Artículos de
Opinión | Germán Gorraiz López | 27-01-2013 |
La crisis de
deuda en la eurozona y ciertos indicadores macroeconómicos recientes de países
como Alemania, China o EEUU han alertado del riesgo de que el escenario
recesivo regrese a la economía mundial en 2013, tal como ha advertido el FMI.
Además, los expertos del FMI estimaron que una consolidación fiscal en EEUU de
alrededor del 4% del PIB en 2013 "podría reducir el crecimiento anual muy
por debajo del 1%, algo que resultaría en una contracción de la mayor economía
del mundo el próximo año”, lo que aunado con la inevitable depreciación del
euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana en la Eurozona y
un posible repunte del precio del crudo debido a factores geopolíticos
desestabilizantes , podría dar lugar a episodios de estanflación en EEUU y la
Eurozona para el 2013 y producir un nuevo crash bursátil.
Riesgo de
crash bursátil:La euforia
de Wall Strett en el 2011(y por extrapolación del resto de bolsas mundiales)
tras los resultados de los llamados "test de estrés" de las entidades
financieras llevadas a cabo por la Administración USA y el goteo de datos
económicos superiores a previsiones artificialmente rebajadas por las agencias
de calificación habrían ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de
la economía ( aumento del 3% del PIB en el 2011 y notable mejora de resultados
de la Banca y Wall Strett).
Sin embargo,
la incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles estaría
haciendo mella entre los inversores, pues un inversor está dispuesto a pagar un
precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de
dicha acción es el total de flujos esperados. Así, el nivel suelo (nivel en el
que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría a fecha de hoy
en la horquilla de los 8000 y 9000 puntos en el Dow Jones, debido a la mayor
virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los
estratosféricos techos actuales ( rondando los 13.000 puntos y rememorando
valores de octubre del 2008).
Sin embargo,
el proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas
ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base
factual, con lo que el precio del activo llega así a alcanzar niveles
estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta
masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída
repentina y brusca de los precios, (hasta límites inferiores a su nivel
natural) dejando tras de sí un reguero de deudas ( crack bursátil).
Dicho
estallido tendría como efectos benéficos el obligar a las compañías a redefinir
estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su
crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002)
y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía
deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las
empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras ,
frecuentes estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de
paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra mundial aunado
con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y la
Continuación de la Crisis económica hasta el 2.015.
¿Libre
fluctuación de las divisas?: Según un análisis publicado por The Wall Street Journal "muchos
países están buscando devaluar sus monedas para incrementar sus exportaciones y
salir así de la crisis actual, ante la ineficacia demostrada por medidas como
el "quantitative easing", utilizado por EEUU y el Reino Unido
para debilitar.sus monedas", pero que no han impedido que China siga con
su anclaje con el dólar que le permite ir de la mano de la moneda
estadounidense.
Los
economistas abogan por una devaluación coordinada y esperan que esta guerra de
las divisas consiga frenar el proceso deflacionista en el que se encuentra
sumergido buena parte del mundo (especialmente en Occidente), pues una a
inflación ordenada sería la tabla de salvación de las economías empantanadas en
la deflación, (al producirse una enorme transferencia de riqueza de los
ahorradores a los prestatarios) y por la subida de tipos de interés por
parte de la FED en el 2013, motivada por el hecho de que los diferenciales
de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países
del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que conlleva un
encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior) y
para evitar el riesgo de un posible escenario de inflación desordenada que
aunada con el repunte de los precios del crudo podría dar lugar a episodios
de estanflación en las economías occidentales mientras China sufriría una
subida del IPC cercana al 5%.
EEUU lleva
muchos años presionando a China para que deje flotar su moneda, (yuan o
renminbi), ya que consideran que la mantienen artificialmente depreciada, a
pesar de que el yuan se apreció un 21% en los tres años que transcurrieron
desde que en 2005 Pekín puso fin a la dependencia única del yuan con el dólar y
pasó a ligarlo a una cesta de divisas, que incluye el euro y en 2008 impuso el
anclaje con el billete verde para hacer frente a la crisis económica mundial,
(6,8 unidades). Así, China sería propietaria de 585.000 millones $ en bonos del
Tesoro Público de EEU,e invierte en dólares para limitar la subida de su propia
moneda, (pues un incremento acelerado de la misma haría a la industria china
menos competitiva) lo que le convierte en el mayor acreedor de EEUU y le hace
totalmente dolardependiente, por lo que ambas economías se retroalimentan
al conjugar la exuberante liquidez china ( las reservas de divisas de China
alcanzaron los 2 billones 400 mil millones de dólares a fines de 2009,
representando más del 30 por ciento de la totalidad del mundo) con la
desorbitante Deuda Externa de EEUU (rozando los 16 Billones de dólares).
A pesar de
las múltiples presiones, las autoridades bancarias chinas han dejado bien claro
que seguirán manteniendo un control estricto sobre la evolución de su moneda,
pues si la divisa china se fortalece en exceso asistiríamos a una severa
constricción de sus exportaciones y al consiguiente descenso de su Superávit,
agravado por el aumento de los costes laborales y el previsible riesgo de deslocalización
hacia India o Vietnam, cuyos salarios mensuales rondan los 60 euros, pero en el
supuesto de que China consiga mantener su anclaje al dólar,( lo que permitiría
seguir engrasando su máquina exportadora y que sus reservas mantengan su
valor), la respuesta inevitable por parte de EEUU sería desencadenar una
guerra comercial.
Asi, la
implementación por EEUU y la UE de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo
de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de
empresas; subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de
la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados, la elevación de los
Parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior y la
imposición de medidas fitosanitarias adicionales a los productos de países
emergentes obligará a China e India a costosísimas inversiones para reducir sus
niveles de contaminación y mejorar los parámetros de calidad, dibujándose un
escenario a cinco años en el que se pasaría de las guerras comerciales al
proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio
mundial ,posterior finiquito a la globalización económica y ulterior regreso a
los compartimentos estancos en la economía mundial.
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