jueves, 27 de junio de 2013

CGT HOMENAJEA A DOS ILUSTRES ANTEQUERANOS EN EL OLVIDO



Carmen y Pedro, hijos del presidente del Ateneo Libertario de Antequera en 1936, participaron en el acto.
Memoria Histórica | Tercera Información | 27-06-2013 | 

El pasado viernes, día 21, se celebró en el nuevo local de CGT-Andalucía en Antequera un emotivo homenaje a Carlos Soriano, presidente del Ateneo Libertario “Luz y armonía”, que funcionó en la localidad durante la II República. El acto contó con la presencia de los dos hijos del líder libertario, Carmen y Pedro, y se cerró con un recital de canciones a cargo de Pedro Soriano con las que, como el mismo explicó, “quiero rendir homenaje a mi padre y a todos sus compañeros que dedicaron sus vidas a tratar de conseguir un mundo más justo mediante la revolución social“. Este homenaje es el segundo acto que organiza la CGT para conmemorar la apertura del local de Antequera. La inauguración se celebró el viernes 14 con la presentación de la exposición “Todos los nombres” y dos charlas: una sobre la propia muestra y la página web de la que surge, pronunciada por Cecilio Gordillo y otra sobre la represión franquista en la comarca de Antequera, expuesta por el historiador antequerano Miguel Ángel Melero. La exposición se puede visitar hasta el día 28 de lunes a viernes de 13 a 14 y de 20 a 21 horas.
El homenaje a Carlos Soriano lo introdujo Paco Zugasti, del sindicato de Oficios Varios de Málaga, que realizó un pormenorizado recorrido por la vida de Carlos Soriano, nacido en Palenciana (Córdoba), ferroviario de profesión y que se convirtió en líder de la CNT en Antequera durante la II República, donde presidió el Ateneno Libertario hasta agosto de 1936, fecha de la caída de la ciudad en manos del Ejército franquista. Su papel fue fundamental para evitar el triunfo del golpe en la ciudad en julio de 1936. Para tal fin contó con el apoyo de Bernabé López Calle, guardia civil, natural de Montejaque, con destino en Antequera que aseguró la lealtad de la Guardia Civil antequerana con la República.
El mismo 18 de julio Soriano organizó un tren con destino a Málaga para defender la capital. Más de 2.000 campesinos de la comarca le siguieron para tratar de frenar el triunfo del golpe en la capital. Controlada la situación, volvió a Antequera y formó una columna de milicianos que logró recuperar la ciudad de Loja. La caída de Antequera le sorprendió en el frente, donde sería herido y trasladado a levante. Fue hecho prisionero en Valencia al término de la guerra civil y encerrado en el campo de concentración de Albatera, donde fueron encerrados entre 20.000 y 30.000 republicanos. Tras el cierre del campo, Carlos Soriano, fue enviado a Antequera donde fue detenido y acusado por algunos vecinos.
Sufrió un juicio sumarísimo y logró evitar la condena de muerte gracias a varios testimonios favorables de personas de derechas (incluido el párroco de su pueblo) a las que había protegido y salvado la vida en julio y agosto de 1936. Condenado a prisión, a mediados de los años 40 es puesto en libertad y obligado a residir en Sevilla, donde, según explicó Paco Zugasti, fue uno de los miles de republicanos que se vieron obligados a trabajar en la construcción del canal del bajo Gualdaquivir (El canal de los presos). Participó en varios intentos de reconstrucción de la CNT durante la dictadura y finalmente fijó su residencia en Granada, donde falleció en 1980.
Tras la intervención de Paco Zugasti, sus hijos visiblemente emocionados, agradecieron los esfuerzos de la CGT por “recuperar la memoria de nuestro padre y de tantos compañeros que dejaron su vida por lograr un mundo mejor”.
El acto finalizó con la intervención de Pedro Soriano, que rindió su particular homenaje a su padre interpretando una decena de temas compuestos por el mismo para “recuperar las ideas y los sueños de tantos hombre buenos que dedicaron su vida al ideal libertario”. Pedro finalizó su recital con “una canción que compuse para mi padre y que lo hice a tiempo para que el mismo pudiera escucharla”. El tema se titula “El anarquista” y es una muestra del amor entrañable de un hijo hacia su padre y hacia el ideal de vida que siempre profesó Carlos y que supo transmitir a sus dos hijos, Carmen y Pedro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario