"LOS PAÍSES DEL SUR DAN 500 EUROS A LOS INMIGRANTES
PARA QUE SE INSTALEN EN ALEMANIA"
Los partidos de extrema derecha en Europa
podrían formar grupo propio en el Parlamento Europeo. Su frente común, declarar
la guerra a la inmigración. Este sábado, representantes de diversos países,
entre ellos España, celebran una cumbre en Roma bajo el título "Europa
resurge"
ESPERANZA
ESCRIBANO Bruselas 01/03/2014 09:51 Actualizado: 01/03/2014 09:59
La extrema
derecha surca Europa. Y amenaza con desembarcar en el Parlamento Europeo. Las
últimas encuestas en los diferentes Estados miembros revelan un ascenso de
partidos xenófobos que reaviva viejos miedos de un pasado que no parece tan
lejano. Por primera vez en la Historia de la Eurocámara, la ultraderecha
podría formar grupo propio, lo que le permitiría lanzar discusiones y
disfrutar de mayores espacios para difundir sus ideas, que amenazan con
tambalear los pilares del sueño europeo. El chivo expiatorio de todos estos
partidos para explicar la crisis es la inmigración, tanto europea como
extracomunitaria.
Este sábado,
representantes de la ultraderecha de diversos países, entre ellos España,
celebran una cumbre en Roma bajo el título "Europa resurge", con
la vista puesta en las elecciones europeas que se celebrarán a finales de mayo.
Los periodistas que quieran cubrir la cita tendrán que pagar 50 euros, según
informa Giulia Lipari, Secretaria de Forza Nuova. Es el partido que acoge la
reunión y cuyo principal objetivo es "reconstruir la sociedad sobre las
bases de la familia y los valores tradicionales cristianos". Su líder,
Roberto Fiore, quiere que se "restituyan muchas de la libertades perdidas
por los italianos", celebrando tres referéndums -sobre la permanencia en
el euro, la inmigración y el matrimonio gay- que paradójicamente, se
traducirían en prohibiciones: la entrada de inmigrantes y el matrimonio entre
personas del mismo sexo, además de la salida de la moneda única. El partido ve
la inmigración como "una dolorosa herida en la armoniosa convivencia de
los pueblos". Además de ser un elemento "que perturba el orden
público", es "una pérdida de energía" para los propios
inmigrantes. El partido de ultraderecha italiana llama al bloqueo de la
inmigración y a la repatriación de quienes se encuentran ya en el país de la
bota.
Entre los
asistentes a la cumbre se está también Amanecer Dorado, el partido
neonazi griego. Ante la posibilidad de que el gobierno heleno vete su
participación en las elecciones europeas y municipales que se celebrarán en el
país en mayo, su nuevo líder, Ilias Kasidiaris, adelantó a principios de
febrero que "los nacionalistas griegos que no se han visto involucrados en
organizaciones criminales han fundado un nuevo partido patriótico, el Amanecer
Nacional". El partido ocupa el tercer puesto en los últimos sondeos sobre
intención de voto.
"Vetar
su participación es un error", opina Ermal Bubullima, de la Iniciativa de
Solidaridad con Grecia en Bruselas (BGSI, por sus siglas en inglés). Considera
que prohibir estos partidos no es la solución al problema, al menos a largo
plazo: "las ideas se extienden, no se pueden prohibir" y añade, "ilegalizar
un partido racista solo radicaliza las posiciones". Llama a combatir
la xenofobia desde un punto de vista social, cambiando la situación que ha
llevado a ese posicionamiento ideológico y no a través de decisiones políticas.
Democracia Nacional: "Inventaos las informaciones
como hacéis habitualmente"
El British
National Party también estará presente en la reunión. Los nacionalistas
británicos "denuncian" la "extinción" a la que se expone la
identidad británica bajo "el tsunami de la inmigración". Proponen
incluso que se deporte a aquellos inmigrantes que llevan años legalmente
establecidos en el país y a su descendencia, a cambio de "generosos
incentivos financieros". Se presentan a las elecciones europeas con la
intención de "abolir la discriminación positiva que ha convertido a los
británicos en ciudadanos de segunda clase".
El British
National Party proponen que deportar a aquellos inmigrantes que llevan años
legalmente establecidos en el país y a su descendencia
La Red por
los Derechos de los Migrantes en el Reino Unido (MRN en inglés) rechaza el
mensaje del BNP y estima que no obtendrá ningún resultado positivo en los
comicios de finales de mayo. Su director, Don Flynn, cree que el partido "se
ha visto eclipsado" en los últimos tiempos por el UKIP (Partido por la
Independencia del Reino Unido) y por el ala euroescéptica del Partido
Conservador. "El UKIP culpa de todos los males a la Unión Europea",
afirma Flynn en declaraciones a Público, que ve la solución en "la
resistencia cosmopolita". "En una era donde cruzar fronteras es cada
vez más habitual, estos grupos dejarán de tener sentido", zanja.
La extrema
derecha española estará representada por el líder de Democracia Nacional,
Manuel Canduela. Su partido
se postula dentro de una amalgama de partidos nacionalistas, llamada
"España en Marcha", como candidato a las elecciones europeas.
Preguntado por Público sobre su programa en materia de inmigración de
cara a los comicios, la respuesta de la Secretaría del partido, a falta de
propuestas concretas, ha sido la siguiente: "inventaos las informaciones
como hacéis habitualmente".
Aunque los
tiempos han cambiado, la crisis ha reavivado el discurso racista. "Cuando la propia Unión
Europea se cuartea y las instituciones retroalimentan con sus acciones a los
extremistas, estos partidos suben", señala Rafael Lara, de la Asociación
Europea por los Derechos Humanos. No es la única causa, también influye el giro
a la derecha de los partidos mayoritarios: "cuando los conservadores
adoptan el discurso de ultraderecha, los electores prefieren a los
originales". Lara defiende que para frenar el ascenso de los grupos
racistas, los líderes europeos "deberían dejar de despreciar la
democracia".
No sólo los
partidos convencionales copian el discurso de la ultraderecha, el trayecto se
realiza también a la inversa, cuando los extremistas copian el mensaje social
de la izquierda para atraer votantes. En 2007, a la entrada de Alcalá de
Henares, uno de los bastiones de la extrema derecha española -España 2000 tiene
un concejal en el Ayuntamiento-, una pintada de Democracia Nacional mostraba la
bandera de España con el eslógan "ni uno más", en referencia a los
inmigrantes extracomunitarios. A día de hoy, la bandera española lleva otro subtítulo:
"banca pública".
La extrema derecha aspira a formar grupo en la
Eurocámara
Además de
los cuatro partidos que se reúnen en Roma, la extrema derecha también ha calado
en otros países del norte de Europa y en algunos casos encabeza las encuestas
para las europeas. El Frente Nacional de Marine Le Pen se situaba por primera
vez en octubre del año pasado como líder, con un 24% de intención de voto en
Francia, según un sondeo de Le Nouvel Observateur.
En algunos
países, la extrema derecha encabeza las encuestas para las europeas
Le Pen
quiere reducir en cinco años la inmigración que llega de forma legal de 200.000
a 10.000 "entradas" por año, "privilegiando los talentos que
permiten la innovación en nuestro país", reitera en su programa. Entre las
medidas, el Frente Nacional quiere suprimir el derecho a la reagrupación
familiar, suspender Schengen -el acuerdo de libre circulación de personas entre
países europeos-, e incluso revisar la Convención Europea de Derechos Humanos,
firmada en 1950. Con estas cifras, la ultraderecha podría formar grupo propio
en el Parlamento Europeo. Para hacerlo necesitan obtener al menos 25 diputados
de siete Estados miembros. Es a lo que aspira Interés Flamenco (Vlaams Belang),
el partido nacionalista de Bélgica. Su portavoz, Klaas Slootmans, anuncia que
los nacionalistas flamencos ya están negociando con otros partidos como los
Verdaderos Holandeses o el Frente Nacional de Francia, un futurible grupo en la
Eurocámara.
Slootmans
opina que los inmigrantes "abusan del sistema educativo y la seguridad
social belga". En declaraciones a Público, insiste en que su país
"debe proteger sus fronteras" y pide que su gestión vuelva a ser
competencia de los Estados miembros. Tras el drama de Lampedusa, en el
que murieron 366 personas, los países del sur pidieron ayuda a la UE para
afrontar el problema de la inmigración masiva. Pero el portavoz de Interés
Flamenco rechaza la cooperación con una acusación falaz: "los países del
sur les dan hasta 500 euros a los inmigrantes ilegales para que se instalen en
Alemania o Bélgica".
En la misma
línea apuntan los Demócratas de Suecia, que aspiran a obtener entre 2 y 3
escaños en la Eurocámara. Ya han empezado a escrutar qué partidos se les
asemejan ideológicamente para constituir un grupo en Estrasburgo. Su Secretario
de asuntos internacionales, Kent Ekeroth, quiere reducir "de un día para
otro" la inmigración en un 90%, saliendo de la Unión Europea. En una
charla con Público, Ekeroth apuesta incluso por denegar la entrada a los
refugiados sirios, a quienes "se está dando la nacionalidad de forma
automática". Sus medidas para frenar la llegada de inmigrantes van desde
aumentar el número de años mínimos de residencia en el país para obtener la
ciudadanía, hasta prohibir el acceso a la nacionalidad cuando un local se casa
con un extranjero.
En Italia,
no sólo Forza Nuova tiene un discurso beligerante contra la inmigración. La
Liga Norte, el partido que aspira a dividir Italia por la mitad, también hace
gala de una retahíla de argumentos racistas. El eurodiputado y secretario
federal del partido, Matteo Salvini, se vanagloria de "tener el coraje
para proclamar en voz alta que en una Europa golpeada por la crisis, no hay
espacio ni para un inmigrante más". Su posición es "muy simple":
primero los ciudadanos, después, "si los recursos lo permiten", todos
los demás. Aboga por reducir los tiempos de expulsión de los inmigrantes que
llegan a las costas italianas, a través de acuerdos con los países de origen y
poner en práctica una "seria política de rechazo" a quienes llegan al
país.
A pesar del
discurso, la Unión Europea ha demostrado en diversas ocasiones que las
acusaciones vertidas sobre una inmigración que abusa de los Estados del
bienestar europeos es falso. En octubre, la Comisión Europea presentaba un informe
en el que contrastaba que el número de inmigrantes comunitarios inactivos en
sus países de acogida representa entre el 0,7 y el 1% de la población de la UE.
El Informe sobre Inmigración y Estado de bienestar en España de la Caixa
concluye que menos del 1% de los beneficiarios de pensiones en España son
extranjeros y que estos consumen tres veces más de lo que cuestan al país.
Fuente: www.publico.es
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