Artículos de Opinión | Carlos Martínez | 18-06-2013 |
Nos
están robando las pensiones de forma miserable. Nos están robando la sanidad
pública y la salud. Nos están robando la dignidad de poder trabajar cerrando
empresas, administraciones, comercios o almacenes. Nos están robando poco a
poco la democracia ¡Y nadie nos llama a salir a la calle de una vez! Nadie nos
grita a saltar ya de una vez. Nadie convoca nada que no sean conciliábulos de
debate, asambleas, congresos, conferencias, encuentros. Pero nadie llama al
estallido social de una vez.
Pero
claro, en las colas del paro hay silencio y vergüenza. Los y las funcionarias
públicas ven cómo se despiden a sus hermanos laborales en silencio y no se les
ocurre pensar que ellas y ellos van detrás, especialmente si trabajan en
ayuntamientos. Los precarios se alegran por contratos de cinco jornadas a 40
euros día. Los padres no revientan aunque les roben las becas a sus hijos.
Solo
se me ocurre pedir un poco de dignidad. Que no nos roben también el valor y el
derecho a ser personas libres e iguales sin rechistar siquiera.
Hay
demasiado sindicalista superado por la situación y sin saber qué hacer.
Demasiado cargo público pensando que en los pasillos de un parlamento o el
despacho de una consejería se puede hacer algo mientras nos roban y encima
insultan. Demasiado facha pepero mandando y sin ninguna vergüenza. Demasiado
socioliberal meándose en la memoria de Pablo Iglesias. Demasiado activista
perdiendo las horas en facebook solo en su casa, sin juntarse con nadie de su
barrio y creyendo el pobre que eso de la brecha digital no es una monstruosa
verdad. Demasiado espíritu pequeño burgués imaginando desde internet la
revolución, a pesar de que las y los excluidos no tienen internet.
Hay
demasiada reunión y poca unión. Unión en la lucha y lucha social y política,
pero en la calle, las plazas, los talleres, aunque sean de pensamiento.
No
os dais cuenta de que nos han recluido en casa. Nos están abrumando de trabajo
en los parlamentos. Están acabando con los sindicatos y su espíritu de clase y
de lucha, a cambio de negociar derrota tras derrota. No os dais cuenta de que
nos están volviendo a ganar, mientras nosotras y nosotros somos incapaces de
conquistar ni siquiera las barras de los bares de parados, sub-empleados y
esclavos y esclavas varias así como de los pensionistas acabados y esquilmados.
Ya
no hay palabras. Ya lo sabemos todo. Tenemos las soluciones y los programas.
Pero nos falta fe, fe en nosotras y nosotros mismos. Fe en el éxito de nuestra
lucha y muy pocas ganas de jugarnos el tipo y luchar por un futuro común.
La
gente- lo siento en el estado español no hay pueblo. Los pueblos se forjan y
aquí solo hay una masa informe adormecida y demasiado enterado.- ¿La gente no
ve acaso lo que está pasando en Grecia? Y que solo vamos entre tres y seis
meses detrás de ellos. ¡¡Qué esperamos!!
Amigas
y amigos vamos a montar algo. Vamos a ser dignos. Vamos a luchar ya de una vez.
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