LA ENSEÑANZA RELIGIOSA CUESTA 27,7 MILLONES, LO MISMO QUE LOS
COMEDORES
El
conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, en 2011. / ÓSCAR CORRAL
A más
crisis, más gasto en religión y en asesores de gabinete La Consellería de
Educación ha incrementado ligeramente en los presupuestos de 2013 la partida
para los docentes de religión de primaria y secundaria que se equipara, con
27,7 millones de euros, a lo que cuesta el mantenimiento de los comedores
escolares. En el año de la grave crisis económica, Educación recorta en todos
los conceptos salvo en estos dos mencionados y, en las subvenciones a la FP
privada-concertada, incluidos los centros que segregan por sexo.
Los cerca de
28 millones de euros que se destinan a la enseñanza de la religión contrastan
con los 7,4 millones dedicados a fomento del gallego (en 2009 la partida era de
19,8 millones) o con el recorte de más del 62% a las partidas relacionadas con
bibliotecas a las que se destinan 845.000 euros frente a los 2,3 millones de
los que disponían en 2012. La enseñanza religiosa se lleva el doble que los
libros de texto.
La
Consellería de Educación se sacude la grave recesión económica aplicando los
recortes presupuestarios de 2013 con menos profesores funcionarios, con menos
presupuesto para libros, con menos escuelas y con menos aulas en la red pública
de enseñanza. Mientras aplica —en los últimos cuatro años— una supresión de
1.125 de profesores funcionarios, mantiene a un número similar de docentes de
religión: 1.075, de los que 68 estarán solo a media jornada, una forma de no
recortar a este personal.Los datos figuran en la publicación de los
presupuestos elaborada por el departamento que dirige Jesús Vázquez, aunque en
la estadística educativa editada y difundida por la misma consellería figura
una cifra menor: 849 profesores de religión.[/EMPTYTAG]
Al margen
del número de docentes, la Consellería de Educación ha decidido mantener el presupuesto
para esta materia, que se salva así de los recortes generalizados, aunque estos
profesores accedan a la enseñanza mediante el nombramiento a dedo de los
obispos de turno y no superando oposiciones, contrariamente al proceso al que
se somete el resto de los docentes que imparten las otras asignaturas regladas.
El gasto de
una abultada plantilla de profesores de la asignatura de religión (en Galicia
solo la católica y la evangelista) se produce en un momento de reducción de
aulas, lo que motiva que un buen número de ellos tengan pocas horas lectivas.
La situación
se produce en medio de la polémica suscitada por la decisión de la Consellería
de Educación de agrupar en una misma aula a niños de entre tres y 12 años con
el argumento del ahorro en profesorado.
Con la
supresión de más de un millar de docentes en los últimos cuatro años, las
clases se han masificado más en términos generales, de forma que mientras en
asignaturas como matemáticas o literatura hay mayor número de alumnos en las
aulas —menor calidad educativa, según los expertos— la consellería promociona
clases de élite de religión, a las que en la mayor parte de los centros
públicos solo acude la mitad, o menos, de los alumnos matriculados en cada
curso. En el currículum de primaria se establece que estos maestros deben
impartir una o dos horas diarias dependiendo del curso. Para los centros en los
que están unificados dos o más cursos, se establece una hora y media diaria de
religión o una hora semanal y dos horas la siguiente, según consta en la orden
de 9 de julio de 2007 publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG).
En el caso
de educación infantil, las clases de religión ocupan a su titular siempre una
hora diaria, como consta en la orden de la Consellería de Educación de 10 de
julio de 2009. Estos docentes no tienen que opositar. Son designados por los
obispos.
Fuente: www.elpais.com
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