejar
la vía de entrada a los mismos
• Saber el
número de ellas que tienen vinculación en primer, segundo o tercer grado de
parentesco o militancia con los gobernantes actuales.
Estaríamos
ante una oportunidad de oro para afirmar o desmentir los apriorismos. Y que los
diputados electos se dirijan a una ciudadanía cansada de corruptelas con:
“ Una vez evaluadas, las Agencias dan trabajo a
50, 100, 20.000 ó 50.000 personas”.
“ El 100%, el 80% ,el 1% ... accedieron a las
mismas tras una rigurosa prueba de selección o, en su lugar, no tenemos
constancia de la fórmula llevada a cabo para dar el empleo de un 5,25, 75 ó 95%
de los casos”.
“ No se ha
encontrado caso alguno de nepotismo, los “ positivos” son una excrecencia
ínfima o por el contrario, la gran mayoría , una buena parte, una porción
considerable... estaría afectada por incompatibilidad”.
Y una vez
despejada la tabla de verdad, publicitar si el argumento apriorístico sobre las
Agencias ( yacimientos de colocación) era una contradicción ( falso en todos
los casos ) y por lo tanto no válido o si por el contrario, siendo contingente
( a veces verdadero, a veces falso, aunque en este caso quebrase las normas
teóricas ) o tautológico (verdadero en todos los casos ), la percepción
ciudadana era válida.
El mensaje
lanzado sería inequívoco: aunque IU no tiene nada que ver con los EREs o con
las Agencias, ni en su origen ni en su desarrollo, tampoco tolera trapacerías o
tapa irregularidades.
No está
dispuesta por tanto a renunciar ,por una cuota de poder, a su seña de identidad
: la lucha por una sociedad que cambie las relaciones , que subvierta el orden
político existente.
Ni se
conforma sólo con gestionar una pequeña parcela de la Administración, o
realizar acciones puntuales por muy llamativas que sean.
En
definitiva , IU no es invitado de piedra, no asume estropicios ajenos ni
representa el papel de tonto útil.
¿ Riesgos?
Pocos. Cuando los planteamientos no admiten equívocos, los ciudadanos entienden
su fuerza. Aunque te lleven a la puerta de salida de las Instituciones.
Esta vez sin
palmada y sin que nadie te señale el camino.
* Miembro
del Frente Cívico y del Colectivo Prometeo
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