Artículos de
Opinión | Francisco González Tejera | 29-01-2013 |
Un buen
amigo periodista me mandó un enlace donde se criticaba mi blog, con el mensaje
de que “parece que Viajando entre la tormenta está molestando”. Esto era
difundido en twitter por no se sabe que personajes, seguramente cercanos a la
“mamandurria canaria”, haciendo un enigmático llamamiento “a tomar nota”
de las cosas que escribo, algo así como una especie de convocatoria a los
cuatro vientos borrascosos de Internet para que me vigilen, que controlen las
cosas que digo en esta ensobrada democracia, donde se supone que hay libertad
de expresión, para decir lo que uno piensa de esta basura de sociedad
capitalista.
En Canarias
y en su historia ha sido siempre característico machacar a todo el que se salga
del plato de lo establecido, a quienes se rebelen y digan las cosas claras
sobre la explotación de su pueblo y la destrucción de la naturaleza insular. El
cipayismo congénito siempre ha condenado a las mentes libres, tomando graves
represalias para amedrentar y acallar voces discordantes. Yo mismo las he
sufrido en el terreno laboral más de una vez, siempre por señorones/as
mediocres, que demuestran su miedo pisoteando derechos laborales, tratando de
amargarte la vida para que te vayas o te suicides. Hay muchas formas de matar y
el terrorismo no es solamente el tiro en la nuca o el coche bomba, también
existen otros métodos más sofisticados, que suelen aplicar ciertos elementos de
cuidado que presumen de demócratas, que utilizan su poder para machacar vidas,
para asesinar con recortes sociales, con privatizaciones, con saqueos y
represalias a trabajadores/as que no sean de su particular cuerda siniestra.
Lo más
triste es que esta funesta forma de actuar generó que más de 6.000 canarios/as
fueran asesinados por el franquismo a partir de 1936, en una tierra donde no
hubo resistencia al golpe de estado fascista. Ahora la misma casta que se
molesta con lo que escribo, parece tener el mismo modus operandi de los que
destruyeron a miles de familias, los que torturaron, violaron a mujeres
republicanas y asesinaron en su cuna a niños/as inocentes.
Ladran,
luego cabalgamos, fue lo
primero que le contesté a este buen amigo y compañero de lucha, del que omito
su nombre, para evitar que también a él lo machaquen y lo persigan, poniendo su
magnífico blog en boca de esta pandilla del pelotazo. Los mismos fascistillas
con distinto collar, que también pululan por las redes sociales, donde buscan
víctimas a las que vilipendiar, amenazar y ridiculizar.
La verdad es
que me alegra mucho que ciertos personajillos lean mi humilde blog, un espacio
escrito con el corazón, que manchen sus teclados de babas rabiosas, mientras
analizan mis opiniones y reflexiones sobre el actual estado de las cosas.
Uno al que
le viene de viejo eso que llaman conciencia social, la cual llevo incrustada en
la piel a fuego lento, viendo desde niño como mis parientes sufrieron la
persecución del franquismo, la humillación, el robo de sus propiedades, el
asesinato, la tortura, las violaciones de derechos. Por eso a este aprendiz de
bloguero combativo ya no le sorprende nada, el miedo ya no circula por las
venas de mi alma, sino la sana intención de luchar por un mundo mejor,
simplemente como el pájaro libre que levanta el vuelo liberador huyendo de la
jaula.
Por ello
escribo cada letra, cada palabra, perfumándola de rebeldía, de amor, de
sensibilidad, de cariño por todos los seres que sufren, por toda la gente que
está sometida a este sistema criminal. Las millones de personas que pasan
hambre, las familias que son desahuciadas de sus viviendas por la mafia
bancaria, la infancia malnutrida y bajo el umbral de la pobreza, la ciudadanía
desesperada que se toma un tarro de pastillas, se tira por un puente o se quema
a lo bonzo, huyendo de la barbarie capitalista. Por todos ellos, por todas
ellas escribo y gasto las horas, siempre denunciando cada injusticia en
cualquier lugar donde se cometa.
Jamás podrán
parar este vendaval de letras cargadas de futuro. Ni con amenazas, ni con
represalias, ni con mentiras. Y cuando ya no esté vendrán otros/as, llenando el
mundo de claridad. Cada día somos más en la construcción de una nueva sociedad,
donde todo sea para todos/as y exista la verdadera justicia, la que emana de la
profunda dignidad de los pueblos.
Somos
legión.
Fuente: http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com.es/2013/01/no-podran-detener-este-viaje-por-la.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario