Parecía imposible hacer
retroceder al PP, pero días de movilizaciones, el barrio como una piña desde el
10 de enero y que la solidaridad se extendiera a 40 localidades en todo el
estado, obligó al alcalde del PP a parar las obras. Mientras en Madrid, la
suspensión del proceso de privatización de los hospitales públicos por los
tribunales ha sido una victoria de las movilizaciones. La lucha ha abierto un
espacio para la movilización i el optimismo en todo el estado que no podemos
desaprovechar...
Pero no han sido los únicos
problemas que enfrentaba el PP en esos días, se sumaba a la posible reapertura
de un frente estructural, el vasco. Con 150.000 personas transcurrió la
manifestación de Bilbo bajo el lema «derechos humanos, acuerdo y paz» el sábado
11 de enero en Bilbo, en defensa de los derechos de los presos. Fue una de las
mayores que se recuerdan en Euskadi y reafirma el rechazo contra la política
penitenciaria del Gobierno del PP.
Fue convocada -entre otros
por PNV y Sortu, y por los sindicatos ELA y LAB, y era la respuesta a la
prohibición del juez de la manifestación prevista para ese mismo día convocada
por Tantaz Tanta. La prohibición llegaba la misma semana en la que Interior
había detenido ocho personas acusadas de integrar el llamado «frente de makos»
de ETA, entre los que destacan los abogados Arantza Zulueta y Jon Enparantza.
Todos los detenidos, salvo Almandoz - que estaba preso en Francia-, aparecen en
la relación hecha pública en julio de 2012 con los 25 integrantes del grupo de
interlocución con los presos de ETA, formado por personas ligadas a la
izquierda abertzale, expresos y abogados, y cuyo objetivo era contactar con
agentes políticos vascos e internacionales.
La política del Gobierno
sobre Euskadi se endureció tras la sentencia del Tribunal Internacional que
rechazaba la doctrina Parot y que obligaba a poner a presos en libertad,
presionado por el ala más derechista del PP y las asociaciones de víctimas del
terrorismo (AVT), también por unas encuestas que manifiestan el crecimiento de
UPyD, como un nacionalismo español que clama contra catalanes y vascos sin
complejos. En la manifestación de protesta contra esa resolución convocada por
las AVT, se abucheó a dirigentes del PP. Al PP le ocurre con las AVT lo que a
los gobiernos sionistas con los colonos, que tras haberlos utilizado como arma
arrojadiza y de choque en todo un periodo, cuando el Gobierno necesita aflojar
la tensión, las AVT los acusan de traidores.
Pero esa polarización a la
que empuja la política del Gobierno central no deja espacio al PNV, lo que le
obliga a nadar entre dos aguas. Si el 20 de diciembre, el lendakhari Urkullu
recibía el apoyo del PSE y del PP para aprobar sus presupuestos para el 2014,
el 26 el PNV entraba en el parlamento una propuesta para crear una comisión
para la reforma del Estatuto vasco, promesa electoral que venía posponiendo.
Pero tras las detenciones y la prohibición de la manifestación, que son una
auténtica provocación, el PNV decide mover pieza porque no puede dejar todo el
espacio a la izquierda abertzale.
Tras la manifestación, el
Ministro del Interior Fernández Díaz respondía – como de costumbre despreciando
la movilizaciónque «la política penitenciaria no va a cambiar por una o dos manifestaciones»,
pero se encienden las alarmas en el PP, en particular por la presencia del PNV.
El 15 reunión de Arantza Quiroga, presidenta de los populares vascos, en La
Moncloa con Mariano Rajoy para tratar de calmar las aguas y buscar un nuevo
clima de entendimiento con el PNV. El 16 enero luz verde para 7 nuevos tributos
se ceden al Gobierno vasco, en total unos 70 millones de recaudación adicional.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, destaca la importancia del acuerdo y señala que
«despeja el horizonte para avanzar juntos». Rajoy no está en condiciones de la
apertura de un nuevo frente para el Gobierno: el frente vasco, cuando en esos
días se desarrollaba el conflicto del Gamonal en Burgos. Tampoco el PNV lo
quiere.
Sortu le pide al PNV que el
acuerdo para la manifestación no sea «flor de un día», pero el PNV ya dejó
claro que era una situación excepcional la que le llevó a manifestarse con
Sortu. El aliado para la izquierda abertzale no debe ser el partido de la
patronal vasca, sino dar continuación a la movilización, buscando el apoyo de
los sindicatos y movimientos, impulsando la coordinación con la lucha del
pueblo catalán, abriéndose a la conformación de un frente de izquierdas por el
derecho de autodeterminación, en continuidad con lo que fue Iniciativa
Internacionalista.
Y tiene abierto, de manera especialmente
difícil, el frente catalan. A Rajoy se le multiplican los problemas.
Josep Lluís del Alcázar
Militante de Lucha Internacionalista
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